Durante muchos años, poco más de 20, tuve la oportunidad de producir y conducir un programa de radio llamado así: “Desde Liverpool” que evidentemente versaba sobre el tema de The Beatles, lo empecé en 1990 en XENM Radio 1320, después, cuando apareció 92.7 FM en noviembre de 1997, también parte de Radio y Televisión de Aguascalientes, el programa se mudó a esta nueva frecuencia en donde permaneció vigente hasta el verano de 2011, año en que por dignidad renuncié a mi puesto como productor de este organismo. Durante estos poco más de 20 años hubo un corto período, cerca de ocho meses en que lo hice también en la frecuencia de Estéreo Mendel, en el 103.7 de FM. Más recientemente, en la última etapa de este programa, lo hice por un año por primera vez en televisión en el canal 30 de Ultravisión, esto fue de finales de 2011 a finales de 2012.
Independientemente de dónde lo hice, siempre conté con el favor de un auditorio numeroso y muy generoso con el que siempre estaré agradecido y del que además, y esto es lo más importante, me hice de algunos muy buenos amigos. Bueno, pues todo este asunto es para decirte por qué al Banquete de este día he decidido llamarle “Desde Liverpool”, y específicamente el día de hoy, viernes 7 de febrero de 2014, si te gustan los Beatles sabrás que hoy se cumplen 50 años de que el cuarteto de Liverpool llegó por vez primera a los Estados Unidos, o como solía referirse John Lennon a este país: “la tierra de Elvis”.
Una vez conquistada la Gran Bretaña y algunos países europeos, concretamente Alemania, con una naciente pero todavía insípida Beatlemanía, el siguiente paso era obvio, conquistar América, pero no lo querían hacer sin estar seguros completamente del éxito, así que decidieron esperar hasta contar con un número 1 en las listas de popularidad estadounidenses, esto lo consiguieron con el lanzamiento del tema “I wanna hold your hand”, después de esto, pudieron entrar al difícil mercado norteamericano como cuchillo en mantequilla. Llegaron el 7 de febrero de 1964, yo estaba cerca de cumplir un año de edad, nací el 18 de marzo de 1963, y mientras en Aguascalientes y buena parte del territorio nacional las calles de nuestras ciudades se cubrían del fascinante color morado de las jacarandas en flor, característico de esta época del año, en Nueva York estaban a muchos grados centígrados bajo cero, pero esto no fue impedimento para que miles de personas, se calcula que cerca de 10 mil esperaran la llegada de The Beatles en el aeropuerto John F. Kennedy, uno de los dos de la urbe de acero, aquí es el punto en el que podemos considerar que había nacido la Beatlemanía, el resto de la historia ya la conocemos, se empezó a tejer uno de los documentos más increíbles y fascinantes en el mundo, no sólo del rock, sino de la música en general.
Yo creo que mi gusto por Los Beatles viene desde el mismo seno materno, desde niño en mi casa se escuchaba la música de este cuarteto de Liverpool, cada vez que escucho el disco de “A Hard day’s Night” que en México se conoció con el bobo y carente de sentido nombre de “Yeah! Yeah! Yeah!” se me vienen a la mente escenas de mi casa, cualquier cantidad de escenas en donde veo a mi mamá cocinando, a mi papá dibujando en su restirador mientras escucho la canción: “When I get Home” o la de “I’m happy just to Dance with you”, pero principalmente “I Should have Known Better”.
Crecí escuchando, lo mismo que a Beethoven, Tchaikovsky o Mozart, con las canciones de los Beatles. Mi gusto por la música pronto me llevó a comprar mis primeros discos, todavía en 45 rpm. Cada Navidad, cada cumpleaños era una oportunidad de incrementar mi todavía incipiente colección de discos, y muchos de esos era de The Beatles, de hecho recuerdo que mi primer L.P. me lo compró mi papá en aquella tienda que no existe más pero que estoy seguro que si tienes más o menos mi edad y eres melómano, habrás comprado más de un disco en Electro AB, aquella tienda ubicada en la esquina de Juárez y Madero, pues ahí fue donde mi papá me regaló, no recuerdo el motivo, eso es lo de menos, mi primer disco en larga duración, fue el de “Let it Be” y recuerdo su precio, costó 80 pesos, claro, ya las conversiones resultan inútiles, no sé cuánto sería el día de hoy considerando nuestro anémico poder adquisitivo.
Poco a poco y con muchos esfuerzos me fui haciendo de una colección musical, considero que muy decente y completa, no sólo con la discografía completa de The Beatles y sus producciones solistas, sino de otros grupos y solistas de rock, además claro de la música clásica, el jazz y el blues, fuera de estos lenguajes musicales, nada, absolutamente nada me interesa.
Pues ya armado con una colección de discos más o menos respetable, pero todavía inconclusa, y así lo será siempre, empecé a tener el interés por compartir mi música con mis amigos, pero era muy celoso, lo sigo siendo, y no me gustaba prestar mis discos, sigue sin gustarme, así que la mejor manera de compartir mi música era a través de las ondas hertzianas, así que inicié mi vida en la radio, siempre apoyado por David García (q.e.p.d.). Algunos años después, Héctor Ramos Esparza, operador de grabación de radio o El Kircho, como lo conocemos los cuates, me dijo: “Hay que hacer un programa de The Beatles, que sea de complacencias” y así, por una buena ocurrencia de mi amigo El Kircho, es que nació “Desde Liverpool” programa que quiero recordar hoy contigo, 50 años después de que Los Beatles llegaron a la tierra de Elvis.