Vecino, vecino. ¡Vecino, vecino, aquí hay un asesino! Es lo que repetían una y otra vez, unas cien de personas en un domicilio en torno a la avenida General Barragán, a la altura de Vázquez del Mercado.
Cinco perros fueron envenenados por un vecino asesino. A este vecino no lo califico de presunto, porque efectivamente este poco grato vecino a quien llamaremos Felipe Villano (cualquier parecido con su nombre real es mera coincidencia), pues simplemente no tolera ni a sus vecinos, ni a los perros. Contra los primeros no puede hacer mucho porque ellos tienen medios de defensa, pero contra los segundos -seres indefensos- sí pudo el muy valiente Felipillo Villano. Pero oiga usted lo que voy a contarle ¡Que se le arma la de Dios es padre! Y un centenar de personas de esas de la tierra de la gente buena, de esas que respetan y defienden la dignidad y vida animal ¡Se le apersonaron a Lipe Villano en las puertas de su casa!
Además de gritar ¡Vecino, vecino, aquí hay un asesino! Los cien en defensa de aquellos sin voz, también coreaban ¡Que salga, que salga! Y bueno, Felipe Villano, que sólo tiene agallas contra los imposibilitados; no salió, no salió y no salió. Eso sí, con la bravura que caracteriza a Lipe el asesino, atisbó varias veces entre las cortinas de su ventana, para cerciorarse si los cien seguían ahí o no.
Al término de la singular manifestación ciudadana, se le dio lectura a una carta de amonestación redactada y firmada por los ahí presentes, así como por las organizaciones que participaron tales como Garra A. C., República Animal Aguascalientes, Dignidad Perruna y Ángeles de Mascotas. De la amonestación se entregó copia al doctor Fernando Ortiz, como autoridad municipal facultada para actuar, así como a la agencia del ministerio público estatal por su facultad de investigación en torno a los hechos.
Enrique Esparza, activo rescatista independiente y uno de los cien; se acercó con esta cocinera política para manifestarle que aún confía que en este caso y los similares, se cumplan tanto el Reglamento para la Protección y Trato Digno a los Animales del Municipio de Aguascalientes, como la Ley de Protección Animal para el Estado de Aguascalientes. Yo no sabría qué decir a Enrique Esparza, acerca de su confianza en la aplicación de la ley y el reglamento. Lo que sí queda claro en esta cocina, es que el implacable Felipe Villano, pasó de la agresión pasiva a la activa sin la menor preocupación por las consecuencias. Si nadie le pone un hasta aquí a este vecino asesino, mañana sus malévolas acciones se reflejarán, no en esta cocina política, sino en la nota roja de los medios de comunicación locales: las autoridades tienen la palabra.
¿Quién es el otro asesino? Cafecito en mano, lea usted el hermoso texto que la empresaria Mtra. Ivett Minjares me hizo llegar: nuestros antepasados (se refiere al antiguo oriente) buscaban un árbol para abrazarse a su tronco, cuando se sentían angustiados o cargados de problemas. Por el tronco fluye la savia que da energía directamente a la tierra, cada vez más naturópatas lo recomiendan. Es una forma gratuita de sentirse en comunión con la naturaleza. Cuando caminamos entre los árboles en un parque o un bosque podemos llegar a sentir la energía que desprenden. Los maestros de la antigüedad creían que cada árbol poseía un espíritu sabio y que sus rostros podían verse en la corteza de sus troncos y sus voces escucharse en el sonido de las hojas moviéndose con el viento. Los árboles nos ayudan a establecer contacto con el poder de la naturaleza, nos dan herramientas para sanarnos, relajarnos, fortalecernos, cargarnos de energía vital y son portadores de los mensajes de la madre tierra. Existen cada vez más personas que han comprobado los beneficios de abrazar los árboles. Inspirador, ¿cierto? ¡Lástima que en Aguascalientes capital ya no tendremos 350 árboles para abrazar!
¿Quién es el otro asesino? Esta cocinera no lo sabe. Lo que sí puedo decirle es que la empresa Inmobiliaria Imagen derribará sin el menor cargo de conciencia 350 árboles, la mayoría huizaches y mezquites que superan en promedio los ochenta años de edad, para construir un centro comercial en lo que fue el Balneario Ojocaliente. Lo que puedo informarle es que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) delegación Aguascalientes, a cargo del profesor Sergio Augusto López Ramírez, con origen en el Partido Verde Ecologista estatal, estampó su firma en la licencia respectiva sin armonizar su actuación con las ideas que defiende su organización política. Lo cierto es que la Presidencia Municipal de Aguascalientes, argumenta con penosa debilidad que “como ya todos los demás firmaron, pues yo también tengo que firmar”. Así que, apreciable lector, estimada lectora, ayúdeme Usted a descifrar, al margen de quien lo realice materialmente ¿Quién es el responsable “moral” de la muerte de 350 árboles? Ese (o esos) es sin duda el otro asesino.
En mi cocina hoy no se conversa de todo. Hay un silencio luctuoso por los 5 y por los 350.