2014: Año de posibilidades - LJA Aguascalientes
21/11/2024

Si como dice el sabio Xenón, la vida es un privilegio, por lo tanto amanecer para contar lo transcurrido en el año que se va y ver comenzar el nuevo, también lo ha de ser.

Conforme uno avanza en la edad y en los años, los años nuevos siempre presentan posibilidades: la posibilidad de encontrar un mejor trabajo, de encontrarse con un amigo del pasado, de contraer gripa en verano. Pero también al avanzar en la vida, resulta que los fines de año se hacen un cúmulo de recuerdos: sugiero que pensemos en el fin de año como la parte de un museo de antigüedades que va recabando recuerdos que solamente cuando se llega a esa parte del museo, regresan y reviven: se han muerto nuestros abuelos, y con ellos la posibilidad de juntar a la familia, a los locales y a los “paisanos” que venían en estas fechas a ver a sus padres. Se fueron las juventudes y con ello la idea de ir a fiestas junto con hermanos o primos. También se acuerda uno de pasajes incomparables que sólo estas fechas decembrinas y de fin de año provocaban.

Por otro lado, los años que se acaban, además de traernos recuerdos preciados, se llevan cosas propias que no volverán: la juventud por ejemplo, cada año, se comienzan los mismos anhelos de importunar a los propios defectos, esperando que el año que empieza “sea el bueno”, y en muchos casos claudicando apenas unos días después. Las dietas, la inscripción del gimnasio, olvidarse de un novio o novia ingrata, para poder dar el siguiente paso. En fin, la vida da muchas vueltas, pero solo encuentro dos momentos en que el ser humano se sienta y reflexiona: ante el fin de año y ante la muerte.

El año que pronto comenzará, será uno lleno de posibilidades. De hecho, aunque muchos tienen una visión pesimista de la existencia, la realidad es que todos los días son oportunidades que no vuelven. El próximo año será de mucho trabajo, de mucha familia y amigos. Sí, en efecto también habrá que ponernos a dieta y realizar actividad física al menos unas tres veces por semana. Un meme que circuló cuando el América perdió contra el León la final del futbol mexicano, tenía una foto del entrenador americanista Piojo Herrera que decía: “lo bueno es que tenemos salud”, argumentando que ante la derrota vergonzante sufrida, al menos estábamos vivos. Y creo que este año no es la excepción. No estoy tan seguro que haya sido un mal año, porque como dice el meme “al menos tenemos salud” los que la tenemos. Pero también al menos tenemos oportunidad de recuperarla si es que es posible, y al menos tendremos la oportunidad de poder buscar un trabajo, una novia o ahorrar para un carro.

Aunque es cierto que económicamente el año no pinta bien, quiero comentarle que los últimos cien para los mexicanos tampoco lo han pintado, pero siempre se ha salido adelante.

En la escuela de la vida los años nuevos y viejos pueden ser de dos formas: buenos y malos. Pero ambos depende de la actitud con que los afrontas, cómo se resolverá aquello que no salió bien. Y así, no sólo el fin de año, en la vida hay dos tipos de personas: exitosas y fracasadas, y ambos términos dependen exclusivamente de la actitud que se tiene ante la adversidad o incluso ante el triunfo.

Según encuestas de organismos empresariales (www.trabajando.com), el 64% de los mexicanos usó el aguinaldo para pagar sus deudas. Y aunque eso podría parecer pesimista, “lo bueno es que tenemos salud”, lo bueno es que casi 7 de cada 10, tuvieron con qué pagar sus deudas. No es la visión conformista del que se acostumbra a estar en crisis, ni del agachado que no se queja de que le suban los impuestos, es la actitud de quien a pesar de todo intenta superarse.

A la mayoría de las personas les cuesta mucho la palabra reflexionar. Pero hasta los que tienen una tiendita de abarrotes lo hacen a diario: se llama balance general y se hace para analizar los puntos rojos y negros del negocio.

En la vida, debe uno ir con la inquietud de tener un balance personal y no me refiero únicamente a lo económico. De hecho es de lo menos importante. La necesidad de hacer un balance de actuación personal es necesario. Y bueno, el año natural y fiscal es un buen tiempo para hacer el propio. Se llama reflexión y se comienza analizando lo que salió bien o mal en el año que se acaba. En serio se lo digo, hay gente que termina su vida sin haber tenido un rato de reflexión para mejorar.


El año que comienza es la oportunidad para comenzar con la actitud correcta, de todos modos lo vamos empezar, mal haremos si lo empezamos con el pesimismo que acostumbran algunos medios de comunicación. El año que viene será bueno, para todos, pero eso depende de nosotros.

Yo por lo pronto le deseo que sea un año propicio para tener más amigos, tener más familia, mejorar la salud e incrementar su bienestar.

El año que comienza es la oportunidad que usted estaba buscando y se encuentra a unos cuantos días, le invito a que haga sus planes para triunfar.

Agradezco a mis tres lectores que me extrañaron la semana pasada y también a todos aquellos que durante este año 2013, estuvieron al pendiente sobre lo que aquí se charla. Y sí, yo soy ese Ricardo Serrano que quiere ser ombudsman. Digo, por si estaban con el pendiente.

Feliz 2014.

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