Yo sé que no es cool para un crítico de cine admitir -aunque muchos lo piensan- que no les gusta Woody Allen, sin embargo yo no tengo empacho en decirlo, pues aunque muchas de sus primeras películas, como Anna y sus hermanas me gustaron, la mayoría me parecen repeticiones de la misma historia y odas a las propias “particularidades” y excentricidades del director, manteniendo en un lugar muy aparte a Media noche en París que es una de mis cintas favoritas de todos los tiempos y, tal vez, a Match Point, la cual me tuvo en el borde del asiento todo el tiempo.
Jazmín Azul, es un largometraje entretenido, eso no hay forma de negarlo, el cual cumple el trabajo de mantener interesada a la audiencia durante la hora y media de proyección, arrancándoles, incluso, un par de carcajadas y dos que tres sonrisas más, pero sobre todo muchos ¡wows! ante la soberbia actuación de la protagonista Cate Blanchett, quien con su desempeño como Jazmín lleva en sus hombros el peso entero de la película y es, sin duda, la única responsable del poco o mucho éxito que ha logrado la cinta alrededor del mundo, pues más allá de un discreto apoyo por parte de Sally Hawkins quien interpreta a Ginger, su hermana, y de una fría -yo diría ártica- colaboración de Alec Baldwin como su esposo, ninguno de los otros actores le hacen sombra (pero tampoco resaltan) a la actuación de la histrión.
Tenía yo interés especial por ver este largometraje porque había escuchado comentarios que insistían en que Jazmín azul era una adaptación “encubierta” Un tranvía llamado deseo y eso picó mi curiosidad pues Woody Allen, aunque no sea uno de mis directores favoritos, siempre me ha parecido que es original en la elección de sus temas y, sobre todo, en su manera de visualizarlos y ejecutarlos.
Ahora que vi este filme, les puedo comentar que efectivamente tiene muchos puntos en los que es similar a la obra de Williams: una mujer de alta sociedad (o cuna en el caso de Tranvía) venida a menos, con aires de grandeza, dañada de sus facultades mentales por circunstancias -al parecer- ajenas a ella, que termina yéndose a vivir con su hermana la cual es diametralmente opuesta a ella, esta momentánea “solución” a sus problemas causa conflictos con la pareja sentimental de la hermana y todo termina en una confrontación que termina por lanzarla por la borda de la sanidad mental.
Más allá de las similitudes, lo que resaltan más son las diferencias pues mientras en Tranvía está siempre latente la violencia, el rencor, la sexualidad y la pasión, sobre todo encarnada -y provocada- por Stanley el esposo de Stella, la hermana; en Jazmín azul todo el fuego está en la protagonista, pues los tres personajes masculinos relacionados con Ginger -el ex esposo, el novio y el amante- solo llegan a ser meras caricaturas de violencia y confrontación, palideciendo y desapareciendo ante la personalidad de Blanchett.
Pero, ustedes juzguen, les cuento la trama, Jazmín llega a San Francisco a vivir con su hermana Ginger tras haber sufrido un tremendo descalabro. Después de haber sido participante activa de la alta sociedad de Manhattan, lo ha perdido todo a causa de los criminales manejos económicos de su esposo, ahora no tiene nada y se aferra con decisión a su ropa Channel, su bolso Hermès y su equipaje Louis Vuitton quienes son los únicos testigos de su pasada gloria.
La vida con Ginger no es muy placentera para Jazmín pues la considera de una categoría menor a lo que ella se merece, odia a Chili, la pareja actual de su hermana, y continuamente lo sobaja tratando de impulsarla para que aspire a algo mejor.
Entre los vapores del vodka que consume en exceso y los efectos de las pastillas tranquilizantes, Jazmín intenta regresar a estudiar mientras trabaja en un empleo de recepcionista que obviamente aborrece, todo en pos de la vida que perdió y que continuamente la persigue -a manera de flash backs- dejándola abatida y conversando sola con sus fantasmas.
Mientras todo esto sucede, los espectadores vamos hilando lo que realmente sucedió antes en la vida de la protagonista y conocemos los motivos que la han impulsado al borde de la locura.
De manera fortuita, Jazmín se encuentra nuevamente a punto de conseguir regresar a su antiguo estilo de vida, al mismo tiempo que la existencia de Ginger se ha salido de curso, otra vez, por la continua intervención de su hermana.
Finalmente, todo vuelve a ser como al principio de la cinta y la culpa recae en quien fue responsable desde el inicio, pero ahora ya todos conocemos la verdad.
Jazmín azul es una buena opción para mantenerse calientito dentro del cine en estas tardes heladas, sólo no esperen encontrarse con la película que todo el país aguardaba, para ello hay algunas otras opciones en cartelera…seguiré informándoles al respecto.
Productor: Letty Aronson, Stephen Tenenbaum y Edward Walson, escrita y dirigida por: Woody Allen; Fotografía: Javier Aguirresarobe; Edición: Alisa Lepselter; Elenco: Cate Blanchett, Alec Baldwin, Louis C. K., Bobby Cannavale, Andrew Dice Clay, Sally Hawkins, Peter Sarsgaard y Michael Stuhlbarg; Duración 1 hora 38 minutos.