Por: Miguel Romo
Regresa la liga BBVA Bancomer después de la fecha FIFA de la semana anterior y qué mejor manera de iniciar la fecha 14 del torneo que con dos encuentros donde hubo goles, polémica y equipos que pelean un lugar en la liguilla.
En La Corregidora, el nuevo Club Querétaro recibió a los panzas verdes de León que han tenido un torneo muy efectivo al acumular un total de 25 puntos que los perfilaban como favoritos. Sin embargo, la localía y afición de los Gallos se hizo presente y lograron imponerse por dos a cero, mismo resultado que los alejan aún más de la porcentual y los mantienen en el séptimo puesto de la tabla general.
Esa misma noche se dio lugar en Torreón un juego donde dos norteños mostraron sus mejores armas y nos regalaron un resultado en el que Santos Laguna se impuso a la pandilla de Monterrey por 3-2. Con esto los guerreros se afianzaron en el segundo puesto y prácticamente a un paso de calificar. Partidazo demostrando que la estructura lagunera es un ejemplo de éxito y confianza.
La liga continuó el sábado con el llamado Clásico Joven donde ambos equipos capitalinos decidieron repartir puntos, con un América que se sabe clasificado y que a pesar del empate mantiene el primer lugar de la liga. Tendremos que esperar a ver el rumbo que tomará con la irreversible partida de Miguel Herrera.
A unos cuantos kilómetros de la capital en el Pirata Fuente, Veracruz recibió a los Monarcas, quienes a pesar del buen torneo que han tenido no pudieron con los tiburones y perdieron tres puntos valiosos para amarrar la calificación. Parece haberles afectado la pausa de la semana pasada.
Para el domingo el Atlas visitaba a Puebla que los encamotaron con dos goles, un juego sin idea y que dejó ver mal a los rojinegros que no dan una, aun con cambio de DT. En Toluca unas donitas que decepcionaron a los aficionados mexiquenses que esperaban ver a su equipo como en las últimas jornadas. Por último en el Omnilife las Chivas no dan una ni con su dueño, ni con sus estrellas, ni en la pizarra; no sólo perdieron sino que fue un ridículo de tres goles de un Pachuca que después de dos semanas de trabajo se ven más entendidos con el nuevo DT.