Según el Instituto Nacional de Ecología, de los casi 200 millones de hectáreas del territorio nacional, 154 millones están sujetos a diversos grados de erosión (leve y moderada entre 74 y 94 millones de hectáreas; severa y muy severa entre 60 y 80 millones de hectáreas), lo que representa 78.30% de la superficie del país. Sólo 14% de la superficie cultivable se encuentra en óptimas condiciones para la siembra, además existen poco más de 400 mil hectáreas de tierra de riego con problemas de salinización, ésta es referida al deterioro de los suelos por el incremento en el nivel de sales solubles que reducen su capacidad productiva. En México, la superficie cubierta por agua abarca 3.8 millones de hectáreas de los cuales 2.9 millones de hectáreas corresponden a agua salada y el resto a agua dulce distribuida en cuerpos de agua superficiales y subterráneos (CONABIO)
Superficie cubierta por agua: 3.8 millones de hectáreas
Fuente: Elaboración propia con datos del Boletín semanal del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera SIAP de la Sagarpa y del INE
El Boletín semanal del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera SIAP de la Sagarpa, informa que anualmente nuestro país consume alrededor de 80 millones de metros cúbicos de agua, de los cuales las actividades agropecuarias requieren las tres cuartas partes. La proporción de agua que consume el sector es similar a la empleada en la agricultura y la ganadería en el resto del planeta.
La huella hídrica (Water Footprint) es definida como el volumen de agua superficial y subterránea consumida como resultado de la producción de un bien o servicio. La razón detrás de este consumo reside en la cantidad de agua que cada cultivo o cría requiere para crecer. He aquí algunos ejemplos:
Digamos que una familia de mesa estándar, consume por la mañana, un litro de leche, fruta, pan y cereal; al medio día, una comida casera preparada con un kilo de carne, un kilo de maíz hecho tortillas y una salsa de jitomate con especias; y por la noche, un kilo de botanas con refresco y/o cerveza. Cualquiera se puede identificar con un hogar de esta naturaleza y resulta que estará dejando una huella hídrica cotidiana superior a los 23 mil 800 litros de agua o el equivalente a 47 pipas de agua mensuales con capacidad de 15 mil litros cada una… Un gasto de once pipas mensuales por persona, nada más por alimentarse.
La gente utiliza mucha agua para beber, cocinar y lavar, pero destina aún más para producir cosas como: alimentos, papel, prendas de algodón, etc… La huella hídrica es un indicador del uso del agua que se ve tanto en el consumo de agua directo como indirecto de un consumidor o productor. La huella hídrica de un individuo, comunidad o empresa se define como el volumen total de agua dulce que se utiliza para producir los bienes y servicios consumidos por el individuo o la comunidad o producidos por la empresa.
El interés por la huella hídrica se basa en el reconocimiento de que los impactos humanos en los sistemas de agua dulce, en última instancia, pueden estar vinculadas a la alimentación humana, y que los problemas como la escasez de agua y la contaminación se entienden mejor al considerar las cadenas de producción y suministro en su conjunto, (Arjen Y. Hoekstra, creador del concepto de huella hídrica).
Los problemas del agua están estrechamente ligados a la estructura de la economía global. Muchos países han hecho patente su huella hídrica, haciendo uso intensivo de agua en otros lugares. Esto ejerce presión sobre los recursos hídricos en las regiones exportadoras, donde muy a menudo los mecanismos de gestión y conservación del agua son insuficientes. No sólo los gobiernos, también los consumidores, las empresas y comunidades de la sociedad civil deben desempeñar un papel para lograr una mejor gestión de los recursos hídricos.
La huella hídrica de los ciudadanos de los EE.UU. es de 2,840 metros cúbicos por año per cápita. Alrededor del 20% de esta huella hídrica es externa. La mayor huella hídrica externa de consumo de EE.UU. se encuentra en la cuenca del río Yangtze, en China. Japón, con una superficie de consumo equivalente a 1,380 metros cúbicos por año per cápita, tiene alrededor del 77% de su huella total de consumo de agua fuera de las fronteras del país.
Para fomentar un uso eficiente del agua, la Sagarpa tiene como prioridad impulsar el mejoramiento y habilitación de sistemas de riego que permitan aprovechar de mejor manera los escurrimientos naturales, donde la precipitación pluvial es constante, y los volúmenes almacenados, donde la aridez exige un mayor cuidado del agua captada de las lluvias.
En Aguascalientes el costo de servicio medido es alto ($16.87 pesos por metro cúbico). De hecho, es el más costoso después del de Morelia ($21.34) y su precio es diez veces mayor que en la ciudad de Campeche ($1.6 pesos), o tres veces más que en Guadalajara ($5.84). El precio y la educación ambiental deben tener como resultante una menor huella hídrica.
En otros casos, es menester revisar la huella hídrica que está dejando el negocio, la empresa, el plantel educativo, el hogar o el vecindario. Dado que desde el futuro, la próximas generaciones nos reclaman por estar consumiendo el recurso que les corresponde y que no podrán cubrir con nada que les heredemos.
Se pueden consultar:
¿Cuánta agua tiene México? www.agua.org.mx
Water footprint Network waterfootprint.org
The Hidden Water We Use, sitio de National Geographic environment.nationalgeographic.com