- Se espera que en Aguascalientes no se siga el modelo federal: Mariana Torres
- A todas las instituciones les hace falta difusión, dice en ejercicio de autocrítica
Este viernes 25 de octubre, con un brindis de honor, se puso broche al IX Encuentro Nacional de Ensayistas de Tierra Adentro. Las actividades de tres días fueron coordinadas por el Instituto Cultural de Aguascalientes y el Centro de Investigación y Estudios Literarios de Aguascalientes (CIELA) Fraguas.
Durante la investigación necesaria para la marcha del encuentro, Mariana Torres se dio cuenta de que desde hace varias ediciones muchos ponentes repiten en la cartelera.
“Haciendo un recuento ahora que somos sede, te das cuenta de que muchos de los chicos de hace ocho o nueve años son los mismos que vienen a Aguascalientes, son los mismos los que están escribiendo ensayo. Al ser los mismos significa que probablemente haya carencia de nuevas plumas en este género”, menciona en entrevista la directora del CIELA.
–El penúltimo Premio de Ensayo Juan Rulfo fue declarado desierto. Víctor Jiménez, presidente de la Fundación Juan Rulfo, hablaba de una crisis ensayística en México. ¿Compartes esa opinión?
–Creo que hay una abundante producción literaria encaminada a la narrativa y a la poesía. Veo que hace falta que los chicos aborden el ensayo, por supuesto que hay grandes ensayistas que producen muchísimo… como organizadora de eventos puedo decir que cuando se declara desierto un premio a nivel universitario, que además es nacional, hay un foco de atención importante. Estamos hablando de que no se remite al ámbito Aguascalientes, sino al ámbito país.
“Un montón de factores”, refiere Torres, pueden dar pie la aparente quietud del ensayo juvenil: carencias en la difusión de convocatorias a concursos, falta de interés por parte de los autores, inexistencia de mínimos estándares de calidad.
La mayor parte de los ponentes del IX Encuentro Nacional de Ensayistas de Tierra Adentro, se dijo, mostraba más de 30 años de edad.
“Habría que pensar si las instancias que estamos involucradas en esto propiciamos estos encuentros de ensayo a través de talleres. Aquí en el CIELA tenemos el taller de ensayo desde hace año y medio. Los talleres dan un resultado a la larga, no dan un resultado inmediato”.
–¿Cuántos alumnos tienen en su taller de ensayo?
–Ahorita son seis.
–¿Y no son pocos?
–Teníamos dos hace año y medio. La verdad es una media buena en el sentido de lo que llama la atención el género. Pregúntame por el de creación literaria, allí tenemos que rechazar gente.
–¿En el CIELA se privilegia la difusión?
–Haciendo una autocrítica en general, los eventos culturales necesitan más difusión.
–Es decir, mayor recurso.
–Puede ser desde un mayor recurso, puede ser desde un mejor planteamiento de difusión… No quiero decir ‘no tenemos dinero’, ni ‘lo que nos falla son las ideas’. Es una coordinación de ambas cosas. Nos falta llegar a nuevos públicos, esa es una tarea que tenemos muy pendiente. En lo que toca al CIELA, no te miento si te digo que a mí me encantaría que todos los talleres estuvieran llenos y que todos los talleres estuvieran abarrotados. Hay que ver que nos falta a veces recursos o a veces las estrategias adecuadas.
Mariana Torres considera que gente como Adolfo Castañón y Gabriel Zaid han puesto a pensar al público mexicano producto de una vida ampliamente dedicada al ensayo.
“En este poco tiempo que llevo al frente del CIELA creo que hace falta, aquí en Aguascalientes, mayor difusión del género y gente que lo escriba. En un semestre no te vuelves ensayista, es prueba y error, prueba y error”.
En el ambiente literario queda patente la popularidad de la prosa y el papel secundario de la poesía. El ensayo no habría podido salir del encierro, pues en general se le consulta “con un afán puramente académico”.
A la entrevistada le preocupa la pretensión de restar, al ramo cultural, casi cuatro mil millones de pesos en el Presupuesto Federal de Egresos 2014.
“No es nuevo, desgraciadamente somos un país malamente acostumbrado, ya sabemos que a lo que le van a quitar es a la cultura. Desde mi muy particular punto de vista creo que aun con eso se procura hacer cosas, no hay un cruce de brazos, no hablo sólo de instituciones sino también de gente independiente. A mí me preocupa, definitivamente nos va a pegar… habrá gente que dejará de venir por las cosas que se dejarán de hacer”.
–¿Qué sacrificarías si te recortan el presupuesto?
–No podría responderte ahora a eso. El área que tengo maneja proyectos muy importantes: la Feria del Libro, los premios de poesía.
Cuando el dinero no abunda, afirma, siempre sale a flote “la buena voluntad” de escritores y demás difusores del arte y la cultura. “Dicen que en la austeridad es donde salen las mejores ideas”.
–En Congreso del Estado discutirán el presupuesto para 2014. ¿Qué esperas de este presupuesto?
–Que la gente que decide y define vea lo que está aconteciendo alrededor. Espero lo que esperamos todos, que se otorguen recursos, que si no hay más que tampoco los quiten. Después de las noticias federales lo primero que uno dice es: espero que acá no se siga el modelo. Que se mantenga, por lo menos es lo que se espera.
Para este 2013 el Instituto Cultural de Aguascalientes, del cual depende el CIELA, recibió 17 millones 560 mil pesos.
Foto: Roberto Guerra