De hipócritas nacionalistas y cosas peores - LJA Aguascalientes
13/04/2025

“Pese a hipócritas nacionalistas hay reforma”, vociferó el jefe del cártel del PRI en el senado de la república, Manlio Fabio Beltrones, después de presumir la aprobación de la Reforma Energética que antes de que fuera publicada en el Diario Oficial de la Federación ya había sido anunciada en sus términos meses antes en el diario estadounidense New York Times. Con singular fervor guadalupano, el “Juan Diego” del tercer milenio mexicano, el senador por Sonora, sacó de su ronco pecho las rosas discursivas y como el indio del Tepeyac obedeció al pie de la letra el mandato superior, ahora desde el altar de la república: “Hijo mío el más pequeño, aquí tienes la señal que debes llevar al Señor de los Pinos. Le dirás en mi nombre que vea en ella mi voluntad y que él tiene que cumplirla. Tú eres mi embajador muy digno de confianza. Rigurosamente te ordeno que sólo delante de él despliegues tu tilma y descubras lo que llevas” Así, el “juandieguito sonorense” quien subió a la máxima tribuna de la patria con las manos vacías, descendió con el milagro de la Reforma Energética. De esta manera, Manlio Fabio Beltrones, reveló el segundo “guadalupanazo” en la Historia de México en medio de la algarabía y el júbilo de los centros financieros norteamericanos para quienes las ganancias del petróleo mexicano será suyas y de nadie más, y todo gracias al milagro de la guadalupana que en su día decidió auxiliar a los grandes emporios petroleros extranjeros que en un 12 de diciembre les anunciaron la buena nueva. Hay que recordar que el primer “guadalupanazo” sucedió en 1847, con los tratados de Guadalupe-Hidalgo firmados al interior de un convento anexo a la antigua Basílica de Guadalupe en la ciudad de México, para variar el día de la candelaria, el 2 de febrero. Se sabe que Antonio López de Santa Anna prefirió renunciar a la Presidencia de México que enfrentar al ejército de los Estados Unidos, hecho oprobioso que culminó con una vergonzosa “cesión” y no venta de más de 2 millones y medio de kilómetros cuadrados de la nación mexicana a los Estados Unidos. No es casualidad que en ese territorio arrebatado a México se haya encontrado una inmensa riqueza petrolera como la de Texas, y que California sea hoy el cuarto Estado de la unión americana productor de petróleo con sus 22 millones de barriles de reservas que acumula Estados Unidos de las cuales 3.500 se encuentran bajo el suelo californiano. A nadie extraña que las relaciones históricas México-Estados Unidos sean de abierta dependencia y sumisión al vecino país del norte. Le ha resultado sumamente barato a la Casa Blanca comprar la voluntad de quien ocupe presidencia de la república. En la actualidad, y como contraprestación, los Estados Unidos han permitido que algunos narcos y empresarios mexicanos aparezcan en la Revista Forbes en señal inequívoca que el neoliberalismo puede convertir a cualquier mexicano en el hombre más rico del mundo. A final de cuentas a Estados Unidos no le importa si una nación ligada a sus intereses es gobernada por genocidas, dictadores o analfabetas, siempre y cuando le sirvan a ciegas. Lo cierto es que con la Reforma Energética aprobada por los hipócritas nacionalistas del PRIAN, guadalupanos y futboleros, los Estados Unidos ganan a México la primera guerra por el petróleo del Siglo XXI sin la intervención de los marines norteamericanos. Sólo bastó comprarle la presidencia a Enrique Peña Nieto y alentar a través de Televisa a aquellos mexicanos a que vivan agradecidos a la virgen de Guadalupe por el milagro de la no intervención en México por parte de Estados Unidos como sí sucedió con Irak y Libia. A México le sobran traidores y la lucha contra esa reforma energética apenas comienza. ¡Que tiemblen los traidores a la patria y los hipócritas nacionalistas que festinan corrupción e impunidad como si fuera himno nacional!


Show Full Content
Previous El ombudsman que necesitamos / Cinefilia con derecho
Next Sobre el dolor de la memoria: Cartucho y Contrabando
Close

NEXT STORY

Close

Las nueve de Beethoven, con la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes

28/01/2015
Close