No sabría qué contestar a la pregunta ¿Qué es el rock progresivo?, sin embargo, si escucho algún disco de este género lo puedo identificar fácilmente, me imagino que tú también, amigo lector y melómano, si escuchas rock progresivo lo habrás de identificar de inmediato, pero no sé qué contestarías a esa misma pregunta, de hecho, no sé si exista una definición académica de rock progresivo, si la hay, yo no la conozco. Por cierto, hace unos días me invitaron, junto con otros buenos amigos amantes del progresivo a un programa de Radio Universidad llamado Dimensión Ótica que conducen y producen Fernando López y Pablo del Valle, el programa fue un especial de Génesis e iniciamos justamente con ese cuestionamiento: “¿Qué es el rock progresivo?”.
Hay una gran diversidad de opiniones de estudiosos de la música, lógicamente de músicos y de un buen puñado de melómanos que han intentado ofrecer una definición más o menos coherente de lo que entienden por esto que resulta tan fascinantemente etéreo. Lo cierto es que no es un asunto de carácter semántico, no puede ni tendría por qué resolverse en los diccionarios, enciclopedias de música, sino en la experiencia viva de la música.
Definitivamente me declaro incompetente para ofrecerte una definición exacta de lo que es el rock progresivo desde la sólida trinchera del lenguaje, es mejor recurrir a la fonoteca, sacar algunos de esos buenos discos setenteros, sin menospreciar los intentos por hacer buen rock progresivo en años más recientes ni del llamado rock neo-progresivo, representado con grupos como los polacos de Quidam o los húngaros de After Crying que llevan el concepto de rock de arte hasta sus últimas consecuencias. Tampoco desdeño el llamado Metal Progresivo, con representantes tan dignísimos como Dream Theater, pero no me dejarás mentir que fue en los años 70’s, de hecho, desde finales de los 60’s en donde encontramos la esencia más ortodoxa y radical del rock progresivo.
Más allá de forzar una definición que con toda seguridad resultaría incompleta, fuera de contexto y académicamente inexacta, prefiero que vayamos a buscar los orígenes del género en los años 60’s. Te doy mi opinión, pero con toda seguridad tú tendrás la mejor. Bien, veamos, se me ocurre pensar en el disco “Days of Future Passed” de Moody Blues de 1967 grabado con la London Festival Orchestra y la dirección del maestro Peter Knight, lo considero uno de los probables orígenes del rock progresivo, no por el hecho de contar con una orquesta sinfónica, eso no lo hace ser progresivo, ya otros grupos habían usado una orquesta, o por lo menos instrumentos propios de ella, sino por la forma musical, por la propuesta, por sus ambiciones como músicos. Ya no era suficiente al que por comodidad me permito llamar convencional, era necesario buscar algo más. De manera paralela con Moody Blues, surgieron otras manifestaciones musicales muy interesantes, como Iron Butterfly con el disco In a gadda da vida, concretamente esa canción, me parece, salvo tu mejor opinión, que tiene elementos que bien podemos considerar como un antecedente al rock progresivo.
Frank Zappa tiene que ser considerado necesariamente entre aquellos músicos que, buscando formas de expresión más atrevidas, más ambiciosas, llegan a crear un lenguaje musical que en su contenido se acerca mucho al rock progresivo, desde su disco “Freak Out” y así a lo largo de toda su carrera.
Sin embargo yo me atrevo a señalar, a riesgo de que me corrijas, que el primer disco al que con todo merecimiento podemos considerar auténticamente de rock progresivo es el de: “In the Court of the Crimson King”, claro, de King Crimson, de 1969. Este disco, además de ser una verdadera obra maestra, abre nuevos caminos dentro del ya de por sí ecléctico lenguaje del rock. King Crimson crece, se desarrolla, se reproduce pero no muere dentro de una vorágine de cambios de músicos, pero todos ellos con altísimos estándares de calidad. Es uno de los muy escasos grupos que a lo largo de su muy longeva carrera, no pierden ni por un sólo momento, el objetivo por el cual hacen música, es decir, el rock progresivo, otros se han suavizado, se han endulzado, como Emerson, Lake & Palmer; Premiata Forneria Marconi; Yes, Le Orme, incluso Pink Floyd, y otros, peor aún, se han domesticado como el patético caso de Génesis, que de estar en el nirvana del rock progresivo, se precipitaron a los abismos de la música perecedera y desechable.
Para finalizar me gustaría ofrecerte una lista, mi lista de los 10 discos que considero indispensables dentro del rock progresivo, es difícil, lo sé, porque nombrar a uno implica, necesariamente eliminar a otro, pero correré el riesgo, aclarando siempre que tú, amigo lector, eres el dueño de la mejor opinión. Bien, aquí está: de King Crimson: “In the Court of the Crimson King”; de Le Orme: “Felona e Sorona”; de Genesis: “Selling England by the Pound”; de Emerson, Lake & Palmer: “Tarkus”; de Pink Floyd: “The Dark Side of the Moon”; de Van Der Graaf Generator: “Pawn Hearts”; de Museo Rosenbach: “Zarathustra”; de Il Balleto di Bronzo: “Ys”; de Yes: “Closet to the Edge” y de Camel: “The Snow Goose”. Esa es mi propuesta, seguramente estarás pensando que me faltó algo de Banco o de New Trolls, o de Marillion, claro de Rush o Soft Machine, Caravan, U.K., Premiata Forneria Marconi, o peor aún, es posible que estés pensando en lo inútil que resulta hacer una lista de los 10 indispensables del rock progresivo, en cualquiera de los casos, tienes razón. Mejor dame a conocer tu propuesta, me dará mucho gusto recibirla.