Ha comenzado nuevamente la temporada de superhéroes, misma que abre con Capitán América y el soldado del invierno, continúa con El sorprendente hombre araña 2, sigue con Los guardianes de la galaxia y X-men: Días del futuro pasado, para rematar con Avengers 2 –esta última por allá de abril del 2015, así que no se emocionen demasiado- por lo que prepárense para una buena temporada de ¡pow!¡wam! ¡pum! y ¡zaz!
Empezamos esta ronda de “supernaturales” con el famoso “primer vengador”, aunque conste que si por cronología vamos, Hulk y Iron man tuvieron película primero…yo nada más digo. El caso es que Steve Rogers está de vuelta, y eso hace muy felices a muchos fans -aunque a otros no los convence del todo esta nueva entrega- y lo cierto es que ha cambiado muy poco desde la última vez que lo vimos aparecer en el largometraje de Avengers hace un par de años. Sigue siendo el mismo ñoño de siempre, quejándose de que no todo en el mundo -y particularmente en S.H.I.E.L.D. se guíe por el estricto estándar de “bien y mal” por el que él lo hace, tal vez por eso le continúa costando trabajo adaptarse al tiempo en el que ahora vive y se pasa la vida añorando los tiempos más simples de los años 30.
Quizás el cambio más notable que ha sufrido nuestro héroe, es el uniforme que ahora porta para acudir a las misiones a las que lo manda Nick Fury, del que han desaparecido los colores rojo y azul (tal vez no el azul pues el nuevo atuendo puede que sea azul marino, tirándole a negro) así como la máscara, pues raramente la usa durante esta cinta, asemejándose más a cualquier otro soldado, marine o, incluso, a Max Steel que al superhéroe de los comics de Marvel.
Con todo y el cambio de uniforme y a pesar de que no es mi héroe favorito debido a su irritante forma inflexible de ver todo en blanco o negro, debo admitir que disfruté de toda la primera parte de esta película. La inclusión de Natasha Romanoff, mejor conocida como La viuda negra, y una participación más activa de Fury me parecieron unos fantásticos aciertos por parte de guionistas y directores, pues equilibran la personalidad cuadrada del Capitán y brindan fluidez a la historia, amén de que incluyen unas excelentes escenas de acción y combates cuerpo a cuerpo que pueden apreciarse en su totalidad, pues no abusaron en ellas de acercamientos ni de efectos de edición y cámara móvil.
Desafortunadamente, conforme la cinta avanza, tal parece que los directores se cansaron de hacer las cosas bien pues las escenas de acción fueron menguando y haciéndose más confusas por el exceso de edición y así mismo, se fue complicando la trama al írsele incluyendo más y más elementos, detalles, giros, intrigas y complots. Tal vez a la audiencia más adulta le haya gustado la inclusión de estos complementos más profundos, pero a mí me pareció que -como sucedió en X-men, primera generación– la producción olvidó que se trata de una historia basada en un comic y que si bien la audiencia incluye personas adultas, buena parte de su mercado lo comprende la población infantil y lo que es peor, todos esos factores añadidos a la trama no le sumaron valor a la cinta, más bien al contrario.
La historia se sitúa un par de años después de la batalla de los Vengadores en Nueva York, Steve Rogers está trabajando activamente con S.H.I.E.L.D bajo las órdenes de Nick Fury y en conjunto con un grupo especial de ataque que lleva el nombre de Strike y con otro miembro de los Vengadores, Natasha, La viuda negra.
En la primera misión a la que acompañamos a este grupo tienen la encomienda de salvar a un conjunto de rehenes de S.H.I.E.L.D quienes están secuestrados en un barco propiedad de ese grupo. El Capitán no duda en hacer lo necesario para evitar daños a los inocentes, pero Natasha tiene otros planes, Fury la envió a recuperar unos importantes datos de la computadora del navío.
A Steve no le hace ninguna gracia ser utilizado con otros fines que no sean específicamente para hacer el bien y todavía le gusta menos enterarse del nuevo plan de S.H.I.E.L.D, que incluye la puesta en marcha de tres helicópteros cargados de un importante arsenal, los cuales estarán perpetuamente en el aire vigilando -y acabando- las posibles amenazas que pudieran surgir en el mundo.
Mientras las cosas se van complicando para el Capitán América y Natasha, dos ¿nuevos? enemigos surgen del pasado para complicar aún más las cosas: el misterioso Guerrero del invierno -quien a pesar de darle nombre a esta cinta parece más un añadido que el fundamento de la historia-, e HYDRA ese grupo que planteaba un peligro peor que el nazismo para la humanidad en los años 30 y que ha sobrevivido todo este tiempo anidado en donde menos se lo podrían imaginar. Ya lo decía entonces Cráneo Rojo: “Corta una cabeza y otras saldrán en su lugar”.
Dejaré que ustedes descubran qué es lo que pasa en esta historia, pero lo que sí debo decirles es que si bien pueden amar u odiar esta nueva entrega del Capitán América, o incluso, pueden amarlo u odiarlo a él como personaje, lo cierto es que si pretenden continuar disfrutando del Universo de Marvel, sección cine, es una buena idea ver este filme, pues en él podrán atestiguar el nacimiento de dos nuevos Vengadores: Falcon y el Agente 13.
Productor: Kevin Feige; Director: Anthony y Joe Russo; Guión: Christopher Markus y Stephen McFeely, basados en la serie de comics de Marvel; Fotografía: Trent Opaloch; Edición: Jeffrey Ford y Matthew Schmidt; Música: Henry Jackman; Elenco: Chris Evans, Scarlett Johansson, Sebastian Stan, Anthony Mackie, Cobie Smulders, Frank Grillo, Hayley Atwell, Toby Jones, Georges St-Pierre, Robert Redford y Samuel L. Jackson; Duración: 2 horas 16 minutos