- Institución positiva para la sociedad mexicana: Mario Lavista
- Libertad por el saber es un lema que define muy bien las funciones de la institución: Manuel Peimbert
“Siempre he visto a el Colegio Nacional como una institución orientada y abocada a la contemporaneidad. Tiene como función ser transmisora del saber, siempre en aspectos que atañen al conocimiento contemporáneo y actual, referido tanto a los científicos como con los humanistas”, indicó el compositor mexicano Mario Lavista Camacho.
El miembro del Colegio Nacional desde el 14 de octubre de 1998 compartió su experiencia de 15 años como integrante de esa instancia a la que calificó como espléndida. “Creo que es un lugar realmente de primer mundo, donde hay un inmenso apoyo para que uno lleve a cabo sus actividades académicas, por otra parte tiene una amplia y continua actividad editorial”.
Comentó que como parte de sus actividades académicas organiza una serie de conferencias-conciertos, donde antes de cada presentación ofrece una charla. “Me parece que no vale la pena sólo hablar de música, siempre debe ir acompañada, esto me ha permitido presentar una serie de obras de los clásicos músicos mexicanos del siglo XX que para mí son Carlos Chávez, Silvestre Revueltas y Manuel M. Ponce, y obras modernas de la música de hoy. Me parece fundamental presentar lo que están componiendo los jóvenes mexicanos”.
El compositor y músico dijo estar consciente de que antes de su ingreso al Colegio Nacional, formaron parte dos grandes músicos: Carlos Chávez, fundador de la institución y el director de orquesta, Eduardo Mata. “Yo he tratado, de una y otra manera, de continuar con las enseñanzas y las conferencias que llevaron a cabo en el Colegio”.
Mario Lavista recordó cómo fue aquel día en el que entró formalmente a la institución cultural. “Fui propuesto como candidato a miembro del Colegio Nacional por varias personas de la sección de humanidades y arte. En el acto me dio la bienvenida José Emilio Pacheco y yo ofrecí mi primera clase la cual titulé El lenguaje del músico, en la que hice un recorrido por la historia de la música del siglo XX, el discurso fue respondido por Alejandro Rossi, una de las personas más admirables e inteligentes que he conocido en mi vida, fue una distinción que él contestara”.
Para el director de la revista Pauta, su ingreso al Colegio Nacional es un privilegio, un altísimo honor y una gran responsabilidad. “La institución reúne a diferentes protagonistas de la vida cultural y científica de México. Tener como compañero de silla a Miguel León-Portilla me parece una de las mejores cosas que me ha pasado. Estar en el Colegio me ha permitido llevar a cabo una serie de actividades interdisciplinarias, como el contar con la colaboración de varios miembros que no necesariamente son músicos”.
“El modelo académico del Colegio Nacional es la excelencia y hay que sostenerla día con día, conferencia tras conferencia, charla tras charla, concierto tras concierto, hay que estar muy consciente de que el Colegio exige excelencia académica, excelencia en las actividades que uno lleva a cabo, excelencia en los textos que uno publica”.
Como una de las críticas al Colegio, el creador emérito del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fonca, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, dijo que en 70 años del Colegio Nacional sólo han formado parte tres músicos. “Me parece que en México hemos tenido muy buenos músicos y seguimos teniéndolos, creo que el Colegio habría de tener entre sus miembros a dos o tres músicos, porque existen artistas de generaciones más jóvenes a la mía que harían una actividad espléndida dentro de él”, aseguró.
Subrayó que el Colegio tiene una serie de convenios con instituciones del interior de la República para ofrecer una serie de actividades y éstas no se centralicen en el Distrito Federal.
“Este programa de actividades me parece fundamental sobre todo pensando en las terribles crisis educativas que sufrimos en el país. En los momentos de crisis es necesario y fundamental insistir en la excelencia, que hay que seguir enseñando y transmitiendo, porque la crisis es tal que no hay que doblar las manos, al contrario es el momento para seguir con lo que realmente uno considera lo mejor para el país. Sin duda una de las mejoras que se le puede dar a México es el ejercicio de la docencia”.
El miembro de la Academia de Artes apuntó que la institución es un recinto donde todos sus miembros ejercen su actividad en total libertad, no existe ningún tipo de censura en la transmisión del conocimiento y del saber.
La creación del Colegio Nacional, en cierto sentido es una demostración de que el Estado Mexicano se interesa en el libre desarrollo de las distintas disciplinas del conocimiento que favorecen y fomentan la cultura de todos los mexicanos, compartió el investigador Manuel Peimbert Sierra (Ciudad de México, 9 de junio de 1941), reconocido astrónomo quien ingresó a la institución mexicana el 26 de mayo de 1993.
