Estimado lector, como que ya me está gustando esto de referir canciones para tratar de entender lo que pasa en este hermoso país, y como buen aguafiestas y miope de las buenas nuevas para el 2014, uno de mis propósitos para este año es ir a la óptica a que me hagan unos lentes de optimismo porque creo que me harán mucha falta estos próximos 12 meses.
Qué razón tenía el maestro Chava Flores cuando escribió la radiografía social de todos nosotros titulada “A qué le tiras cuando sueñas mexicano” , estamos listos para iniciar un año lleno de sueños a la mexicana.
De entrada, qué le pareció despertar ayer 1 de enero con el notición del primer gasolinazo; pues no que Pemex ya es del mundo y no sólo de los mexicanos y que eso nos iba a beneficiar como nunca, por lo menos eso dicen los spots de radio que escuchamos en todas partes. Pero creo que la cosa se puso peor, porque ahora padecemos un doble aumento, el ajuste mensual que venimos viviendo desde el sexenio pasado y el flamante impuesto avalado por el Congreso de la Unión el “Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS)”, esto quiere decir que con el incremento mensual y el nuevo impuesto la gasolina Magna queda en $12.32 pesos por litro, claro si la gasolinera se lo vende completo, pero si su coche sólo acepta Premium porque resulta que su motor es muy moderno y delicado entonces usted va a pagar $ 12.90 pesos por litro, y los motores a diesel $12.73.
“Lo bueno” es que este IEPS sólo se aplica este mes, como sea ya los demás serán de a nueve y once centavitos mensuales, sí, así como los hemos estado viviendo desde hace ya un rato.
Y luego, hágame usted favor con lo que nos salen: la Secretaría de Hacienda y Crédito Público SHCP dijo que el impuesto referido tiene como objetivo “atenuar el ritmo del crecimiento en las emisiones de gases de efecto invernadero”.
Qué ecológicos nos salieron no cree usted, pero entonces, y siguiendo la lógica de la Secretaría que encabeza el señor Videgaray este “único” impuesto debería aplicarse por zona geográfica, que nos disculpen los connacionales que viven en las mega urbes mexicanas, léase Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Puebla, tal vez Querétaro o León, pero a ellos que se los graben, nosotros qué culpa tenemos, ni “nata de contaminación” generamos, tenemos taxis ecológicos, patrullas ambientales que multan a los automotores contaminantes y líneas verdes que oxigenan la ciudad.
“Tú sigue soñando tranquilo, que al cabo ya ni hay smog”, como dice Don Chava. Es de esos sueños mexicanos que tenemos que cumplir… No más smog.
Ahora bien, ya está anunciado, tal vez no lo escuchamos porque nos despertamos un poquito tarde ayer, pero reflexione, con qué se mueve el transporte público, qué utilizan los vehículos que transportan alimentos, cuál es el combustible que utiliza el ferrocarril, cómo movemos los productos que se producen en las diferentes regiones del país, qué se necesitó para que usted tenga en sus manos en este momento La Jornada Aguascalientes.
“Sigue soñando que no hay contribuciones. Que no hay mordelones, que ya puedes ahorrar.”
Este incremento no viene solo, aguantemos sentados el aumento a todo lo demás; oiga, espere, debo cumplir con uno de mis propósitos para este 2014 y ponerme los lentes del optimismo para revivir aquella campaña de “únete a los optimistas”. La buena nueva es que para este año el salario mínimo tendrá un incremento por encima de la inflación.
Dicen los expertos que dicha inflación se espera en un 3.5 por ciento mientras que el aumento al salario mínimo es de un 3.9%.
En plata eso quiere decir que ahora tendremos 2.60 pesos diarios más, tal vez 52 pesos más al mes y con eso la libraremos sin problema alguno, esto recupera el poder adquisitivo de la clase trabajadora de nuestro querido México.
Creo que ese amigo Videgaray no le están saliendo las cuentas o quiere una nación más trabajadora, porque ahora usted y yo tendremos que conseguir un segundo o tercer empleo para completar para el gasto.
Lo peor de todo y como siempre lo refiero, aceptamos los ajustes con gran serenidad, revise usted y verá que los representantes de los trabajadores en general estuvieron de acuerdo con el raquítico aumento al salario mínimo.
A qué le tiras cuando sueñas mexicano, con todo su folclor su picardía, tan sincera, divertida y lastimosa a la vez, esa realidad que vivimos en lo general como sociedad y en lo personal. El egresado que sale con todas las ganas de triunfar pero que espera a que los clientes lleguen a su puerta, el candidato que piensa que sin padrinos ni relaciones públicas puede llegar a ocupar la silla de los derechos humanos, las señoras que todos los días despiertan listas para esperar el milagro del dinerito de la tanda o la venta informal.
Este 2014 los lentes del optimismo deberán repartirse de inmediato, pero acompañados del estuche duro que los proteja para que no se rayen y nos permitan ver con claridad el camino que más nos conviene. Y entonces así, sólo así salir adelante pese a nuestros gobernantes.
Twitter: @ericazocar
Foto: Archivo LJA