Bradbury y sus bomberos / De imágenes y textos - LJA Aguascalientes
21/11/2024

Son 451 grados fahrenheit o 233 grados centígrados los que necesita el papel para arder y desaparecer de la faz de la tierra.

En la novela de Ray Bradbury titulada Fahrenheit 451 los bomberos se dedicaban a quemar libros y por consiguiente terminar con todas las bibliotecas de la ciudad porque el gobierno no quería una sociedad preparada.

Lastima que el maestro Bradbury murió en 2012 de lo contrario hubiera podido trabajar como asesor sociopolítico mediático de la actual administración; aún con una actualización en redes sociales e internet seguramente iba a encontrar cierto grado de dificultad para deshacerse de estos medios novedosos pero con ayuda de nuestro editorialista internacional Noam Chomsky seguro sacaba la chamba.

A quemar libros y medios no deseados, a cancelar concesiones, a controlar el internet, a mantenernos informados educados y entretenidos, si no qué más.

Revise usted el panorama y verá que son los mismos dueños del país los que sin una estrategia mercadológica bien estructurada nos hacen rehenes de la desinformación, no se vaya tan atrás, recuerda la Cumbre de Líderes de Norteamérica celebrada el 19 de febrero en Toluca, Estado de México, donde Canadá, Estados Unidos y México compartieron flashes para todos los medios, porque de los ocho acuerdos mejor ni escribir, no vale la pena gastar tinta.

Recuerde la portada que la revista Time del día de la bandera, la imagen contundente del señor presidente acompañada de una frase de apoyo “Salvando a México”.

Al más puro estilo de los anuncios cinematográficos nos encontramos con un perfil que refuerza la idea de la mejoría tan esperada por todos. Michael Crowley columnista de la citada revista reconoce a la actual administración mexicana dejando claro que hace cinco años nuestra tierra era un caos, a dos minutos de un colapso fulminante y sin esperanza alguna; pero ahora Crowley dice que el panorama cambió “las alarmas están siendo reemplazadas por aplausos” y que desde su perspectiva este sorprendente cambio es producto de las reformas estructurales que se han venido concretando. Perfecto, qué bueno que medios tan prestigiados como la revista Time nos vean con esos ojos, Don Ray no vaya a quemar esa publicación, son de las que valen la pena conservar.

Y así comienza la historia que concluye parcialmente con la cereza en el pastel del sábado 22 de febrero de 2014, nos tenemos que deshacer de toda aquella crítica negativa publicada por cualquier medio conocido o por conocer que empañe tan valiosas líneas del gringo y complementarlas con otras buenas noticias como la Cumbre de Toluca y saborear las mieles del aparente triunfo en el combate al crimen organizado, aunque sea difícil de creer.

Es ahí donde entraría en acción la Dirección Fahrenheit 451 con su titular Montag, destacado bombero que aunque dudoso del cumplimiento de su deber, listo para entrar en acción.


Analice usted cuánta información se presenta día a día sobre la captura de Joaquín Guzmán Loera, presentado vivo, no ante los medios de manera oficial, pero sí captado por las cámaras de las televisoras. ¿Cuánta de esta información es verdadera, que tanta se debe desechar? En qué momento Montag entrará en acción para limpiar las redes de todo material nocivo para la sociedad.

La noticia fluye no se detiene y levanta suspicacias, hasta el mismo Andrés Manuel pone en tela de juicio la captura. Dígame usted ¿cuánta información tiene al respecto la cual, al momento de compararla coincida? Falta de precisión en el día y fecha de la captura, dudas sobre su identidad, su paradero real, su muerte en el penal y su nueva fuga.

Independientemente de que la noticia vende, como en su momento la captura y muerte de Osama Bin Laden, la muerte de Amado Carrillo en el quirófano o el mismo caso Colosio, la constante en estos cuatro casos es que no contamos con la suficiente información para creer, sí estimado lector, para creer.

El caso del sábado con todo y su impacto mediático pierde rating, se apagan los reflectores poco a poco y la razón principal es que los bomberos de la Dirección Fahrenheit 451 no hicieron a tiempo su trabajo. El control de la red, el manejo de los medios, el repliegue de los rumores y las declaraciones oficiales no se dieron.

A todo esto, súmele que la sociedad a pesar de no reaccionar ante ciertos estímulos negativos ya no cree del todo en los medios informativos, no cuestiona a quién debe hacerlo pero sí comenta y manifiesta su incredulidad.

Cada héroe tiene a su enemigo de cabecera sin el cual no podría ser quien es, Batman tiene al Guasón, el Hombre Araña al Duende Verde y parece que nuestros gobiernos copian el esquema, el  PRI tuvo a los zapatistas, a Joaquín Guzmán Loera y a Rafael Caro Quintero, el PAN a ellos mismos y con el regreso de los héroes al poder, regresan sus villanos.

No pasa nada estimado lector, son ciclos que se cumplen y que la sociedad debe aguantar como los machos.

 

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Twitter: @ericazocar


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