- Sólo siete de los 27 diputados se registraron para presentar sus posturas
- De los doce diputados del PRI sólo uno presentó su defensa, los cuatro diputados de la izquierda presentaron sus argumentos en contra
La mañana de este lunes se llevó a cabo mediante sesión ordinaria del Congreso del Estado, la discusión de la Minuta de Decreto de la Reforma Energética, presentada por el Ejecutivo Federal y aprobada por el Senado como cámara de origen y la Cámara de Diputados como cámara revisora, para luego ser turnada a los Congresos de los estados y avalar su aprobación con el respaldo de 17 de éstos.
Una vez concluida la lectura del orden del día -la cual daba cuenta de que la única discusión que habría de presentarse sería la correspondiente a la Minuta de Decreto de la Reforma Energética- se procedió a dar lectura al sentido de la minuta por parte de Juana Alicia Espinosa de los Monteros Ortiz y luego, se dio pie al debate entre los diputados, el cual estuvo carente de la participación de la mayoría de los integrantes del legislativo local.
De los 27 diputados que integran la LXII Legislatura del Congreso del Estado, únicamente siete fueron los que hicieron uso de la tribuna para exponer sus planteamientos a favor o en contra.
Antes del inicio de la exposición de las posturas, el bloque de izquierda, integrado por cuatro diputados instaló una lona en contra de la privatización de Pemex, y Jesús Rangel del Partido del Trabajo (PT) inició la lectura de sus argumentos en contra, siendo acompañado por Marco Arturo Delgado y Cuauhtémoc Escobedo del PRD, así como Oswaldo Rodríguez de Movimiento Ciudadano.
Al respecto Rangel de Lira refirió que la discusión tan apresurada es producto de la desesperación y subordinación al Poder Ejecutivo Federal, y adelantó que su voto sería en contra a razón de la influencia que tendrá en el presupuesto, argumentando que ante la disminución de recursos, el gobierno recurrirá al aumento de los impuestos.
Ante el abandono de la tribuna de los miembros de la izquierda para ocupar sus curules, Luis Fernando Muñoz López del Partido Revolucionario Institucional (PRI) hizo mención a su postura en favor de la reforma, explicando que desde 2008, la modificación constitucional la conocían muy pocos, y se sigue manifestando el mismo fenómeno, además argumentó que la postura de la izquierda hace uso de “maniqueísmos reduccionistas” y detalló que de aprobarse se podrán explotar 140 millones de metros cúbicos de gas natural así como más de mil millones de barriles de crudo.
Durante la lectura de sus argumentos, destacó la ausencia de Norma Guel y Verónica Sánchez del PRI así como Sylvia Garfias e Israel Sandoval del PAN.
Posterior a ello, tocó el turno de Cuauhtémoc Escobedo Tejada del PRD para manifestar la justificación de su voto en contra, haciendo mención a posibles actos de represión a manifestantes que se encontraban a las afueras del recinto legislativo y exhortando a que dejen de lado dichas prácticas que desde su perspectiva, hacen que se perciba la actitud de un Estado Autoritario. Añadió también que es falso que México se quedará con la renta petrolera, señalando que toda licencia es sinónimo de concesión, y mostrando un signo de conformidad con el hecho de no haber sido de los primeros congresos en avalar la reforma.
Al respecto, Salvador Dávila Montoya de Nueva Alianza, aseveró que los procesos de industrialización no se encuentran ligados directamente a la producción de hidrocarburos, por lo que justificó su voto a favor de la minuta, explicando que “los nuevos tiempos exigen su aprobación”, haciendo referencia a que no se entregarán concesiones, sino que se garantizará el paso de un sistema ineficiente como Paraestatal a uno corporativo como empresa productiva del estado.
Oswaldo Rodríguez de Movimiento Ciudadano, respondió en contra, citando palabras de Raúl Vera, jerarca de la Iglesia católica, quien considera a la reforma como “asquerosa”, por lo que el diputado advirtió, “es una reforma lesiva” que no ha sido respaldada por los habitantes, sino que se ha convertido en un “pago de la oligarquía ante los intereses extranjeros que pusieron a Enrique Peña Nieto en el poder”
Gilberto Gutiérrez del Partido Verde Ecologista expuso su respaldo a la reforma argumentando que con ella, se produciría una disminución en el costo del gas y la energía eléctrica, a lo que añadió la generación de fertilizantes más baratos que se traduzcan en la disminución del costo de producción de alimentos, y estimó que durante el sexenio pudieran generarse alrededor de medio millón de empleos, además de hacer énfasis en que se conservará la propiedad del petróleo, negando toda posibilidad de privatización.
Marco Arturo Delgado Martín del Campo del PRD, comentó estar en contra de la minuta y a favor de la consulta ciudadana, que desde su visión no viola la soberanía del Congreso. Además indicó que el cerco policial a las afueras del Palacio Legislativo es un símbolo de la imposición de la fuerza a la razón, al igual que los numerosos spots que promueve el Gobierno Federal para encontrar respaldo ante la reforma y que desde su consideración no han logrado imponer a la población que se encuentra en contra.
Al término de la discusión y la votación, únicamente Cuauhtémoc Escobedo del PRD y Leonardo Montañez del PAN hicieron uso de la tribuna en la sección de asuntos generales. El primero de ellos para establecer que hay revanchismo y cerrazón por parte del grueso de los diputados, ya que no hay mecanismos de respeto a la hora de discutir en las comisiones, al igual que el Pleno. Montañez por su parte manifestó respaldar la reforma, quien -al igual que los demás que se encontraban a favor- esgrimió sus argumentos a razón de una mayor productividad para el sector energético y los beneficios sobre la disminución en las tarifas de gas principalmente así como de energía eléctrica, llegando a remontarse a tiempos de Lázaro Cárdenas para señalar que desde aquel entonces existían las concesiones para empresas privadas.
Foto: Gilberto Barrón