En esta ocasión tengo interés en comentar con mis lectores algunos conceptos derivados de una primera lectura del Programa para el Desarrollo Urbano de la Ciudad de Aguascalientes 2040 (PDU2040), elaborado por el Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN). Me parece, desde una perspectiva personal, que ese documento propone un punto de inflexión en las directrices del desarrollo de nuestra ciudad. Y estas nuevas orientaciones pueden ser, en mi opinión, significativamente relevantes para la vida futura de la capital del estado. Permítanme, en lo que sigue, exponer por qué lo creo así.
Comencemos por subrayar, en primer lugar, a manera de antecedente, que la administración pública en el municipio de Aguascalientes, desde hace ya un buen número de años, ha tenido presente la necesidad de prever, en la medida de lo posible, el desarrollo de la ciudad. Y tales previsiones han sido empleadas para encauzar y ordenar su crecimiento. Consecuente con esa actitud, la autoridad municipal ha elaborado programas de desarrollo urbano que abarcan amplios periodos. Con la misma intención, hasta donde alcanzo a discernir, la administración actual, por conducto del IMPLAN, ha preparado el PDU2040 objeto de este comentario.
Este Programa, según mis experiencias en el tema, que derivan de mis años como miembro titular del Consejo Consultivo del Instituto, tiene en cuenta la lógica general de los Programas que lo han precedido, así como las disposiciones que rigen la elaboración de los documentos de este tipo. Entiendo que en los próximos días será sometido a la aprobación del Cabildo.
Es pertinente señalar que en esta ocasión el PDU2040 incorpora, además, lineamientos que proponen ajustes ante cambios observados en los años recientes. En ese sentido, en distintos ámbitos de interés para el desarrollo urbano, han ocurrido modificaciones de tendencias que no podían precisarse años atrás. Una de esas tendencias, de primer orden de significancia, se refleja en la tasa de crecimiento demográfico. En la ciudad ha disminuido sensiblemente. Ha pasado de un 5% de crecimiento promedio anual a menos de la mitad en la última década. Por consiguiente, de acuerdo con estos hechos, el PDU2040 presta mayor atención a los aspectos cualitativos de una vida urbana más acorde con una evolución demográfica menos exigente en materia de construcción masiva de vivienda. En este mismo sentido es pertinente señalar las cerca de 30 mil viviendas deshabitadas que registra el INEGI.
Otro punto que llama la atención es la proposición de un polígono de contención del crecimiento de la ciudad, consecuente con la situación anterior. La delimitación de ese recinto obedece al decrecimiento en la tasa de expansión de la superficie construida de la ciudad, resultado de la disminución del crecimiento demográfico y del número de viviendas deshabitadas comentados antes.
Se propone, al mismo tiempo, una serie de etapas de crecimiento secuencial en el tiempo. La medida de establecer una serie de etapas para la expansión de la superficie urbana está pensada, según he entendido, para evitar los espacios vacíos entre los límites de la ciudad consolidada y los nuevos fraccionamientos que sean autorizados en el futuro. La intención es disminuir así los costos de los servicios municipales que deben proporcionarse a los futuros asentamientos humanos, costos que han aumentado notoriamente en los últimos años.
Por otra parte, es evidente que nuestra ciudad no es un todo perfectamente homogéneo. Existen zonas con características urbanas y socioeconómicas diferentes. Por lo tanto, el IMPLAN ha elaborado una regionalización que divide a la ciudad en áreas distintas entre sí, pero semejantes en su interior. Esto permite, en mi opinión, que el análisis de la problemática urbana y los lineamientos formulados en el PDU2040 se aborden desde la perspectiva de regiones y unidades territoriales. De este modo, las proposiciones que se formulan pueden orientarse de modo más adecuado a necesidades regionales específicas.
A manera de consecuencia, derivada de las consideraciones previas, se presenta una nueva propuesta de densificación que tiende a acercarse a las tendencias mundiales observadas en el tema. En este caso se incluye la definición de nuevos usos del suelo en la Zonificación Secundaria. Las nuevas definiciones consideradas favorecen el uso mixto de algunas superficies urbanas bien determinadas, con el propósito de hacer más eficiente la utilización actual del suelo. También se propone una puntualización de los usos del suelo, y se ofrecen opciones viables de desarrollo, en el ámbito de la ciudad consolidada, definida por la Zonificación Primaria.
En el PDU2040 se incluye, asimismo, una estrategia para el establecimiento de los nuevos núcleos de equipamiento urbano, una reformulación de la propuesta vial y un planteamiento de usos del suelo ajustados a las zonas de conservación. El propósito en ese último caso es impedir que estas zonas se conviertan en lotes baldíos desaprovechados que sólo demeritan la imagen estética de la ciudad.
Desde otro punto de vista es conveniente señalar que en el PDU2040 se incluye una serie de lineamientos bioclimáticos concebidos para proyectos arquitectónicos de distinto tipo. Se espera así aprovechar las invariantes bioclimáticas de la región en bien del desarrollo sustentable. Buscan también, esos lineamientos, el ahorro de energía. Se incluye, en esta ocasión, una propuesta de alturas de edificaciones en función de la distribución de la energía solar en la superficie de la ciudad, de modo que se fomente la equidad en el uso de este recurso energético que será cada vez más significativo en los tiempos por venir.
Finalmente, es oportuno señalar que el PDU2040 está en proceso de ser instalado en el Sistema Municipal de Información Estadística y Geográfica del IMPLAN. Sería posible así, en una etapa próxima, la consulta pública del Programa, a nivel de detalle, por intermedio de Internet. Se trata de favorecer la accesibilidad de la ciudadanía a esta información y contribuir a la transparencia de la gestión urbana.
Vivimos en un mundo cada vez más dinámico y más complejo y es difícil ser exhaustivo en el tratamiento de un determinado tema. Cierta flexibilidad y ciertos ajustes al Programa podrían ser necesarios. Por ello me atrevería a recomendar que los ciudadanos interesados lo conozcan y expongan la opinión que les merezca. Contribuirían de este modo a la revisión de su contenido y a la crítica de los comentarios que me he permitido formular en este escrito, en caso de que les pareciese que no se ajustan, de manera adecuada, a los propósitos que el Programa pretende alcanzar.
