Bien amigo lector, agradezco tu participación en la mesa del Banquete de los Pordioseros de esta semana, y como recordarás, el viernes pasado dejamos inconcluso nuestro Réquiem para XENM con número de Opus 1320, así que con tu permiso, hoy lo continuaremos, y es que tu comprenderás, cumplir cuarenta años no es cualquier cosa, aún cuando el festejado por estas cuatro décadas esté arrumbado, empolvado y olvidado en algún rincón del cuadrante de amplitud modulada, de por sí este cuadrante está ya dando evidentes estertores de muerte, más aún la maltrecha XENM que a veces la imagino como una papa caliente entre las manos sin que nadie sepa exactamente qué hacer con ella. Pero en fin, en algún momento tuvo sus días de gloria y, guiada de la mano de Pepe Dávila (q.e.p.d.), definió con elocuente claridad el perfil que a partir de ese momento debería tener la radio cultural en Aguascalientes.
Si recuerdas, te comentaba cómo es que orientado por mi papá fui dándole forma a mi gusto por la gran música de concierto precisamente acompañado por Radio Casa de la Cultura y como era un asunto frecuente que en mi casa se escuchara siempre esa estación, pues de repente me encontré con programas de radio que proponían algo distinto, música que nunca antes había escuchado, claro, una de las ventajas de escuchar XENM era que ahí podías encontrar opciones musicales que era imposible encontrar en alguna otra radiodifusora, pero mejor aún, había personas hablando de eso que estábamos escuchando, dando toda la información y discutiendo de la música, no era como en la otra radio, la comercial, en donde el locutor sólo decía el nombre de la canción, quién la interpretaba, la temperatura ambiente, la hora y agradecer un par de llamadas y ya. Desde entonces empecé a entender que había dos formas de hacer radio, la vía fácil y la comprometida, la que te ponía a pensar. Después supe que la radio en general tiene objetivos muy claros: informar, entretener y educar, esta última muy cuestionada, por cierto, pero el señor Dávila me explicó en algún momento que si teníamos la increíble oportunidad de estar ahí, ante un micrófono, eso nos comprometía a muchas cosas, era necesario, además, formar opinión, que el radioescucha desarrolle su propio criterio en función de la información ofrecida y no que piense necesariamente como el locutor en turno le indique, finalmente esa es la esencia de la radio cultural, formar opinión.
Bien, pues en una de esas extraordinarias coincidencias, aunque debo decirlo, yo no creo en las coincidencias, estoy seguro que las cosas suceden por algo, escuché un programa de radio llamado “Hacia las Raíces” que conducían David García (q.e.p.d.), José Reynoso y Paco Sotomayor, aunque más tarde entró a esta producción Juan Manuel Muñoz, salvo que mi memoria me traicione, y si así fuera ahí están el Güero Reynoso y Juan Manuel para corregirme, David ya no me puede corregir, él anda haciendo radio en otras dimensiones del éter. Todos ellos auténticas enciclopedias del blues, del jazz, del rock y créanme ustedes, amigos lectores, cómo aprendí escuchando ese programa. Algunos años después, supe que el nombre de aquel programa que tanto me gustaba era por la producción discográfica del músico de blues británico John Mayall, “Back to the Roots”, o sea, “Hacia las Raíces”.
Así me encontré con un programa y otro, principalmente David García fue nutriendo mi entendimiento musical, básicamente en lo que se refiere al jazz y al rock, recuerdo especialmente algunos programas, David fue el primero en Aguascalientes en presentar, y fue en Radio Casa de la Cultura, aquel legendario álbum de Led Zeppelin; “Phisical Graffiti” de principios de 1975. Yo no entendía cómo David podía estar al día en música, después, en alguna ocasión, él me comentó que por aquellos años vívía en la Ciudad de México, lo que le permitía adquirir los discos que acababan de salir al mercado y que era posible conseguir en aquellas tiendas que hoy son un lindo recuerdo: Hip 70 y Zorba, ¿te acuerdas de ellas?, se venía a Aguascalientes los fines de semana y aprovechaba el espacio que tenía en Radio Casa de la Cultura para presentar esas novedades.
Así la radio cultural fue generando nuevas expectativas, sobre todo entre quienes entendemos que no todo lo que brilla es oro, como dice la canción de Stairway to Heaven de Led Zeppelin, y sintonizábamos la radio buscando aire fresco, y para esos años setentas, XENM era un verdadero tanque de oxígeno. Lamentablemente hoy en día ese tanque se agotó, salvo Radio Universidad que en algunos espacios muy específicos ofrece bocanadas de aire fresco, ahí están programas como el de Sergio Rodríguez Prieto: “Club de Jazz Ramo 33”, que por cierto hace mucho que no escucho, espero que siga al aire, o el de “Dimensión Ótica” de Fernando López y Pablo del Valle, y algunas otras buenas producciones, los que no nos conformamos con chucherías y joyas de fantasía, en verdad no tenemos una buena razón para encender la radio.
Yo tuve la fortuna de trabajar casi 25 años en Radio y Televisión de Aguascalientes, en realidad fueron 27, entré el 21 de julio de 1984 y renuncié el 29 de julio de 2011, pero de ésos, sólo 24 fueron remunerados, los otros tres cuentan para el currículo y, claro, la experiencia. Empecé en Radio Casa de la Cultura, que para entonces se llamaba Radio Instituto Cultural de Aguascalientes y que hoy es una de las dos estaciones, la otra es Alternativa FM, y que junto con Canal 6 integran el Organismo Público de Radio y Televisión de Aguascalientes. Este organismo se fundó en 1987 y desde entonces XENM empezó a padecer un mal crónico del que no se ha recuperado y difícilmente creo que se levante, espero sinceramente equivocarme. Se ha perdido en la inmensidad del cuadrante y dudo que alguien la escuche en este momento, seguramente en algún momento pasará a la banda de frecuencia modulada lo que suponemos es algo bueno, el problema es para qué… no creo, en honor a la verdad, que se recupere el motivo por el que se creó XENM, la promoción y difusión de la cultura, precisamente esa fue la razón por la que, responsable y libremente, decidí presentar mi renuncia a mi puesto como productor y conductor de Radio y Televisión de Aguascalientes, tú sabes, la salud y la dignidad no estarán jamás en la mesa de negociaciones.
Pues bien amigo lector, aquí están estas pocas líneas, como un recuerdo, un Réquiem, no sólo por XENM, Radio Casa de la Cultura, sino en general, por la radio cultural, mejor le buscamos en Internet a ver que buenas alternativas nos encontramos, la radio convencional, aquí en Aguascalientes, ya no ofrece nada, al menos para quienes no confundimos el oro con los espejitos. Hasta la próxima, si Dios no dispone lo contrario.