En la observación política de la forma de hacer gobierno, encontramos gobernadores -como está siendo ahora en Aguascalientes-, que asumen que el poder ejecutivo es, prácticamente, el poder de gobierno fundamental, que manda sobre los otros poderes, como es el legislativo; es decir, el ejecutivo no se asume como una parte en el ejercicio de gobernar, sino que se asume, o pretende hacerlo, como el todo.
Para estos ejecutivos estatales, trabajar con el poder legislativo resulta ser incómodo. No obstante que nuestro país tiene una forma de estado y de gobierno republicanas, el trabajo del congreso del estado parece ser sólo un mero trámite, que, si fuera posible, se obviaría en razón de hacer un mejor gobierno para la sociedad. La incomodidad del legislativo estriba, principalmente, en los constantes cuestionamientos del ejercicio del gasto por parte de las bancadas de oposición, que es la función democrática de contrapeso, motivo por el que, en lo posible, es hecho a un lado.
De ahí la necesidad de hacer del legislativo un mal menor, que se remedia teniendo como diputados a personas que sean dóciles, que faciliten el control del congreso; para lograr dicho control, se hace necesario contar con la mayoría absoluta de diputados, de catorce votos, circunstancia que no logró el PRI con sus doce diputados, y, se vio en la necesidad de formar una bancada “hechiza” que sí permitiera la acción del ejecutivo.
La pregunta necesaria es, ¿cómo podemos observar esta circunstancia, de control del ejecutivo sobre el legislativo? En los días recientes encontramos un dato altamente valioso para el estudio político, que nos permite apreciar, abiertamente, la forma como se está dando la relación entre el ejecutivo y el legislativo. Con este dato podemos percibir todo un panorama de acciones, que no siempre pueden ser precisadas con claridad, ya que, además, el discurso político se ha convertido en una importante estrategia para cubrir la mecánica política.
La periodista Lety Acuña publicó, el pasado 14 de marzo, en las ocho columnas del periódico El Heraldo, la información de la sesión del congreso del estado en que, “la diputada Martha Márquez Alvarado presentó un Punto de Acuerdo para que por conducto de la Comisión de Vigilancia del parlamento se solicite al titular del OSF, Arturo Solano López, aclare e informe a esta legislatura la situación jurídica que vincula al ciudadano Sergio Escalante Jiménez con el despacho de Contadores Públicos y Consultores ‘RSM Bogarín’”.
La sorpresa, por el alto valor que representa, fue que, de manera inmediata, el gobierno del estado dio respuesta a la petición de la diputada Márquez; La Jornada Aguascalientes publicó la nota “Aclara gobierno estatal comentarios de Martha Márquez sobre el OSF” (15 marzo). La sorpresa todavía es mayor, al encontrar en el Comunicado de Prensa número 2662, la cabeza “Comunicado de prensa de la Secretaría de Finanzas en relación a los comentarios de la diputada Martha Márquez Alvarado”.
El cuadro completo lo podemos explicar de esta forma: una diputada solicita información, en y dentro del congreso, y la respuesta, casi instantánea, la da el gobierno del estado, la Secretaría de Finanzas, y con comunicado de prensa. Es un cuadro que no es nuevo, ya que lo hemos podido observar con otras ocasiones, con otras instituciones.
La siguiente pregunta es, ¿por qué hablar del discurso político como “cortina de humo”? El dato aparece en La Jornada Aguascalientes, el 16 de marzo, con ocasión de la clausura del primer periodo ordinario de sesiones de la LXII Legislatura. El Comunicado de Prensa número 2663, tiene como cabeza “Respeto irrestricto del Gobierno del Estado a los representantes populares. Destaca el Secretario de Gobierno el ejercicio de transparencia y honestidad en los legisladores”.
El cuerpo de la nota señala que el Secretario de Gobierno “aseveró que Aguascalientes cuenta con un excepcional grupo de Diputados que ha sabido, ante todo, colocar por delante los intereses legítimos del pueblo de Aguascalientes”. Continúa el comunicado “El Gobernador del Estado mantiene firme su postura de garantía de respeto para todas las corrientes políticas como factor de equilibrio y suma de coincidencias a favor de Aguascalientes. La meta de generar las condiciones para que la entidad encuentre más oportunidades ha prevalecido en los trabajos desempeñados por los legisladores, además del extraordinario ejercicio de transparencia y apertura que se ha abordado en esta relación entre el Ejecutivo y el Legislativo, que ha redundado en grandes aciertos en la configuración gubernamental y en la seguridad que se brinda a todos los aguascalentenses”.
Es, por lo tanto, un discurso político que, teóricamente, habla de las corrientes políticas como factor de equilibrio y suma de coincidencias, del alto sentido del compromiso y de la congruencia política de los legisladores para con los aguascalentenses, del respeto irrestricto del gobierno del estado a los representantes populares, etcétera; sin embargo, los hechos muestran una fuerte intervención sobre el congreso del estado, como el “secreto a voces” de la elección del presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y de su consejo ciudadano (llama la atención que de los veinte aspirantes al consejo, sólo cuatro comparecieron ante los diputados), todo lo cual muestra que están muy lejos del espíritu republicano-democrático. A propósito de dichos, conocemos uno que viene a colación en esta ocasión, que dice “explicación no pedida (comunicado de prensa no pedido), acusación manifiesta”.
En estas condiciones, no podemos esperar que el congreso, por sí solo, haga el cambio en la forma de hacer gobierno, ya que la mayoría absoluta la avala -las diputaciones de oposición son minoría-. Las cosas seguirán igual, mientras no se presente un poder ciudadano que, respetuosamente, haga ver que el progreso de Aguascalientes también incluye la modernización democrática. El poder ciudadano lo encabezan los líderes sociales, empresariales, sindicales, de medios de comunicación, quienes son tomados en cuenta y escuchados; los ciudadanos contamos también, aunque no tenemos el mismo eco que ellos.