- Este mal engloba padecimientos como depresión, trastorno bipolar y manejo de emociones
- Ataca a cualquier edad y sexo aunque cada vez más crece en niños y hombres
¿Sabías que existe una discapacidad que no precisamente tiene que ver con problemas físicos ni problemas con el cerebro? Se llama discapacidad sicosocial y es considerada una patología que engloba muchas enfermedades mentales, tales como depresión, duelo, perdón, manejo de emociones, crisis de ansiedad, de angustia y trastorno bipolar. Según Alba Rosa Márquez Valdés, subdirectora médica de la Clínica Ojocaliente del ISSSTE, manifestó que este mal no permite a la persona estar “al cien” en el ámbito laboral, social, familiar ni personal, porque no puede disfrutar de la vida sin sentir un cúmulo de emociones que chocan. Aunque no se tiene un conteo específico de cuántas personas sufren de ella, podría aproximarse que un 30 por ciento de la población la tiene; el problema mayor es que muchas de las veces no se dan cuenta que padecen de discapacidad sicosocial y pasan toda su vida con conflictos emocionales al considerar que son “normales”. El primer paso para que un paciente se atienda es que primero reconozca su sentir ante sí mismo para después aceptarlo ante los demás y buscar ayuda con algún especialista; una herramienta puede ser asistir a los talleres que ofrecen en las diferentes instituciones de salud en el estado sobre este tema, ya que en ellos se especifican las enfermedades que engloban el mal y las características de los comportamientos de los pacientes, “esto nos representa a los médicos el 50 por ciento del tratamiento”. Una vez identificado, el paciente debe comenzar con una terapia sicológica, siquiátrica o solo médica, según sea el caso, pues en algunos de ellos es necesario apoyarse con tratamiento medicamentoso. La discapacidad sicosocial la puede padecer cualquier persona sin importar la edad ni el género, aunque en los últimos años ha habido mayor número de casos de hombres que son sometidos al estrés y manejos de tensiones, con problemas ya muy avanzados, pues es un género que difícilmente acepta su problema. “Existe ese tabú de que el hombre es fuerte y no debe llorar ni chiquearse”, por ello en registro oficial se tienen más mujeres atendidas en este mal que hombres, puesto que ellas lo exteriorizan más fácilmente y los varones son más herméticos. En el ISSSTE han tenido casos cada vez más numerosos de niños con problemas de discapacidad sicosocial, sobre todo con presencia de depresión y estrés intenso, “en consultas vemos cada vez más niños menores de 15 años con gastritis y colitis”; en los adultos mayores también se tienen casos cuando están en proceso de jubilación o que le es detectado alguna enfermedad crónico degenerativa; “ha sido un cambio paulatino, pero ahora es más el estrés por las tensione que vivimos en la vida diaria, la violencia y la situación económica”. Si no se atiende a tiempo la persona se acostumbra a vivir con ella y, por lo tanto, no disfruta plenamente su vida, causando la evolución del padecimiento que va desde una depresión sencilla hasta un suicidio. Uno de los resultados observados en diferentes estudios fue que los trastornos sicosomáticos tienen origen en el problema mental; las colitis o migrañas derivan en un problema no resuelto de ansiedad o estrés. Por ello es necesario que al primer síntoma visite al médico, para que éste a su vez lo canalice al área de salud mental; este tipo de discapacidad no puede tratarse de alguna forma distinta.
Foto: Archivo LJA