- Los mexicanos son un público difícil por los clichés que ha causado la estructura de poder
- La música y la política pueden mezclarse, muestra de ello es este grupo musical mexicano que apoya al EZLN
Después de 18 años de no pisar Aguascalientes, el grupo musical Los de Abajo llegó este fin de semana en busca de más público comprometido no sólo con la música de fiesta y reventón, sino también con sus raíces y su sociedad, ya que además de ser músicos exitosos son fieles seguidores del movimiento zapatista.
Así es como Yocu Arellano en la batería; Mauricio Moro en la voz y el sax; Tania Melo en la voz principal; Vladimir Garnica en guitarras; Heliot Mendiola en el trombón; Édgar Chávez en el bajo; Javier Zúñiga en percusión, Said Cuevas en la trompeta; y Julián Aranda en teclados, recibió a La Jornada Aguascalientes horas antes de su concierto para dejarnos en claro que son Los de Abajo por comenzar desde abajo, pero al final buscan terminar arriba.
Su estilo fusionado entre el punk, rock, música tropical, tradicional mexicana con el ska, el reggae, electrónica y hasta la norteña, causó que desde los años 90, cuando comenzaron a reunirse, las puertas de disqueras mexicanas se cerraran; sin embargo, buscar siempre ir por el camino de la independencia los ayudó a ser una de las bandas mexicanas más exitosas en Europa.
El constante contacto con su público al que prefieren llamarlos “su banda” es el objetivo fundamental de estos diez músicos, quienes reconocieron que es complicado lograr conseguir lugares para expresarse en México, “siempre hemos hecho fusión, por eso no nos abrieron las puertas tan fácil”, esta fue la razón por la cual fueron al continente europeo en busca de más oportunidades.
Al regresar a México se percataron de que las personas están muy acostumbradas a los clichés, por lo que decidieron crear Latin ska force, álbum en el que se fusiona el ska con otros géneros, pero más definido, “seguimos haciendo discos para los europeos llenos de fusión, más artísticos, y otros para los mexicanos con rolas más definidas”, ello sin perder su característica identidad.
Yocu Arrellano destacó que la razón de que les cueste más llegar a un público mexicano que a un europeo es por relación con los medios masivos, básicamente con la televisión, “si tú no estás en el tele, no existes; siendo más difícil crear una base de seguidores”. Con más de una década de trabajo han logrado arraigar a más seguidores en Oaxaca, San Luis Potosí y la Ciudad de México; aunque generalmente para las bandas musicales el tema de la comercialización se convierte en un arma de doble filo por creer que con ella se pierde la identidad original de su proyecto, para Los de Abajo es sólo abrirse a un nuevo mercado haciendo canciones un poco más digeribles pero guardando siempre su identidad de contestatarios e izquierdistas; según Édgar Chávez esto significa madurez musical, no cerrarse a una sola línea de trabajo sino probar nuevos caminos, “no porque salgamos en la tele somos unos vendidos o vamos a dejar de hacer lo que nos gusta, sólo es ir encontrando los matices necesarios para poder entrar aquí o allá”, expresó Yocu, y dijo que el problema no son los mexicanos sino la plataforma en cómo se ha estructurado el gobierno y la forma del poder, “entre más estúpidos están mejor ¿y cómo hacen eso?, quitándoles la educación”, recordando que a menor educación, la gente se vuelve más cuadrada y limitante para sus actividades y gustos.
Hacer música, hacer arte
“Cuando hacemos un disco para Europa no hay límites, es tan libre que quién sabe cómo termine esa cosa”, confesaron entre risas; en cambio, cuando preparan material para México siguen líneas definidas, lo cual no es tan del agrado de la banda pero que termina resultando muy gustoso para todos, y es que a su parecer, en la cuestión artística no debe haber límites, aunque sí seguir el nicho al cual se es fiel, en este caso Los de Abajo son fieles arraigados al alternativo contestatario de izquierda.
De la música a la política
Estos diez músicos “irreverentes”, como muchos podrían llamarlos, también son partícipes de la política aunque más social. En 1994 comenzaron el acercamiento directo, muy directo, con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), al subrayar “muy directo” es porque estando de vacaciones les tocaron los “trancazos fuertes”; el guitarrista estaba en San Cristóbal y el baterista en la frontera con Guatemala, justo en los lugares de batalla. Al conocer el movimiento comenzaron a coincidir con sus ideologías y acciones político-sociales; cuando gobierno de Carlos Salinas de Gortari lo marcó como que eran de Guatemala, se organizaron junto con otras bandas los conciertos de La Bola y en Ciudad Universitaria de la UNAM para apoyar a los zapatistas con comida, dinero, ropa y demás para después asistir a Los Caracoles, “los zapatistas es un opción real de cómo se puede gobernar sin el capitalismo al cual estamos tan acostumbrados”.
En Europa el zapatismo es muy seguido, de hecho las contribuciones mayoristas para su supervivencia provienen de Europa. Yoku agregó que la última visita a Los Caracoles encontraron una escuela de niños y jóvenes en donde italianos les enseñaban cómo construir turbinas para hacer electricidad con el agua para su comunidad, “lo han tachado de un movimiento revoltoso y lleno de locos pero en realidad es una forma exitosa de gobernar”.
Después de haber tenido una respuesta favorable con el público aguascalentense, en su mayoría jóvenes de entre 18 y 26 años, Los de Abajo se comprometieron a regresar con mayor frecuencia tras reconocer su sorpresa al escuchar que los jóvenes conocían al pie de la letra sus canciones. Esperan que poco a poco el camino de la fusión musical se abra cada vez más entre el público mexicano.
Foto: Flickr Delicatesther