El premio. Rafael Urzúa Macías tendrá que buscar nuevos pretextos para dejar plantados a los de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, pues desde ayer, el gobernador Carlos Lozano de la Torre, reemplazó a Pedro Rivas Godoy al frente del Instituto para el Desarrollo de la Sociedad del Conocimiento del Estado de Aguascalientes y nombró director general de esa dependencia a quien perdiera como candidato a diputado el Distrito VI. Urzúa Macías también tendrá que espantarse a los de Impulso Nacionalista, en especial Juanito Ruvalcaba, porque cada vez que puede, lo pone como posible candidato ciudadano, bueno, es que así entiende ese señor las candidaturas independientes, como la oportunidad de trepar cuando ya no se pudo hacer nada con los partidos; aunque no sea una recomendación que esté buscando el ex rector, igual hay que cuidarse, no vaya a ser que lo releven por andar de alborotado.
Reintegro. Otro que ya no tiene por qué preocuparse por cómo va a afrontar el Buen Fin, es Sergio Augusto López Ramírez, pues ayer también rindió protesta como delegado en Aguascalientes de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales; en el despacho del titular de la Semarnat, Juan José Guerra Abud, López Ramírez prometió que no estaría detrás de un escritorio y que su labor sería en campo; quizá “tocado” por los ladridos de Laura Bozzo contra Carmen Aristegui, el nuevo delegado hizo énfasis en que vigilaría las áreas naturales y pondría todo su empeño en la preservación de la vida silvestre, fuera de la oficina. Habrá que ver si al flamante funcionario verde, ex regidor, ex diputado federal y dos veces legislador local (LVIII y LXI Legislatura) esa enjundia le alcanza para no pelear su finiquito como diputado de la moribunda LXI, pues en esas andan los del Congreso local y, hasta donde sabemos, Sergio Augusto se fue sin avisar, quizá pensó que con ese sigilo puede cobrar lo que falta de aquí a noviembre.
Más cambios. Pero ahora del lado panista, los de Acción Nacional ya tienen nuevo dirigente juvenil nacional y no estuvo fácil. En esa asamblea estuvieron Gustavo Madero Muñoz, presidente del CEN; el dirigente del panismo guanajuatense, Gerardo Trujillo Flores, y como anfitrión el alcalde de Irapuato, Sixto Zetina Soto, entre otros. La votación duró más de ocho horas y al final, el relevo de Jonathan García cayó en la persona de Everardo Padilla Camacho. Para elegir a este muchacho, estuvieron representadas 30 de las 33 delegaciones panistas y, el dato para Aguascalientes, además de que Everardo Padilla es parte del grupo de Juan Manuel Oliva, es que el muchacho contó con todo el apoyo del dirigente estatal de los blanquiazules aquí, desde temprano y de forma muy efectiva Jorge López Martín estuvo yendo y viniendo entre los delegados para echar el hombro. Al final, le salió.
En el olvido. A quienes nomás ya no les sale nada, es a los del Necaxa. Dicen que después de haber desintegrado sus fuerzas básicas, con lo cual unos 120 muchachitos retrocedieron en el sueño de convertirse en jugadores profesionales, los Rayos ya no tienen intenciones de retomar ese proyecto que lo arraigaría en Aguascalientes. Y es que, sin el apoyo desmedido de Luis Armando Reynoso Femat y todo el aparato gubernamental, la franquicia se quedó sin dinero. Ya los directivos rojiblancos le dijeron a los padres de familia, que los jóvenes podrían seguir jugando siempre y cuando ellos se hicieran cargo del sueldo de los entrenadores.
Sin amor a la camiseta. El caso es que el equipo que Reynoso Femat quiso imponer y al que se le llegó a cubrir tanto el alumbrado como el mantenimiento del estadio Victoria, ya no da para más. El Patronato de Fomento al Futbol, creado expresamente para supervisar la construcción del inmueble recibió, en 2010, y de manos del Fideicomiso de Inversión y Administración para el Desarrollo Económico del Estado de Aguascalientes, una bolsa de 30 millones de pesos. Al cabo de dos años el Patronato debía retribuir al Estado 2 millones 659 mil 781 pesos por concepto de intereses. El Patronato dice que ya pagó, sólo que al ser fiscalizada el área de Proyectos de Gobierno del Estado no pudo acreditar tal movimiento, alegando que los documentos probatorios habían sido robados de sus propias oficinas. En el fondo, todo es resultado de la falta de arraigo y los caprichos del ex gobernador, a quien le sigue lloviendo en su milpa. Y si no, considere que los indicios de “maquinación dolosa” que imputan a Verónica Shadai Espíndola Palma, tarde que temprano le pegarán a Luis Armando.
Y sin nadie que lo defienda. Solito y su alma se ha quedado el ex gobernador Reynoso Femat, rumiando el abandono en que sus colaboradores lo dejaron. Armando Jiménez San Vicente en las europas, escondidísimo; Raúl Cuadra y Pedro Carneado como vecinos, atrincherados en Houston, sin ánimo para asomar la nariz e ir de shopping, no vaya a ser que Felipe Muñoz Vázquez los encuentre y se los traiga a rendir cuentas. Atrás quedaron los tiempos aquellos en que muchos le aplaudían cualquier ocurrencia y, voraces, clamaban que iban por más.
Bueno, no, todavía quedan algunos luisarmandistas de hueso colorado, nomás que ya no se animan a declararlo abiertamente, ahora emplean las redes sociales y páginas en internet para tratar de levantar la imagen de Luis Armando Reynoso y recordarle a los aguascalentenses cuando el ingeniero salpimentaba cualquier cosa con las palabras: vanguardista y sinergia. La última es la crítica al Centro de Convenciones, que porque antes iba a quedar bien bonito y ahora se ve bien feo. Nomás para eso les alcanza a los pupilos del ingeniero. A ver cómo les va a los larfistas cuando la administración actual se cansé y le tome la palabra a quienes se han ido a quejar de que están revendiendo las concesiones que se repartieron entre los allegados el sexenio pasado. Eso es lo que viene.
La del estribo. Una luz amarilla en cuanto a la imagen de la entidad desde el exterior, al parecer falta énfasis en los logros, pues los reportes meteorológicos, invariablemente se saltan al estado cuando hablan de las condiciones centro del país y no lo mencionan. Este fin de semana se difundieron datos del Centro Nacional de Prevención de Desastres y, supuestamente, ningún estado de la República tiene actualizado su atlas de riesgo, “y los más avanzados en su elaboración son Veracruz, Guanajuato, Chihuahua, Tlaxcala, el Distrito Federal, Chiapas, Jalisco y el Estado de México”… Sin embargo, si revisamos el mapa del Cenapred vemos que ahí está también, entre ese privilegiado grupo de “los más avanzados” en materia de altas de riesgo, Aguascalientes. Está bien que nos hagan menos siempre, pero no reconocer que sí se cuenta con esa información y un actualizado atlas de riesgo, pues no se vale.
@PurisimaGrilla
