- Rinden homenaje como cierre del centenario luctuoso en el Museo Posada
- Seguirán reforzando los programas culturales en su honor así como los talleres de grabado en municipios y capital
Hace un año las autoridades culturales de Gobierno del Estado de Aguascalientes anunciaron que el 2013 sería llamado Año de José Guadalupe Posada en homenaje al centenario luctuoso del grabador aguascalentense; la mañana de ayer 20 de enero el Museo que lleva su mismo nombre celebró 101 años de su muerte con un pequeño evento protocolario escaso de personas pero lleno de historia.
Con la participación de la banda de guerra y escolta de la preparatoria José María Morelos y Pavón así como del coro de Ópera del Instituto Cultural de Aguascalientes se rindieron honores a la bandera y la guardia de honor en la imagen del grabador con la presencia del alcalde capitalino, Antonio Martín del Campo, Dulce María Rivas Godoy, titular del ICA y algunos funcionarios estatales en representación del gobernador del estado.
Después de un largo recorrido a través de numerosos eventos su obra se dio a conocer dentro y fuera del país con exposiciones en el extranjero, develación de una medalla que le ha dado el carácter de artista nacional para el mundo, libros que recopilan su obra magna, espectáculos alusivos a su trascendencia como artista y cientos de eventos culturales.
Desde Aguascalientes, su lugar de origen, se trabajó a lo largo del año para que niños, jóvenes y adultos conocieran y observaran las imágenes del artista logrando que se identificaran con Posada y sus personajes.
Después de sufrir el olvido, el nombre de José Guadalupe Posada se alza en la lista de personajes ilustres del estado dando muestra que la trascendencia en el arte es sinónimo de trabajo constante, lucha y preparación. Su obra logró que el mundo volteara los ojos a México y en específico a Aguascalientes, ya que sus críticas sociales y políticas hacían que la sociedad conociera más allá de lo que las autoridades dejaban saberse.
En voz de la directora del Archivo Histórico estatal, Bertha Topete Ceballos, se recordó que el historiador gráfico representó los problemas de una sociedad en la cual sólo existían dos clases sociales: la moda francesa y riqueza, y los mexicanos; la presencia de la muerte era muy marcada con tantas ejecuciones, de ahí la Catrina, doña Caralampia Mondongo y sus calacas ferrocarrileras, esqueletos figurativos que tuvieron voz y que hacen aún después de 101 años de haber dejado la tierra de los vivos, recordar al mundo los terribles problemas que México vivió hace más de un centenar de años.
Un 20 de enero de 1913 José Guadalupe Posada Aguilar dejó el mundo, dolido, solo y en total pobreza, sus restos fueron enterrados en una fosa común sin que nadie reconociera su identidad, “ya era hora de tomar a este artista como referente cultural, él nos dejó un legado invaluable tanto en cantidad como en calidad”, por ello Posada vivió, vive y vivirá en la memoria de todos los pueblos para siempre.
La fiesta continúa y su obra seguirá dando la vuelta al mundo mostrando que la muerte es más que un estado final del ser vivo.
Ahora se estarán reforzando los programas de taller de grabado en el Instituto Cultural tanto de la capital como en las casas de la cultura municipales así como diferentes programas artísticos que puedan tener presente por siempre la figura de Posada.
Foto: Gilberto Barrón