CEDH y PGJE revisarán señalamientos de tortura - LJA Aguascalientes
24/04/2025

  • Conforme, la familia se desiste en el caso del joven Ulises Morín Ortiz
  • “Alicia”, bonita niña plagiada, rescatada 14 años después como una bella señora

La buena noticia para la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) es que Ulises Morín Ortiz ya no es uno de los 381 expedientes difíciles que revisará el nuevo ombudsman; y para Eduardo Martín Jáuregui, el que Felipe Muñoz Vázquez tomó le iniciativa y le abrirá todas las averiguaciones previas conflictivas.

Mientras tanto, reportamos cómo una bonita niña de Pabellón con tan solo once años de edad, fuera secuestrada por tratantes de blancas y obligada a prostituirse con los hombres del subcomandante Marcos, en la Selva Lacandona, y fuera rescatada por la ombudsmanía aguascalentense 14 años después, ya convertida en una bella señora.

La Jornada Aguascalientes está en condiciones de informar que la familia Morín ha decidido dar carpetazo a su denuncia presentada el 19 de noviembre pasado, ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).

Personalmente, el procurador Muñoz Vázquez se entrevistó con el padre y familiares de Ulises, y luego de explicarles la naturaleza de la acción de autoridad y satisfacer reclamos de los ofendidos, se produjo el desistimiento, conoció el reportero en fuentes cercanas a la familia.

Los padres del joven lesionado, que sufrieran penosas enfermedades agravadas por aquella circunstancia, en estos momentos han recuperado la salud y reanudado con toda normalidad sus respectivas vidas. Ulises, por su parte, concurre semanalmente a una institución gubernamental a recibir terapia, padece de una neuropatía derivada de las lesiones y su salud mental también se ha normalizado.

Igual, de fuentes fidedignas, conocimos que el pasado viernes se llevó a cabo un encuentro de cortesía entre el nuevo ombudsman Martín Jaúregui y el procurador Muñoz Vázquez, donde se acordó en principio todas las facilidades para revisar aquellos expedientes de la PGJE que se hallen entre los 381 reportados por la CEDH y todos los relacionados con presuntas torturas.

Alicia, llamémosle así porque, tanto en la averiguación previa como en la investigación de la Comisión de Derechos Humanos estatal, el sigilo es imprescindible; tenía tan solo once años de edad cuando, en 1996, fuera víctima de los robachicos en Pabellón de Arteaga, donde vivía con sus padres. Se trataba de una familia en pobreza extrema; pepenadores, pues.

Además de la falta de dinero, los afectados sufrían también la ignorancia sobre los derechos humanos. Sus esperanzas se agotaron en el Ministerio Público, donde la averiguación terminó archivándose; no había más puertas por tocar hasta que se acercaron a la Oficina Regional de la CEDH en aquel municipio, en 2009.

La encargada de la Comisión en aquel año era Elizabeth González Landín, quien recibió la queja, a pesar de que sus padres la daban ya por muerta. En aquel 1996 Alicia era una niña bonita -esbelta, morena, ojos castaños, pelo negro- cuando fuera raptada.


La pesquisa de la ombudsmanía da cuenta de que Alicia había sido llevada a la selva Lancandona, donde era obligada a prostituirse, según consta en las fotos que ella misma traía consigo luego de ser rescatada, donde aparece con hombres del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Procreó cuatro hijos. En un descuido de sus costodios, y después de un cautiverio de 14 años, escapó y se dirigió a una ciudad, llamémosle San Cristóbal de las Casas, donde fue acogida por una familia.

Desde ahí empezaron a llamar por teléfono a Pabellón de Arteaga, preguntando por sus padres… Éstos reciben la noticia y corrieron a pedir ayuda a la Oficina Regional de la CEDH, donde se implementaron las gestiones para su rescate. Entraron en contacto con el gobierno de Chiapas, la ombudsmanía chiapaneca, y la localizaron.

Hay que hacer notar que el gobierno chiapaneco negó el apoyo a la CEDH aguascalentense. Después de un año de investigación de la CEDH, el momento culminante se produjo el 28 de septiembre de 2010, al pie del Monumento a la Revolución, donde tuvo lugar el reencuentro de Alicia con su familia, inenarrable; ya no se conocían.

Alicia, hoy de 29 años de edad y con cuatro hijos, está felizmente casada con alguien enterado de su historia; quienes la conocen afirman que es una bella señora, convertida también en uno de los orgullos ocultos del trabajo por los derechos humanos en Aguascalientes.

 

Foto: Roberto Guerra


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