- Rastro TIF, cerca de quedar terminado; hasta el 80% de los lechones para consumo provienen de otros estados
- Costó cerca de 60 millones de pesos, productores aportaron el 80% de la inversión
Con una media anual de 150 mil cerdos, autoridades del sector apuntan que Aguascalientes, como productor de carne, “es muy pequeño”. Ernesto de Lucas Palacios, delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, mencionó que hasta el 80% de los lechones para consumo provienen de otros estados.
“La verdad es que Aguascalientes está compuesto por más pequeños que grandes (productores), no es como Jalisco, donde tenemos cinco o seis productores con el 80% de los vientres, aquí somos un poquito más pulverizados. Si estamos pulverizados no tenemos esa fuerza competitiva”.
La generación de “una industria porcícola diferente”, dijo, resultaría de una unión entre los productores y los gobiernos del estado y federal.
“Lo que necesitamos nosotros es retomar lo que tenemos como Rastro Tipo Inspección Federal (TIF), que ha estado parado hasta ahorita, y si no, buscar otra solución para que los mismos porcicultores tengan esa misma oportunidad”.
–¿Por qué ha estado detenido?
–Porque a los socios de este rastro les hace falta un poquito más de inversión. Los socios, parece ser, no todos han aportado su cantidad, eso los tiene detenidos.
El costo de una infraestructura de esta naturaleza, señaló de Lucas, está entre los 50 y 60 millones de pesos.
Añadió que la administración federal sólo puede financiar “una pequeña parte”, por lo cual resulta necesaria la participación de una sociedad anónima.
Con todo y lo anterior, Julio César Padilla, expresidente de la Asociación de Porcicultores, dijo que sólo hace falta “una décima parte de la inversión”.
“Ahorita de hecho se está tramitando un crédito con alguna financiera para poder terminarlo, esperemos este año ya estar matando ahí”.
–¿Cuánto le tocó poner a los productores?
–El 80 por ciento, aproximadamente.
Al señalar que un lechón de 25 días de nacido, con peso de entre siete y ocho kilos, puede venderse en 600 pesos, Padilla apuntó que la conclusión del edificio es urgente.
Foto: Gilberto Barrón