- Fue autor de 16 conjuntos urbanos y de 60 obras contemporáneas
- Director general del Instituto Nacional de Bellas Artes y presidente del Comité Nacional del International Council of Monuments and Sites
Considerado uno de los arquitectos más destacados desde la segunda mitad del siglo XX en México, el también pintor, poeta, orador, dibujante, coleccionista de dibujos y objetos de arte Luis Ortiz Macedo (Ciudad de México, 1933) falleció el martes 10 de diciembre a los 80 años.
Luis Ortiz Macedo fue arquitecto, maestro y doctor en arquitectura. Dirigió más de 80 obras de restauración monumental, fue autor de 16 conjuntos urbanos y 60 obras contemporáneas, entre las que destacan la Plaza de Santo Domingo y la Santa Veracruz, La Rotonda de la Personas Ilustres y las Plazas de San Fernando, Loreto y Santa Catarina.
También participó en algunos proyectos internacionales como los monumentos al Benemérito de las Américas en Roma, Guatemala y Santo Domingo (1972); del mismo modo, colaboró en el proyecto de la Plaza Juárez para la ciudad de Washington y en la restauración integral del Palacio de Bellas Artes (1972) y de la Pinacoteca Virreinal (1973).
Fue autor de más de 260 artículos para revistas y diarios, y 33 libros que se han convertido en obra de referencia para arquitectos y especialistas, entre los que sobresalen 40 siglos de plástica mexicana (1970), El arte del México virreinal (1971), Los monumentos de México (1984), Nuestra pintura mexicana (1986) y Ernesto Icaza, maestro del ingenuismo mexicano (1985).
En 1951 Luis Ortiz Macedo entró a la Academia de San Carlos e inició su práctica profesional realizando el proyecto de una casa en Tlalpan para la familia O’Connor. Al año siguiente creó el diseño de un departamento en Santa María la Rivera, además de intervenir la capilla de San Andrés Tepetlaco, en el Distrito Federal, y reconstruyó una sucursal del banco Banpaís en una casona de la Plaza de San Jacinto, en el sur de la ciudad.
En 1959 proyectó el anexo a la Parroquia de Tlacopan, involucrándose de lleno en el área de la restauración; en 1960 presentó su tesis con el tema Rehabilitación Urbana de la Áreas Históricas de la Ciudad de México, obteniendo mención honorífica.
En ese mismo año ganó una beca otorgada por el Banco de México y el gobierno de Francia para realizar estudios de restauración de monumentos en Europa, donde una vez terminados, permaneció dos años en el taller de arquitectura del Consejo de Europa ubicado en Estrasburgo, trabajando en problemas concretos de restauración.
En 1963 el arquitecto Juan José Torres Landa, entonces gobernador de Guanajuato, lo invitó a fundar la Escuela de Arquitectura de la Universidad del estado, y tres años después fundó el primer Instituto de Restauración de Monumentos.
En la Ciudad de México se integró al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en donde realizó un programa ambicioso junto al arquitecto Jorge L. Medellín para recuperar algunos de los centros cívicos de la Ciudad de México, como trabajos previos para recibir los Juegos Olímpicos de 1968.
Con tan sólo 19 años y a menos de la mitad de la carrera, Ortiz Macedo se inició en la docencia por invitación de Ricardo de Robina, arquitecto que marcó el rumbo del joven estudiante y con quien estableció una entrañable amistad.
La relación entre ambos llevaría a Luis Ortiz Macedo a entender a la arquitectura, su historia y preservación de manera novedosa, contrastándose con aquella que regía en la academia, presidida por el pensamiento funcionalista, para el que poco o nada importaba el pasado.
El trabajo de Luis Ortiz Macedo estuvo influido por notables profesores que impulsaron su formación: Juan de la Encina, consejero idóneo para su labor docente de la materia de Historia de la Arquitectura; Vladimir Kaspé, de quien Ortiz Macedo tuvo un recuerdo especial por su talento como arquitecto; y de Alonso Mariscal, Augusto H. Álvarez, Carlos Mijares y César Novoa, todos amigos, catedráticos y colegas profesionales que estuvieron siempre cerca de él.
Luis Ortiz Macedo ofreció numerosas conferencias en México y colaboró como docente en la Universidad Nacional Autónoma de México y en la Universidad Iberoamericana; de igual forma fue fundador y secretario del Seminario de Historia de la Arquitectura en la UNAM (1956-1960); secretario general (1968-1969) y director (unos meses de 1971) del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Fue director general del Instituto Nacional de Bellas Artes (1972-1974); presidente del Comité Nacional del International Council of Monuments and Sites (1977); director de Fomento Cultural Banamex (1982-1984), vocal ejecutivo del Consejo del Centro Histórico de la Ciudad de México (1984) y miembro del Seminario de Cultura Mexicana (a partir de 1985).
En abril de 2011, el arquitecto recibió un homenaje por sus 60 años de trayectoria por parte del Instituto Nacional de Bellas Artes a través de la exposición Luis Ortiz Macedo. Patrimonio, Cultura y Academia, montada en el Museo Nacional de Arquitectura del Palacio de Bellas Artes.
La exposición fue organizada conjuntamente con el mismo Luis Ortiz Macedo, contando en su totalidad con material preparado por él. La muestra estuvo conformada con materiales gráficos originales, fotografías y reproducciones que mostraron más de 150 proyectos que permitieron apreciar su labor arquitectónica y de restauración.
El objetivo de la muestra fue difundir y reconocer su trabajo, y en especial su labor en el rescate y restauración del patrimonio arquitectónico, además de mostrar sus aportaciones dentro de este campo con ejemplos representativos de su obra.
Entre los reconocimientos que recibió se encuentran la Medalla al Mérito otorgada por el gobierno italiano (1972), su incorporación como miembro honorario a The American Institute of Architects con sede en Washington (1972) y la Legión de Honor por parte del gobierno francés (1973).
Con información de Conaculta
Foto: Archivo LJA