- “Ocupar un cargo con cuerpo de mujer no es sinónimo de atender las causas feministas”
- Investigadora considera que la institucionalización ha sido un avance pero falta mucho por hacer
A una semana de haber conmemorado el Día Internacional de la Mujer, son más los retos y claroscuros que los avances obtenidos. Así lo explicó Claudia Alonso González, consultora en temas de género y diagnósticos para la igualdad entre hombres y mujeres, además de investigadora y profesora de asignatura en el Departamento de Sociología y Antropología en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA).
Al cuestionarle acerca del papel que ha jugado la política de género, implementado en los últimos años con la creación de instancias y mecanismos para garantizar la paridad de los géneros en el ámbito político, la especialista en temas de género expuso que éstas son y han sido siempre necesarias, representan un avance, pero deben ser medidas en el marco de la larga duración, sin dejar de lado que la institucionalización del género ha logrado claroscuros, ya que ha permitido avances pero también acciones criticables.
Alonso González hizo énfasis en establecer que los avances se pueden ver reflejados en la atención a las mujeres víctimas de violencia, así como la visibilidad que han obtenido en el marco del gobierno por políticas públicas, convirtiéndolas en sujeto de las mismas, y contrastando con el contexto de hace años, donde la mujer “entraba en el mismo costal de la población en general, sin considerar sus necesidades específicas de género”.
Además de esos logros, sumó el correspondiente al manejo del lenguaje incluyente, así como en materia jurídica, con la aprobación de leyes como la del libre acceso a una vida libre de violencia, o bien la de igualdad entre hombre y mujer, a la que añadió la de prevención y combate a la trata.
Sobre los principales retos que enfrenta el género, los cuales subrayó, son mayúsculos, se encuentra el hecho de que todas las leyes aprobadas se lleven del terreno legislativo y jurídico a la arena de implementación para que produzcan efectos, los cuales han estado influenciados por la participación en política por parte de las mujeres, pero que de cualquier manera “ocupar un cargo con cuerpo de mujer no es sinónimo de atender las causas feministas”, criticando así la postura de algunas mujeres en sus puestos de representación o en el ámbito público.
Aunado a ello, la especialista en el tema de la mujer, señaló que a dichos retos se pueden sumar el de la importancia de una mayor participación de las mujeres en política, mismas que para contribuir con su obligación ante la agenda feminista, deben haber emanado de la trayectoria en los movimientos y causas históricas de las mujeres para convertirlas en acciones.
Finalmente manifestó que el papel de la academia, administración pública, y la sociedad civil organizada, debe someterse a una importante articulación, que permita que el papel preponderante del tercero influya en la conformación de puentes de diálogo y proyectos en conjunto.