- Reconoció que en materia de pobreza alimentaria se obtuvo la menor calificación a nivel nacional
- Con varias interrupciones por exceso de ruido, Alberto Solís Farías detalló parte de su informe sin problema
Con la presencia de alrededor de 20 diputados de la LXII Legislatura, entre ellos integrantes de las comisiones de Desarrollo Social, Equidad de Género y de la Familia, Alberto Solís Farías, secretario de Bienestar y Desarrollo Social (Sebideso), concluyó la ronda de comparecencias de acuerdo a la glosa del Tercer Informe de Gobierno del Estado.
Partiendo de que el Coneval emitió las últimas cifras correspondientes al 2010-2012, destacó que de 45 mil personas que se encontraban en pobreza extrema, se disminuyó a 42 mil; además que se tienen 425 mil personas en pobreza moderada, lo que representa a un 37% de la población total del estado. El compareciente precisó la necesidad de no sólo cuantificar esas tres mil personas menos, sino también confrontarlo con el crecimiento poblacional que, según estudios, es de 20 mil personas anuales.
Explicó brevemente que la política trasversal del gobierno estatal permite que el trabajo para el desarrollo social no sólo le corresponda a Sebideso, sino también a todas las dependencias que hacen una labor de prestación de servicios o soporte, “el objetivo es que todos converjan en una misma estrategia para tener mejores resultados”, ejemplificando con la Cruzada Contra el Hambre.
Ante la solicitud de Francisco Ovalle Peña, sobre la explicación del programa Supérate, se cuestionó cómo ayudaba éste al desarrollo social, ya que las personas que participan sólo reciben una despensa; el secretario aclaró que además del apoyo alimenticio, se ofrecen cursos de capacitación con duración de 30 horas y más de 40 temas distintos para que las personas aprendan a organizar sus tareas; dichos cursos son elegidos por el sistema Edusat según las características geográficas, poblacionales y de pobreza; estos talleres van desde primeros auxilios, repostería, corte y confección, hasta violencia intrafamiliar y educación sexual.
Para hacerlo más atractivo se requeriría de más recursos, con los cuales se solventen grupos más grandes, ya que por el momento no pasan de 20 personas, “es un aliciente para las personas el regresar a la escuela porque los activa física y sicológicamente”; durante el 2013 se registró a 24 mil 200 beneficiarios, aunque reconoció que dicha cantidad es menor en relación a los años anteriores.
Con sentido de réplica, Solís Farías aclaró también que la dependencia no compra las despensas sino que las solicita a Oficialía Mayor para que ésta a su vez haga la licitación o invitación correspondiente a la ley, haciéndolo de forma anual; aunque, por su parte, la Sebideso cuenta con una ministración permanente que trabaja todo el año.
Al hacer uso de la palabra, Adolfo Suárez pidió que se le detallara el trabajo indicado en el informe en materia de apoyos a comunidades rurales, así como los recursos que se destinan a cada uno de los municipios del interior. Teniendo que acortar la explicación, en petición de la presidenta de la comisión Sylvia Garfias, a causa del poco tiempo de respuesta, se dijo que durante el 2013 visitaron 120 comunidades, las cuales son las más alejadas de la capital, en donde se entregaron apoyos a población vulnerable como a los adultos mayores; asimismo refirió que por cuestión de recursos sólo se tiene un padrón de beneficiarios de no más de ocho mil 500, a los que se les ofrecen talleres de artes u oficios pues ellos han solicitado en lugar de despensas, herramientas para poder hacer sus productos y venderlos, de tal manera que puedan hacer una actividad de recreación su modo de sustentabilidad.
A su vez esclareció no cuantificarse los recursos por municipio, pues ninguno tiene características similares, sino por grados de marginalidad de acuerdo al padrón del Coneval. Aguascalientes no tiene ningún municipio que se encuentre en un alto grado de marginación, lo cual lo lleva a estar en la media y, por tanto, lo sacan de muchos programas federales, siendo esta la gran necesidad de entregar los apoyos estrictamente a quien más los necesite.
