Cuando salieron los libros de la serie de Los Juegos del Hambre de Suzanne Collins se me hicieron interesantes, no particularmente bien escritos pero sí cautivadores, y me refiero a interesantes comparándolos con otras publicaciones de ese mismo tipo, es decir, lectura playera, fácil…para pasar el rato. Pero cuando salió la primera película me sentí mortalmente ofendida, porque la historia planteada en el libro tenía poco que ver con lo presentado en pantalla. Me queda claro que rara vez la versión fílmica superará a la versión literaria, pero con la primera entrega de Los Juegos del Hambre, tanto guionistas como realizadores, siento que se quedaron cortos.
Quizás por esa razón tenía mis dudas con En llamas, pues de los tres libros es la historia que más me gusta y no estaba segura si prefería quedarme con mi versión (o sea, con cómo me imaginé yo las cosas al leerlo) o sí iba a dejar que Hollywood me lo arruinara -tal vez-, el caso, es que no resistí la tentación y estoy muy feliz de haberlo hecho.
En llamas es todo lo que Los juegos del hambre debió haber sido, entretenida, emocionante, majestuosa, con los efectos necesarios para traer a la vida el mundo post apocalíptico creado por Suzzane Collins y, lo mejor, perfectamente apegada a la novela; lo cual, debo admitir, fue bueno para mí y para quienes han leído los libros o visto la primera parte de la trilogía -aunque estoy prácticamente segura que el estudio responsable emulará lo hecho en Harry Potter y Crepúsculo y van a sacar cuatro filmes de los tres libros, hay que explotar la franquicia todo lo que se pueda-, pero que dejará con cara de what a los incautos que lleguen a verla sin tener el contexto adecuado.
El cambio de director, de Gary Ross -quien a mi gusto no tuvo la sensibilidad para hacer interesante la primera entrega- a Francis Lawrence -cuya experiencia en el mundo post apocalíptico incluye Soy Leyenda- le cayó muy bien a esta franquicia, me gustó particularmente el manejo de cámaras durante los juegos, pues en la primera cinta había tanto movimiento y tantas tomas en ángulos extraños que uno no podía entender (ni disfrutar) lo que estaba sucediendo. Ahora la aproximación en la arena fue distinta, más cercana, más detallada y mucho más clara, excepto en las muertes, pero sospecho que eso tuvo más que ver con cuidarse de no obtener una clasificación “C” que una decisión creativa -aunque también creo que la película hubiera tenido el mismo impacto sin tantos extreme close ups de la protagonista..
Las actuaciones también mejoraron en esta segunda parte, Jennifer Lawrence se ve más cómoda en su papel de Katniss y Josh Hutcherson resultó menos acartonado. Además fue un agasajo poder disfrutar un poco más del trabajo de Elizabeth Banks y Donald Sutherland. La adición de Jena Malone como la complicada Johanna me pareció muy buena pues ya era necesaria otra figura femenina con carácter en este filme.
La trama de esta película retoma la historia poco después del triunfo de Katniss y Peeta en los 74º Juegos del Hambre, tal parece que el hecho de haber sido obligados a decretar dos triunfadores no hace feliz al presidente Snow, pero a la gente de Panem esto le ha dado una esperanza.
Snow decide visitar a Katniss para amenazarla: si durante la “Gira de la Victoria” no lo convence a él y al país de que su amor por Peeta es verdadero y que no se trató sólo de un truco para sobrevivir en los Juegos, toda su familia va a sufrir las consecuencias.
A pesar de los esfuerzos de Katniss y Peeta para demostrar que están del lado del Capitolio, la gente de Panem insiste en ver a la chica como la insignia de la rebelión, ella –lo quiera o no- es su Sinsajo, el símbolo de libertad por el que están dispuestos a luchar, y morir.
La Gira, resulta un desastre y hay disturbios por todos lados, así que Snow y el nuevo maestro de los Juegos, planean una inteligente manera de deshacerse de Katniss al tiempo que destruyen su reputación como “símbolo del pueblo”. Cada 25 años los Juegos del Hambre tienen una emisión especial, se llama el Vasallaje y en esta ocasión, la novedad será que los tributos serán elegidos de los ganadores de cada distrito de otras emisiones de los Juegos. Eso está muy bien para los distritos 1 y 2 que tienen decenas de ellos, pero, como sabemos, el distrito 12 tiene sólo tres: Kantiss, Peeta y Haymitch.
Así, como podrán imaginar, Katniss y Peeta se ven arrastrados de nuevo a la arena, esta vez con la desventaja de que los otros 22 tributos son ex-triunfadores, todos ellos, amigos entre sí y favoritos de la gente, y todo parece apuntar a que la mejor manera de sobrevivir será haciendo alianzas, lo cual resulta casi imposible para la poco sociable, paranoica y testaruda Katniss.
En esta segunda parte nos queda claro que a la protagonista no le interesa en lo más mínimo ser la imagen de la rebelión, ella solamente quiere sobrevivir y defender a los que ella ama, pero, la resistencia tiene otros planes que no están dispuestos a compartir con su Sinsajo, cuando menos no todavía.
Este largometraje es palomero, diseñado para quienes conocen la historia y quizás, para algunos, resulta demasiado largo, 2 horas y media, pero, por otro lado, es extremadamente entretenido y, sin duda, una de esas películas creadas sólo para disfrutar, no se la pierdan,
Productor: Nina Jacobson y Jon Kilik; Director: Francis Lawrence; Guión: Simon Beaufoy y Michael deBruyn, basados en la novela de Suzanne Collins; Fotografía: Jo Willems; Música: James Newton Howard; elenco Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Liam Hemsworth, Woody Harrelson, Elizabeth Banks, Lenny Kravitz, Philip Seymour Hoffman, Jeffrey Wright, Stanley Tucci, Donald Sutherland, Willow Shields, Sam Claflin, Lynn Cohen y Jena Malone.