El artículo 40 de nuestra Constitución Política dice a la letra: “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, federal, compuesta de estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una Federación establecida según los principios de esta ley fundamental”.
Pues bien, en estos días las modificaciones que se han dado a leyes y presupuestos nos hacen ver que lo logrado en descentralización de poder, del gobierno federal hacia los estados, durante las administraciones panistas, va marcha atrás. Veamos por qué: Tuvo que legislar el Congreso de la Unión una ley que controla el endeudamiento de los estados en virtud de que sus congresos fueron incapaces de hacerlo, y se ha demostrado que si el gobernador en turno tiene mayoría de su partido en el congreso local, no tiene de qué preocuparse y ahora se ve con gran preocupación el saldo a pagar por los ciudadanos en las entidades federativas y que no saben por qué se debe tanto y en qué se gastó.
En el presupuesto de este año se contempla que el manejo del pago a los maestros será desde las Secretarías de Hacienda y de Educación y se dejará de enviar a los estados 292,000 millones de pesos de ese rubro.
El senado de la república tuvo que aprobar una prórroga de doce meses para que los estados cumpla la ley de seguridad pública nacional -el año pasado les dio un plazo extra de un año y a pesar de eso no lo hicieron-. Todo esto en el rubro de certificación y depuración de las policías, tanto estatales como municipales, aduciendo que este 22 de octubre -día en que vence dicho plazo- tendrían que dar de baja 190,000 elementos aproximadamente, y según los proponentes estos serían reclutados por el crimen organizado. Es increíble que hayan salido con esa barbaridad, como si los policías en activo todos fueran proclives a ser criminales.
Existe también la propuesta de que se modifique la ley electoral para que sólo exista un organismo a nivel nacional que organice las elecciones en el país, y desaparecen los institutos electorales locales, que de acuerdo con la propuesta están coptados por los gobernadores en cada entidad. Esto nos obliga a preguntarnos: ¿Qué se va hacer con los profesionales expertos en materia electoral que existen en cada entidad y son personas con ética? Pues esto no lo tienen contemplado y ahora las decisiones serán una vez más en su totalidad en materia electoral, y para arreglar algún asunto ya saben a dónde ir. Creo que estas y otras medidas de este tipo vendrán a debilitar el papel de los cabildos y congresos locales.
Durante las administraciones que encabezaron panistas, fueron criticados por impulsar a personajes sin carrera diplomática para embajadores y cónsules, y ahora sin hacer ruido comenzamos a ver un fenómeno igual o peor, pues si no lo sabe, estimado lector, como embajador en Londres ha sido nombrado Diego Antonio Gómez Pickering, cuyos únicos méritos son los de haber participado en la campaña del actual presidente; para embajador en Argentina ha sido nombrado Fernando Castro Trenti, candidato perdedor al gobierno de Baja California Norte. Trenti es del grupo del diputado Manlio Fabio Beltrones.
Y para terminar con el sector de relaciones exteriores, tenemos que han dejado pasar sin comentarios el que México perdió la elección en la Organización Mundial de Comercio -OMC- en la que se propuso por nuestro país, para la presidencia del organismo, al licenciado Herminio Blanco Mendoza, el cual compitió con el Brasileño Roberto Azevêdo, quién ganó la contienda.
No debemos olvidar que el licenciado Herminio Blanco fue el principal operador de la firma del Tratado de Libre Comercio hace 20 años, en el sexenio salinista. El problema para que Blanco no ganara la presidencia de la OMC, fue tanto la falta de cabildeo diplomático como la desconfianza de los países del Brics (Brasil, Rusia, India, China y África del Sur) y los países iberoamericanos y de África, hacia nuestra diplomacia, que la consideran parte de la de Estados Unidos. Esas fueron las causas para que se perdiera esa gran oportunidad.
Entonces Federalismo o Centralismo ¿Y el pueblo qué? Se le va a consultar, o con acuerdos de partidos también modificarán el artículo 40 Constitucional. Cuando menos debe haber información.
