El pasado miércoles amanecimos con la triste noticia de que el Pleno de la Cámara de Diputados aprobó, en lo general y en lo particular, la reforma energética que modifica los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política para permitir la entrada de capital privado al sector energético.
La controvertida reforma energética que se suponía, era la propuesta de Peña Nieto, la que nos vendía el sueño de crecimiento y prosperidad en este gran país, la cual pensamos que sería respetada por los Senadores que protestaron cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanan; y digo se suponía porque al final fueron el ala ultraderecha del PAN y sus fallidos aliados así como los poderes fácticos de nuestro país, las piezas claves para la imposición de esta reforma dedicada al principal impulsor de las concesiones y privatizaciones: Carlos Salinas de Gortari, quien festeja sus sueños hechos realidad por la intercesión de su hijo predilecto engendrado en el grupo Atlacomulco; este ente perverso, presidente de ingratos recuerdos, quien, a la sazón, pretendió ampliar su mandato por la vía de la reelección y a quien, por cierto, le debemos la privatización de la banca a través de otro de sus hijos, el más gris; también le debemos la venta de Telmex, de las televisoras estatales, la privatización de las autopistas, etc… Además de que fue él quien abrió de par en par la puerta de la educación a la Iniciativa Privada y sus grupos confesionales. También fue quien entregó tremendo poder a Elba Esther Gordillo, campeona del nepotismo, dándole cheques en blanco para corromper y asesinar.
Como no recordar que Salinas, para legitimarse, mandó encarcelar a Joaquín Loera La Quina (recién fallecido) líder petrolero que fue acusado de “mantener ligas con delincuentes y de acopiar armas”, encarcelado en un espectacular montaje digno de una película de Hollywood. Hoy, al corrupto Carlos Romero Deschamps “le salió barato” quedando sólo fuera del consejo de administración de Pemex a cambio de su silencio y de no “sacarle sus trapitos al sol”, poniendo como ejemplo lo ocurrido a La Maestra, quien en público sólo exhibía bolsos caros, pero no escatimaba en el uso aviones privados o yates costosos; ¿será Romero Deschamps el “chivo expiatorio” de esta nueva concertación?
Lo ocurrido en el Senado de la República esta semana me deja sin calificativos, me apena sobremanera el saber que más de 70 años de defensa de los “logros de la revolución” tan presumidos por el partido en el gobierno, hoy sean canjeados para dar legitimidad a quien le tienen que pagar por los favores recibidos (al no hacer aspaviento por los votos comprados).
¿Cómo puedo nombrar estos “representantes populares”? vendepatrias, corruptos, entreguistas, antinacionalistas, agachones… ¿cómo? ¿Qué les falta para culminar su obra, rematar por kilómetros nuestro territorio, o vender por metros nuestro lábaro patrio? ¿Cómo llamarlos, cómo? creo que me faltarían calificativos para ellos, frente esta impotencia sólo me queda sumarme a lo expresado por nuestra compañera, la Senadora Layda Sansores en la tribuna más alta del país : “Vayan y privaticen a la p… madre que les parió, eso sería mucho mejor, porque al menos esa es suya: la patria no les pertenece, porque no se la merecen”.
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