Hoy seguiré comentando sobre el tema económico. Y lo hago debido que tanto trabajadores como amas de casa, comerciantes e industriales, se han quejado que la economía se está deteriorando, pues los costos de los servicios -gas, electricidad, diesel y gasolinas-, siguen en su escalada sin freno, y lo peor -y muy desalentador- es que el director de PEMEX, Emilio Lozoya Austin, dijo en su comparecencia en el congreso que el Presidente Enrique Peña Nieto nunca había ofrecido que si se aprobaba la reforma energética bajarían los precios de estos energéticos.
Por otro lado la canasta básica también está sufriendo aumentos que vuelven inalcanzables algunos productos para los consumidores de bajos y medios ingresos. Los aumentos en los impuestos de los productos “con contenido de altas calorías” y el aumento de un peso por litro a los refrescos, ha ocasionado que la capacidad de su poder adquisitivo se encuentre muy lastimado.
Esta semana el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez Candiani, hizo un llamado a las autoridades hacendarias para que se revisen los efectos de la reforma fiscal en todos los sectores. Esto, creo, en vista de los reclamos en todas las áreas en que el país se está paralizando.
Cuando el gobierno necesita liquidez, emite, como nos han informado los medios, deuda pública, ya sea nacional o internacional, y así nos dicen que se emitió deuda soberana por la cantidad de mil millones de libras esterlinas, que equivale a $1,660 millones de dólares, los cuales el pueblo mexicano tendrá que pagar -intereses y capital al final- en cien años. O sea que hasta nuestros tataranietos ya están endeudados. Dicen que no hay mal que nos dure -los cien años-, pero tampoco mortal que los aguante.
También vemos que tanto Bancomext como Nafin están emitiendo deuda para capitalizarse. Esto, por supuesto, el resto de los mexicanos nunca lo podrán hacer y tendrán que vivir con lo que ganan y de sus créditos que luego, en casi la totalidad de los casos, se vuelven impagables.
En lo referente al reajuste de las cuotas del IMSS hará que las plantillas de las empresas se reduzcan y que no crezcan, ni habrá reajustes de salarios; recordemos que en diciembre se perdieron 250,000 empleos y no se han recuperado y este semestre se ve difícil que se reactive la actividad económica y el empleo.
La semana pasada hemos visto que un país como Italia, también está en problemas muy serios económicos; Italia es después de Grecia el segundo país con una deuda pública -contra su producto interno bruto, PIB- de los más grandes y a pesar de esto, en una medida audaz y verdaderamente sorprendente, que debemos de darle seguimiento, el nuevo Primer Ministro de este país, que tiene dos meses de elegido y que fue alcalde de la ciudad de Florencia, Matteo Renzi, ha propuesto una reducción de impuestos para REACTIVAR EL CONSUMO INTERNO; reduciendo impuestos a los trabajadores de ingresos bajos y medios, por una cantidad de $10,000 millones de Euros. Debemos tomar en cuenta que esto lo propone en medio de un programa de reducir su déficit fiscal anual de 3% en 2013 a un 2.5% en 2014; también propone una reducción de un 10% a los impuestos de los negocios regionales, conocido como IRAP. Esto, dice, se compensará con un aumento al impuesto de instrumentos financieros de 20 % actual a un 26%, considerando que estos son especulativos y aún con el aumento de impuesto siguen siendo muy rentables. La excepción a esto es que los bonos gubernamentales, que son muy populares entre ahorradores -pequeños y medianos- italianos se quedarán igual.
El Primer Ministro ha propuesto una cantidad de $90,000 millones de euros para pagar a proveedores. Esto se hace cuando muchos de ellos estaban a punto de paralizar sus actividades precisamente por la falta de pago. Este programa, se han comprometido las autoridades, se hará de aquí al mes de julio. Esto indudablemente le dará liquidez a la economía doméstica. Sabemos que lo anterior es una medida temeraria pero creo que dará resultados positivos. Italia está actuando con congruencia para salvar su economía, y no como algunos gobiernos que hacen que los problemas económicos graviten en la sociedad y no por parejo en todos los sectores del quehacer nacional. Interesante será hacer el seguimiento de los resultados en Italia y recapacitar sobre lo que se ha hecho en el mismo aspecto en nuestro país pues no debemos avanzar dando palos de ciego, haciendo mucho estruendo publicitario, o dando la impresión de que avanzamos sin importarnos que la brújula esté rota y no sepamos en dónde se encuentran los cuatro puntos cardinales. Todo lo anterior lo digo como sana advertencia y porque es verdad, pero ello no implica la intención de menospreciar el esfuerzo del gobierno federal de ese ramo.