El galardonado con el Premio Nacional de Ciencias 1981 destacó que en el Colegio Nacional “podemos enfocar y discutir todos los problemas culturales del país, el futuro de la cultura en México, incluyendo las artes, las ciencias, las humanidades y las tecnologías desde la perspectiva que dan las distintas especialidades representadas”
El doctor honoris causa por la UNAM indicó que las discusiones entre los miembros de la institución han llevado a organizar ciclos de conferencias no nada más en su área de especialización, sino también sobre temas interdisciplinarios. “Organizamos series de conferencias sobre temas de una sola especialidad como pueden ser los descubrimientos más recientes en un tema específico de las ciencias, estas conferencias se presentan en la sede del Colegio Nacional, en otras instituciones educativas del Distrito Federal y de los estados de la República”.
Apuntó que la institución, que intenta conjuntar todas las ramas del conocimiento, las artes, las humanidades y las ciencias, está interesada en fomentar el desarrollo de la cultura de todos los mexicanos, desde los aspectos más generales hasta los más especializados.
“Es fundamental que la República se interese por todos los problemas actuales para tratar que todos los mexicanos tengan acceso a la cultura y así lograr atenuar las desigualdades sociales, lo cual permitirá fortalecer la conciencia de la nación”, señaló.
En su discurso de ingreso, el investigador de tiempo completo de la Universidad Nacional Autónoma de México expresó sentimientos de gratitud, respeto y admiración a sus amigos Guillermo Haro y José Ádem, quienes lo propusieron para ser miembro del Colegio Nacional. Expuso que la astronomía, además de ser la ciencia más antigua, es probablemente la más internacional de todas, no sólo por su temática, sino también por la manera en que se desarrolla la investigación.
Dijo que su elección como miembro es una distinción más que se otorgó a la astronomía mexicana, ya que en el pasado Guillermo Haro y Arcadio Poveda fueron también distinguidos. En la respuesta a su discurso Julián Ádem expresó que Manuel Peimbert enriquecería las actividades del Colegio Nacional al brindar lecciones en la más alta cátedra que el gobierno de la República ha creado, para honrar a mexicanos insignes en las ciencias, las artes y las letras.
Al referirse al momento en el que fue informado de su ingreso al Colegio Nacional, Manuel Peimbert recordó le dio una enorme alegría. “Es una distinción permanente en el sentido de que no es sólo el ingreso sino la permanencia en el Colegio Nacional que por mí es muy apreciada”.
“Ser miembro me ha enriquecido mucho. Me ha acercado a otras personas que se dedican a otras áreas del conocimiento y de la cultura y al mismo tiempo me ha llevado a visitar varios lugares de la provincia a dar conferencias lo cual me acerca más a la gente y a tratar de divulgar lo que hago, que en gran medida es muy especializado. Entonces hay que tratar de generalizarlo para que sea apreciado por otros públicos”.
Sobre si ha sido complicado cumplir con el reglamento de labores, comentó que ha habido mucho apoyo de parte de los colegas y de la institución. “Estas actividades son de alguna manera una extensión de la labor de docencia que realizo en la UNAM, con ellas me di cuenta de la importancia que tiene el tratar que la cultura se extienda por todo el país, y que esto tenga una repercusión social”.
Destacó el acercamiento con la provincia, “Llevar conferencias a todas las instituciones de educación superior y de cultura en la República es muy importante, estamos todo el tiempo actualizando, buscando la manera de establecer conexiones con otros lugares, […] nos tenemos que modernizar y usar las nuevas tecnologías para difundir el conocimiento lo más que nos sea posible”.
Manuel Peimbert indicó que en el Colegio Nacional existe una gran libertad para hablar de todos los temas. “Para desarrollar la cultura la libertad es sensacional. ‘Libertad por el saber’ es un lema que define muy bien las funciones de la institución”.
En su opinión el Colegio Nacional es el reflejo de lo que tiene la nación y busca que la educación llegue a todos los mexicanos, no sólo la especializada sino también la cultura en general, por ello su preocupación de que ésta sea parte de su identidad nacional. “Es fundamental para tener un país libre, soberano y con menos injusticia de las que tiene en el presente, su labor es enorme y debe ser permanente”.
Manuel Peimbert es uno de los científicos más reconocidos en el campo de la astronomía a escala mundial. A los 26 años de edad aportó evidencias importantes que confirman que el universo tiene una composición química uniforme; propone la presencia de inhomogeneidades de temperatura para entender las diferencias entre las temperaturas observadas en las nebulosas gaseosas.
Su primer trabajo sobre nuevas nebulosas planetarias lo publicó a los 19 años de edad. Su licenciatura en física la obtuvo en la Facultad de Ciencias de la UNAM a los 21 años, y su doctorado a los 26 años, en la Universidad de California de Berkeley. Teniendo únicamente 30 años de edad le fue otorgado el máximo nivel de investigador en la UNAM y recibió el premio de Ciencias de la Academia de la Investigación Científica.
A los 33 le fue conferida la Medalla Guillaume Budé del College de France. En 1981, a la edad de 40 años, recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales.
Con información de Conaculta