- Seminario de Cultura Mexicana coloca en su sala principal un medallón en su memoria
- No hay otro poeta que haya logrado cambiar el nombre de un estado, Aguascalientes se conoce ya como Fraguascalientes
Desde 1942, el Seminario de Cultura Mexicana ha albergado a mexicanos dedicados a las diferentes expresiones de cultura como las ciencias, las artes y las letras, cada persona que ha pertenecido al él se ha convertido en un encargado de difundir algún aspecto de la cultura mexicana, uno de los ejemplos más conocidos es Víctor Sandoval.
Como reconocimiento a los miembros que ya no están, en la sala principal del Seminario se coloca un medallón de cada uno de ellos; la tarde de ayer fue el turno del aguascalentense Víctor Sandoval, a un año de su fallecimiento este próximo 24 de marzo.
Su hijo, Alejandro Sandoval, señaló haberse tratado de un evento muy al estilo de su padre: íntimo, discreto, cerrado a los amigos y alegre, en compañía de todos los miembros actuales del Seminario.
“El hijo adoptivo y gran amigo de mi padre, Marco Antonio Campos dice que no existe otro poeta que haya logrado cambiar el nombre de una ciudad pues destaca que Aguascalientes ya es llamada Fraguascalientes, todo por la gran presencia del poema dedicado a su gente y a su ciudad”.
Silvia Molina, presidenta del Seminario, destacó que el homenajeado fue una pieza clave para la institución por lo que su nombre jamás será olvidado; Alejandro Sandoval aludió un poco a la presencia familiar, algunas vivencias internas que en su opinión fue lo que llevaron a Víctor Sandoval a escribir Fraguas y otros poemas entrañables para toda la familia.
“Una vez me dijo que sentía la misma satisfacción cuando inauguraba una casa de cultura que cuando publicaba un poema de su autoría”, y confesó que no conoció hasta hace unos días que su padre en total inauguró 54 casas de cultura a lo largo y ancho del país, “no pensé que fueran tantas, me sorprendió pero me dio mucho gusto que todas sigan en pie”.
Detalló que desde el Seminario, don Víctor fue fundamental para la cultura en México ya que se puso a trabajar para activar y reactivar las corresponsalías, todo desde su vocación de hombre de instituciones, “me encontré que hay corresponsalías en municipios que no existían antes y ahora son muy activas”, siendo el resultado de largos años de labor cultural por parte del poeta.
Por su parte, Marco Antonio Campos, con su característico humor, aplaudió que la efigie sí se parece a su amigo, “ya ven que las esculturas casi nunca se parecen a los autores”, causando risa entre los presentes. Ya con seriedad dijo que esta develación es algo para reconocer los más de 40 años de labor en la mano democrática con ayuda de sus amigos, puesto que fue un antiburócrata por excelencia, “fue el tipo que siempre buscó cuando parecía que no podía hacer algún favor, encontrando siempre una guía para hacer algún otro”, fue en resumen un hombre que nunca buscó ser foco ni figura destellante.
Para Campos, su discreción, eficacia, su ser invencible y tenaz fueron la clave para ser lo que hizo y también muchas veces el haber aguantado a tanto burócrata y tanto funcionario, “yo en su lugar me hubiera desesperado muy fácilmente”, pero Sandoval tenía esa paciencia que la mayoría carecemos.
Acompañado de los “gallos”, Eduardo Matos, Sergio García Ramírez, Germán Viveros y Ángeles González, Marco Antonio Campos dijo a La Jornada Aguascalientes que Víctor Sandoval le dejó una imagen conmovedora: “Sandoval fue gran, gran, gran amigo de sus amigos y me enorgullece pensar que yo fui uno de ellos”.
A casi 12 meses de su partida
A pesar de que el poeta homenajeado regresó a Aguascalientes a principios del milenio desligándose un poco de las tareas culturales a nivel nacional e internacional, Campos subrayó que todas las nuevas acciones seguían teniendo su sello de incluir más no excluir, “cuando él estaba en Bellas Artes y yo en la UNAM trabajamos mucho en los años 80 en la cuestión literaria pero al elevarse como director de Bellas Artes se ocupó en todo los géneros artísticos”.
Recordó que al estar en Madrid, cuando Víctor Sandoval era ministro de cultura en la embajada de México, fundó con gran fuerza y dedicación el Instituto de México así como la formación de la Biblioteca de Autores Mexicanos, “así podría irme todo el día destacando la lista de cosas que hizo don Víctor pero lo importante es mejor recordar que todas siguen vigentes”; tales como la promoción de la obra de Saturnino Herrán, el arte joven, el Premio de Poesía Aguascalientes, el Encuentro de Poetas de Mundo Latino, entre otras.
Todo comenzó por la preocupación de formar espacios donde se efectuara la cultura en Aguascalientes, concluyendo en la apertura de poco más de 50 casas de la cultura en todo el país.
Foto: Johan Galván