Dos de los seis aspectos que se toman en cuenta para decidir qué es pobreza extrema, son el rezago educativo y la pobreza alimentaria; siendo maestra de profesión, Juana Alicia Espinosa de los Montero subrayó si la Sebideso podría retomar el programa de escuelas de tiempo completo en zonas de pobreza extrema, ya que la experiencia demostró que los alumnos bien alimentados elevaron su nivel de aprendizaje, lo que disminuye el nivel de violencia.
A pesar de que coincidió en sus razones, la consideración de las entidades evaluadoras en materia de rezago educativo no habla de cuestiones genéricas como el acceso a la educación, sino cuestiones más específicas, “si el joven nació en 1989 tendría que tener al menos la secundaria, si no está en rezago educativo”; antes de continuar, Sylvia Garfias lo interrumpió para solicitar, en tono alto y molesto, que sus compañeros guardaran silencio por respeto al compareciente, y los invitó a platicar sus asuntos personales en otro momento fuera del salón.
Retomando su participación, Solís Farías reconoció que en materia de pobreza alimentaria se obtuvo la menor calificación a nivel nacional, por ello se requiere de dos cosas: hacer más comedores, aumentar el número de apoyos alimentarios o fortalecer la parte de los comedores a través de apoyos alimentarios. Entonces para poder tomar un programa como el mencionado por la diputada Espinosa de los Montero, se necesitaría primero conocer si la infraestructura de la escuela está apta para un comedor, luego si alguna otra dependencia proporciona el recurso para la operatividad, pues la Secretaría de Bienestar y Desarrollo Social sólo da despensas complementarias a una dieta balanceada, por lo tanto se requiere de más ingredientes para complementar la alimentación.
Ante el cuestionamiento de Cuauhtémoc Escobedo Tejada, señaló a los presentes sí haber incluido en el informe anual programas para apoyo a madres solteras con los 23 Centros de Atención Infantil (CAI) distribuidos en todo el estado, que benefician a más de 600 niños, en donde se le apoya a otra madre con materiales y muebles para la creación de un estilo guardería para hijos de madres trabajadoras; además de que se otorgan becas para que otras madres puedan acudir a su centro de trabajo, y apoyos alimentarios distintos a los que se dan en el resto de los programas por las necesidades nutritivas distintas que se tienen.
De forma itinerante se ofrece junto con el programa Hábitat, atención sicológica con ocho cursos para 20 personas cada uno, con elementos de equidad de género y empoderamiento de la mujer en la vida social y económica.
En materia de suicidios, recordó que es un tema muy específico para el área de salud, sin embargo se encuentran apoyando a un grupo de 30 jóvenes de la Casa del Adolescente con conflictos de drogadicción y depresión.
Antes de concluir la comparecencia, la diputada panista Sylvia Garfias manifestó a sus compañeros su inconformidad por el formato de estas comparecencias, aunque haciendo uso de las preguntas correspondientes a su partido, cuestionó los criterios para la transparencia en la entrega de apoyos y si había más padrones actualizados sobre pobreza extrema. Se le respondió que para determinar los avances se debe recurrir a criterios transversales que saquen a las personas de la situación de pobreza, pues la pobreza alimentaria es donde el estado muestra mayores rezagos.
Reconoció no contar con otro índice, aparte del último corte del Coneval, sobre datos de pobreza, y dijo esperar a que para el 2015, cuando sean nuevamente publicados, se haya logrado obtener mejores resultados en pobreza extrema y alimentaria.
Agradeciendo su tiempo y cuestionamientos, el compareciente concluyó su participación no sin antes recordarles que generalmente en la secretaría se destinan alrededor de 56 millones de pesos en todos los programas para el combate a la pobreza en Aguascalientes.
Foto: Gilberto Barrón