- Sin conocer al menor, padres de familia de la primaria Francisco Zarco encadenaron la institución para evitarle la entrada
- Esta escuela es la indicada para el menor pues cuenta con una unidad de atención especial asegurando que el niño ya cuenta con tratamiento sicológico
Tras haber sido anunciados de la integración de dos niños provenientes de otras instituciones a la escuela primaria Francisco Zarco, ubicada en Paseo de la Cruz esquina con Colón, padres de familia encadenaron la escuela para evitar la entrada de los niños a clases ya que uno de ellos se trata del acusado de agresividad en la escuela Benemérito de las Américas.
Érica Padilla y María Elena Herrera, dos de las madres inconformes, aseguraron que el integrar al menor a esta nueva escuela expone a sus hijos a ser agredidos y acosados por lo tanto no llevarían a su hijos hasta que las autoridades respondan a su demanda, “es un peligro para los demás niños, el problema está en los padres de él que no aceptan la situación, el niño hace lo que ve en casa”, al cuestionarles si no estaban estigmatizando al menor antes de conocerlo, respondieron en tono molesto y alzando la voz que, si no era así, por qué lo habían cambiado de escuela y había salido la noticia en los medios.
Por menos de una hora exigieron a las autoridades del Instituto de Educación presentes evitar dicha integración, sin embargo por parte de la coordinadora del centro educativo, Ana Luisa Mejía se les recordó ser un acto que violentaba los derechos de los demás niños por lo que minutos después de su llegada esperaba la asistencia del área jurídica y contraloría del IEA para hacer el corte de cadenas y candados, y dar apertura nuevamente a las clases normales.
“El estado tiene la obligación de proporcionarle educación a todos los alumnos sin discriminar ni marginar a nadie”, destacó que esta escuela está en condiciones favorables para la atención del niño acusado de acoso escolar pues cuenta con una Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular (USAER), integrada por sicólogos, además de ser una institución pequeña con tan sólo seis grupos, uno por grado, así como una unión muy sólida entre padres de familia, “el ambiente escolar se forma por la comunidad de padres, alumnos y maestros, todo esto conjunta un mejor clima para el niño”.
A pesar de las exigencias de los padres de familia se reabrió la escuela dando la entrada a todos sin restricción; por ahora sólo son dos alumnos pero en caso de haber la necesidad de integrar a más no se detendrán sólo por exigencias sin fundamentos de algunos padres, ya que los niños tienen un derecho constitucional llamado educación mientras que la sociedad tiene un compromiso de contribuir a que se mejore la convivencia.
Por el momento los padres del menor acusado no quieren dar ninguna declaración aunque reconocieron que es una lástima el que antes de conocer a su hijo ya le pusiera la etiqueta de agresivo. Las autoridades aseguraron que el menor ya se encuentra en el tratamiento sicológico que requería por lo que no tendrá ningún problema para integrarse en esta nueva institución.
Por su parte, integrantes de la Comisión Ejecutiva de Derechos Humanos, Anayeli Muñoz y Mario Álvarez Michaus lamentaron la actuación de los padres de familia ya que sin duda afectan los derechos humanos del menor y de los papás por declarar situaciones sin pruebas; es por ello que reiteraron la urgencia de la creación del consejo consultivo para la activación de la Ley para Prevenir y Erradicar la Violencia Escolar, puesto que hasta el momento salen a la luz más casos como éste sin poderse solucionar efectivamente.
Foto: Roberto Guerra