Aguascalientes históricamente ha significado ruta de tránsito: Posada, López Velarde, Ponce, Herrán. Ninguno de ellos, sin embargo, pudo haber realizado su obra en esta ciudad. Tuvieron que partir a otros sitios que tuvieran otras condiciones laborales e intelectuales. El paso de esos personajes por nuestra ciudad es un dato anecdótico y que ha servido para legitimar un montón de discursos. Uno de ellos, palabras más, palabras menos: “Aguascalientes, tierra de Posada y de Herrán”. Si bien la frase es cierta, también es anacrónica. Sí, fue tierra, pero eso es un accidente geográfico. Es como si los panameños presumieran al mundo que Carlos Fuentes nació ahí. Prefiero hablar de formación más que de nacimiento.
Hay dos emergencias en esta ciudad que tienen que ser atendidas por profesionales: la cultura en general, el arte en particular. No me explico cuáles han sido los elementos que han propiciado la creación de tanta cosa en lo que va de este siglo, pero creo que es una fortuna y una advertencia. Lo primero: contar con instituciones, grupos, artistas, académicos, interesados, etc., permite que se anime el debate. Lo segundo: la oferta, al menos en el mundo universitario, está por rebasar la frontera entre suficiente y demasiado.
¿De dónde van a venir esos profesionales? Una parte tendrá que venir de la Licenciatura en Ciencias del Arte y Gestión Cultural de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) que, hasta ahora, lleva dos generaciones de egresados. De momento sus resultados no son medibles pero sí patentes. Un ejemplo de ello fue el Foro Nacional de Gestores del Arte y la Cultura organizado por el Colegio de Gestores del Arte y la Cultura A.C., celebrado los días 14 y 15 de noviembre en el Museo Regional de Historia.
Uno de los ponentes del evento mencionó que Aguascalientes se puede convertir en un epicentro de la cultura en México. ¿A qué se refiere? Examinemos brevemente algunos ejemplos que han posibilitado ese comentario.
1.- Por parte del Gobierno Estatal: Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA)
2.- Gobierno Municipal: Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura (IMAC)
3.- Educación artística para sectores marginados de la sociedad: PROARTE
4.- Premios: Poesía Aguascalientes, Arte Joven, bienales
5.- Universidades: Concordia (producción), UAA (principalmente reflexión e investigación), Universidad de las Artes (básicamente producción)
6.- Centros de investigación: Centro de Investigación para el Desarrollo Cultural y la Educación Artística (CIDCEA) y, al menos en su nombre, el Centro de Investigación y Estudios Literarios de Aguascalientes (CIELA). (En un sentido estricto sólo el CIDCEA cumple con esto, el CIELA debería de convertirse en un centro de difusión literaria. Decir que genera investigación es un chiste.)
7.- Eventos: seminarios, encuentros, exposiciones, etc.
Y tendríamos que agregar que recientemente comenzó a funcionar el Bachillerato en Arte y Humanidades José Guadalupe Posada. Así como lo mínimo indispensable: artistas y público.
¿Qué tiene que hacer el Colegio ante esa vorágine instalada, en su mayoría, en una sola ciudad? Algunos dirán que formar públicos, otros que influir en políticas culturales y no faltarán los artistas que vean en este grupo a una serie de representantes. Esas cosas eventualmente podrán ocurrir pero considero que lo primero que debe hacer es definirse y tomar una postura. Me refiero a que tienen que comunicar qué van a entender por arte y qué por cultura. Hasta ahora se ha dicho que son “una asociación civil conformada por un grupo de gestores culturales que busca coadyuvar de manera profesional y organizada en el desarrollo del arte y la cultura de nuestra sociedad.” Falta, como vemos, una identidad. El listado que anteriormente compartí está integrado por grupos que la tienen. Esa es una de las dos tareas que le sugeriría al Colegio. La otra: tener mejores filtros de selección para sus foros: el último día hubo dos charlas. Primero una ponencia a cargo del licenciado Acosta Avendaño y al final la conferencia magistral del Maestro José Antonio McGregor. Acosta presentó un espectáculo intelectualmente insultante. Que basten dos ejemplos: hizo preguntas y a veces no prestaba atención a las respuestas; comenzó preguntando si alguien sabía lo que era la gestión cultural (imaginemos un foro de filosofía donde un ponente preguntara si a alguien le suena la palabra “filosofía”). McGregor fue la antítesis de Acosta.
Considero que Aguascalientes ahora sí reúne las condiciones para que, entre otras cosas, el diálogo entre aficionados (público, animadores y promotores culturales) y profesionales (licenciados, maestros, doctores, artistas, gestores, estudiantes) construya un cuerpo que deje de respaldarse en lo que hubo en este estado y se concentre en lo que hay.
@jorge_terrones