Por poco más de una hora, alrededor de 400 personas asistieron a la marcha regalando globos, dulces y sonrisas con la finalidad de mostrar que las personas con discapacidad mental son tan normales y comunes como cualquier otra. Angélica Zacateco, presidenta de Fundown A.C., recordó que las personas con síndrome de Down pueden tener una vida saludable, con un trabajo y familia, pues las únicas limitantes son las que la propia sociedad les impone, “mi hijo es muy inteligente y jamás podría negarlo, como lo hacen muchas otras personas”.
Para los padres de familia, la aceptación es la etapa más complicada, por ello la necesidad de tomar terapias con especialistas así como escuchar experiencias de otras personas. Con apoyo del Club Harley La Hermandad, alumnos de teatro de la Universidad de las Artes y del Instituto Cultural, así como agrupaciones de teatro callejero y danza independientes, representaron historias circenses causando la unión de más personas que, a pesar de no conocer el fin de estas actividades, coincidieron en la alegría que exteriorizan las personas con síndrome de Down.
Foto: Archivo LJA