El Instituto Federal Electoral ha abierto en días pasados una convocatoria para que las ciudadanas mexicanas ocupen cargos y puestos del Servicio Profesional Electoral del IFE. Este concurso es anunciado como una “medida especial de carácter temporal, exclusiva para mujeres”, un avance en la paridad de oportunidades y una acción positiva contra la discriminación en razón de sexo. El IFE como nunca antes aparentemente trabaja en favor de la equidad demostrando su compromiso de servicio con la sociedad. Aunada a esta convocatoria, se despliega un estudio titulado “Diagnóstico sobre la situación de las mujeres en el Servicio Profesional Electoral del Instituto Federal Electoral 2013” que realiza el propio Instituto, donde se habla estadísticamente de la falta de puestos directivos ocupados por mujeres y las pocas oportunidades de ascender a salarios más altos a pesar de la experiencia y el currículo de la trabajadora. Por tanto este concurso se realiza con la intención de que las ciudadanas, el personal femenino y funcionarias de carrera del Servicio Profesional de Carrera, puedan aspirar a ocupar un cargo superior en los órganos desconcentrados del Instituto y puedan obtener una plaza acorde a su especialización. Todo lo anterior es, efectivamente, un avance democrático que permite a las mujeres concursar por cargos que antes eran destinados a los varones por tener la creencia de que eran los mejores capacitados para las cuestiones electorales.
No obstante este concurso público, que ha sido anunciado por todos los medios de comunicación como una acción del IFE por construir democracia y trabajar por la igualdad de trabajo y salarios entre hombres y mujeres, no es más que una cortina de humo que daña severamente las leyes en favor de la equidad de género en México. Primeramente, el referido diagnóstico refiere que dentro del IFE sólo un 12.04 % de los cargos de mandos superiores son ocupados por mujeres contra el 87.96% de hombres, en mandos medios un 29.04% a mujeres respecto al 70.96 de los hombres y el 48.5 de mujeres en técnicos operativos contra el 51.4 de los hombres. Siguiendo estas estadísticas, resulta que uno de los requisitos indispensables para poder acceder a estos cargos de la convocatoria es que poseas experiencia mínima de tres años en un nivel de mando medio o superior. Este requisito lo cubre únicamente quien tenga una carrea en el Servicio Profesional Electoral del que sólo un 2.36% son mujeres o bien, un cargo en la administración pública que mínimamente te nombre como jefa de departamento. Este tipo de puestos en México, como sabemos, muchas veces no se obtienen por el valor curricular de la aspirante, se alcanzan en su mayoría por nepotismo, compadrazgo o por participar en las campañas electorales por tanto, las que queden en el cargo ya estarán relacionadas con el IFE, partidos políticos, órganos desconcentrados del IFE u oficinas centrales. Las oportunidades de concursar se reducen todavía más para las ciudadanas pues, aunque posean la experiencia curricular necesaria, hará falta la experiencia de trabajo en altos mandos de las reducidas áreas que ocupan las mujeres no únicamente en Servicio Profesional Electoral, sino en el total de dependencias e instituciones gubernamentales según estadísticas del INEGI. Segundo, los puestos de trabajo serán temporales como anuncia la propia convocatoria: “medida especial de carácter temporal para mujeres”. ¿Esto qué significa? ¿Que las mujeres estarán en mandos superiores por un corto tiempo? ¿Que la convocatoria será única e irrepetible? Lamentable es que el trabajo bien remunerado para mujeres profesionistas sea “temporal” mientras que para la mayoría de los varones de altos mandos en la función pública se contemplen trabajos vitalicios, pues sabemos que las relaciones políticas son más fructíferas que la especialización profesional.
¿Por qué no mejor decir que este concurso está destinado únicamente para las pocas mujeres que ya trabajan en el IFE y evitar hacerlo extensivo a la población? Este tipo de acciones en lugar de construir democracia, como presume el IFE, deteriora las verdaderas acciones positivas a favor de la igualdad de oportunidades laborales entre hombres y mujeres. ¿Por qué no abrir concursos para la totalidad de las mujeres y no únicamente para las minorías que poseen altos mandos? México necesita más mujeres preparadas en los puestos de decisión y que además cuenten con todos los derechos laborales que los hombres. La mayoría de las mujeres preparadas para estos y muchos otros cargos estamos aquí, en la sociedad civil, no hemos pertenecido a ningún partido, ni tenido compadrazgos importantes, simplemente nos preparamos profesionalmente. La realidad es que no se tiene la voluntad de trabajar con especialistas en ninguna Institución, sean hombres o mujeres pero, para el caso de las mujeres se tiene un panorama laboral terrorífico: durante nuestra vida profesional tenemos pocas oportunidades de ascender de puesto, cuando se abren convocatorias tus armas no son tu currículum o experiencia sino las relaciones políticas que puedas hacer y sabemos que, de entrada, la política discrimina a las mujeres aunque aparentemente se abra la representación política a la paridad. Para aquellas que concursen y asciendan a mejores puestos porque lo merecen debido a su currículum, mis más sinceras felicitaciones y varias peticiones: pongan en alto el trabajo que tanto les ha costado, sea en las campañas o en las aulas universitarias, apóyense de las mujeres a su cargo y una vez en el poder, abran espacios para el resto de las mujeres que, al igual que ustedes, luchan día a día por un reconocimiento profesional y laboral. Hay que hacer todo nosotras ya que, después todo, este tipo de concursos quedan en buenos intentos y de intentos ya estamos hartas. Si no es ahora, ¿cuándo? Si no lo hacemos nosotras, ¿quiénes?
Asociación Iberoamericana para el Desarrollo de la Igualdad de Género A.C.