Washington, D.C. Unión Americana. 21 de enero de 2013. Empleando su mejor oratoria, tratando en momentos de imitar la elocuencia de su malogrado antecesor, John F. Kennedy, Barack Hussein Obama, en su segunda toma de protesta como mandatario, delinea la visión de su país en el contexto mundial cuando dice: “Los Estados Unidos son el ancla de las alianzas fuertes en cada rincón del globo…apoyaremos la democracia desde Asia hasta África, desde las Américas hasta el Medio Oriente, porque nuestros intereses y nuestra consciencia nos obligan a actuar en nombre de aquellos que ansían la libertad”.
La escena arriba descrita sirve como introducción al presente artículo, el cual tiene por objetivo explicar al amable lector cuál será la temática en materia de política exterior en su Mensaje del Estado de la Unión, y cómo ello concierne a México.
El año pasado, Obama dedicó diez minutos, en su Mensaje del Estado de la Unión, a los asuntos internacionales prioritarios para la nación de las barras y las estrellas. La guerra en Siria, el eterno conflicto entre Israel y Palestina, la lucha contra Al-Qaeda, el acuerdo respecto al programa nuclear iraní y la prisión de Guantánamo -ese “gulag caribeño”- tendrán quizá una mención directa u oblicua en el discurso que el presidente estadounidense dirigirá a su nación, debido a que el 2014 es un año de elecciones intermedias, y, por lo tanto, la política exterior no será prioritaria en la agenda política. A pesar de lo anterior, hay dos temas que conciernen a los intereses de México: inmigración y libre comercio.
Respecto al primer tema, la Casa Blanca parece haber adoptado la siguiente estrategia: emplear la mano dura con los inmigrantes ilegales -en el año fiscal 2012-2013 360 mil fueron deportados-, realzar los beneficios económicos y trabajar de la mano con los republicanos. En especial con el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, quien esta semana presentará un borrador sobre la cuestión basado en principios “conservadores”.
Boehner reconoce que el tema es toral para el futuro político de los republicanos, pues en la Unión Americana viven 55 millones de personas de origen hispano -de los cuales 33 millones son méxico-americanos-, los cuales tienden a votar por los demócratas. Sin embargo, el representante por Ohio enfrenta una resistencia por parte de los grupos conservadores, quienes “se oponen a otorgar la ciudadanía a los más de 11 millones de inmigrantes ilegales” (Los Angeles Times 08/01/2014).
Aquí cabe hacer una acotación: según el Centro Hispánico Pew en 2012 había en la Unión Americana 11.7 millones de inmigrantes ilegales, de los cuales 6.05 millones son de origen mexicano. El 60 por ciento de estos inmigrados se concentran en seis entidades federativas: California, Florida, Illinois, Nueva Jersey, Nueva York y Texas. Es decir, estados que deciden las elecciones presidenciales.
Por todo anterior, el tema de la inmigración es prioritario para México y, por ende, para la comunidad hispana en los Estados Unidos, a la cual Obama dirigirá un guiño electoral, pues en la galería de invitados se encontrará Estefanía García, joven de origen mexicano, ejemplo del Programa de Acción Diferida -mejor conocido como Dreamers, Soñadores en inglés- el cual busca evitar durante dos años la deportación de jóvenes indocumentados traídos como menores de edad por sus padres y que tengan educación universitaria.
En lo que respecta al libre comercio, Barack Obama posiblemente haga algún comentario relacionado al 20 aniversario de la entrada en vigor del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte). No obstante, la prioridad en la materia se centra en exaltar los hipotéticos beneficios de dos formas de asociación económica que están siendo negociadas: la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión y la Asociación Transpacífica.
Esta última tiene como propósitos activar las economías de los países miembros, incrementar sus exportaciones y generar más empleos. México ha estado inmiscuido, desde noviembre de 2011, en las negociaciones que buscan conformar un bloque económico a ambas orillas del Océano Pacífico, cuyo verdadero objetivo pareciera ser la contención de China.
Más todavía, Pedro Miguel ha advertido, en las páginas de La Jornada, que “las negociaciones hacia la firma de la Asociación Transpacífica son más incluyentes que las del TLCAN y abarcan aspectos como los servicios financieros, la propiedad intelectual y, por vía de ésta, el establecimiento de una vigilancia policiaca supranacional del Internet”.
Inmigración y libre comercio son los temas de los que habrá que estar pendiente del discurso de Mr. Obama.
Aide-Mémoire.- México, jamás, jamás, jamás debe olvidar que Cuba ha sido, es y será su “cuarta frontera”.
Colegio Aguascalentense de Estudios Estratégicos Internacionales, A.C.