En efecto, corría el año de 1988 cuando Gustavo Cerati, en ese momento integrante de Soda Stereo, escribía para deleite de sus seguidores una letra llamada “día común – doble vida”, al final de la canción (ícono del rock pop latinoamericano) se podía escuchar, leer y bailar la frase “todos tenemos una doble vida”.
Todos tenemos una doble vida, una doble moral, una doble interpretación del entorno, una doble oportunidad de decidir hacia dónde queremos ir.
Y no es que padezcamos de trastorno bipolar colectivo sino que debemos ir adecuando nuestro andar por esta nación de acuerdo a cómo amanece el día, ahí le va…
Esperamos con ansias la promulgación de la reforma energética por parte del mismísimo señor Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, ¿cuál es su postura al respecto, a favor o en contra? Deje usted de lado si fue “fast track” o no, es más, le aseguro que el término acuñado en el párrafo anterior no queda claro para todos los connacionales pero bueno, el punto es ¿a favor o en contra? Y usted me dirá, ya para qué me preguntas si de todos modos ya se aprobó y hasta se va a promulgar con bombo y platillo con una cobertura mediática tipo final de futbol mexicano. Sí, pero usted es libre de fijar una postura y manifestarla de manera discreta o gritarla a los cuatro vientos; como los integrantes del colectivo “el grito más fuerte”.
Entonces tiene frente a usted un tema que genera polémica, que puede dividir al pueblo, que debe ser manejado con cuidado para no generar conflictos sociales. No se preocupe, siempre habrá alguien que nos recuerdan que estamos en épocas de fiestas, de unión familiar, de convivio con los amigos y compañeros de trabajo, que el niño Dios llegará puntal a su cita como cada año y que no hay pendiente más importante en este momento que organizar la cena de navidad y luego la de año nuevo. Usted, ¿hacia dónde enfoca su atención? Pues a lo más importante, lo inmediato, el compromiso que se debe cumplir cabalmente, lo que no se puede dejar de lado, es decir, las cenas de fin de año, no me diga que no porque así es la cosa.
A eso me refiero con nuestra doble vida, pero cuando pongo en discusión el término doble moral las cosas suben de tono y hasta de hereje me andan tachando. ¿Cómo doble moral?, no seas inmoral al preguntar eso, me dicen; así que los ejemplos piénselos usted, póngalos en claro y verá que todos padecemos de una doble moral cada vez más acentuada por la falta de conciencia y valores entre nosotros.
Nada más, y para no entrar en polémica en estos días de amor y paz, dígame qué opinión le merece la doble moral del fenómeno mediático denominado “teletón” o aquella de los asistentes a los templos de la localidad a purificar su alma, a los que tienen dobles frentes, a aquellos que son risueños y les hacemos cosquillas, a los aguinaldos de los poderosos, aunque suena a comercial de cerveza; para todos aquellos mexicanos que padecemos de una doble moral.
De esa doble interpretación del entorno; nosotros reaccionamos de acuerdo a estímulos, ya lo dijo y experimento Pavlov con su condicionamiento operante y su aplicación social conductista, ¿qué necesitamos para interpretar ese entorno? lo que nos rodea, cómo saber lo que está bien y lo que no, qué nos conviene como individuos y como sociedad. ¿es válido escuchar a aquellos como nosotros, tenemos que ignorar de manera tajante lo que los medios electrónicos nos informan? ¿Cómo interpretar el entorno? Aquí puede entrar al quite uno de esos viejos sabios de la tribu, ellos siempre saben qué hacer, o por lo menos en las películas y en los libros eso pasa.
Somos un país con una dualidad generalizada, a veces para bien, otras no; tenemos una doble oportunidad de cambiar el rumbo pero no encontramos cómo. Qué hacer ante situaciones tan delicadas como las muertes derivadas del crimen organizado, la exigencia no contundente para detener ese mal donde hay vidas de por medio, qué esperar de la defensa de los recursos energéticos.
Es completamente necesario ser positivo como Daniel Giménez Cacho y pensar en esos avances de la conciencia y dejar de ver adversarios, otro tipo de dualidad que genera división, identificamos adversarios nacionales e internacionales, un constante conflicto que se resuelve con un simple clic al botón del control remoto de la televisión, con un campeonato deportivo, con textos donde solo encuentra desperdicio de tinta y papel, con cualquier tipo de “borrador” social que nos permita pasarla bien.
Si la clase gobernante está haciendo bien su chamba entonces no veo por qué tener una doble vida; si el sector que se encarga de proveer de conocimientos formales en las aulas está comprometido y sacando su trabajo, entonces no veo por qué tener una doble vida; si los empresarios trabajan hombro a hombro con sus colaboradores sin explotarlos y además los defienden de todo mal, entonces no veo por qué tener una doble vida; si usted se comprometió a sacar adelante sus asuntos, a no dejar nada pendiente en estas fechas, si se va a ir a descansar porque se lo merece, entonces no veo por qué tener una doble vida y mucho menos un doble discurso que distorsione nuestra cotidianeidad.
La próxima vez que me lea, si es que me lee, será 26 de diciembre, para ese entonces ya habrá celebrado la cena de navidad, la misión del niño Dios tendrá un final feliz, usted sentirá unos kilos de más y le país estará estrenado reforma energética para bien o para mal de todos nosotros.
Twitter: @ericazocar