- Modificaciones producirían el surgimiento de súper consejeros con híper autoridad
- El IFE organiza 333 elecciones para 629 cargos, ahora tendría que hacerlo para 2 mil 457 elecciones municipales, 31 para gubernaturas y mil 100 para diputados
Luego de la reciente presentación de la propuesta de Reforma Política que plantea la creación de un Instituto Nacional de Elecciones (INE) por parte del Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), los institutos estatales locales han iniciado una campaña en defensa de su permanencia.
La mañana de este jueves se llevó a cabo un foro de discusión de la Reforma Política, específicamente de la creación del Instituto Nacional de Elecciones que plantea la desaparición de los institutos locales; se tuvo como sede el auditorio principal del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) Región Centro, organizado por el Instituto Estatal Electoral (IEE). Quienes encabezaron la ponencia fueron Víctor Alarcón Olguín, catedrático investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa (UAM-I), además de ser presidente de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales; También se encontró Rodrigo Velázquez López Velarde, profesor investigador del CIDE Región Centro; así como Arturo Espinosa Silis, secretario de estudio y cuenta del magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación; Salvador Olimpo Nava Gomar, y Sergio Jesús González Muñoz, catedrático investigador de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Los ponentes convergieron en el argumento acerca de que la creación del INE es inoperante y responde más a una cuestión coyuntural que a una necesidad de transformación del sistema electoral del país.
Destacó lo planteado por Víctor Alarcón, quien habló acerca de los argumentos que han vertido aquellos que promueven la reforma, entre los que se encuentran que los gobernadores tengan injerencia en los comicios así como la incapacidad de impedir la compra y coacción de votos, algo que consideró una falacia genética debido a que los principales responsables de dichos actos no son los institutos electorales sino los partidos, agregando también los problemas de fiscalización que habría.
Explicó que los partidos han presionado para colonizar a los institutos estatales, olvidando así toda concepción de ejercer cargos a través de los méritos. Como respuesta a esto, advirtió que debe de darse un mayor impulso al servicio profesional de carrera como requisito para poder convertirse en consejero.
Por otro lado refirió que la implementación de dicha modificación podría traducirse en la conformación de “súper consejeros” que “controlarán sus parcelas como señores feudales”, generando con ello centralización y la creación de una híper autoridad.
Respecto su planteamiento consideró que sería benéfico crear una legislación que se homologue tanto en el ámbito federal como local mediante el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, así como la Ley de Sistemas de Medios de Impugnación y Delitos Electorales.
Rodrigo Velázquez expuso que la alternancia en los estados y municipios, agregando la presencia de gobiernos divididos, da cuenta de que el argumento acerca del control en los estados carece de sustento. Ejemplificó casos específicos de países donde se lleva a cabo la implementación de sistemas electorales con dos organismos, así como su contraparte, con solo uno. Detalló que los países que organizan sus elecciones a través de una sola institución son países con bajo desarrollo democrático como Etiopía, Nepal, Pakistán y algunos otros con mediano desarrollo como Venezuela, Sudáfrica e India. Refirió que el INE presentaría importantes problemáticas de eficacia ya que si actualmente encuentran problemas organizando 333 elecciones para 629 cargos, con la centralización tendría la obligación de organizar dos mil 457 elecciones para presidentes municipales, 32 para gobernadores y mil 100 para diputados locales.
Por su parte, Arturo Espinosa Silis señaló que existe solidez en el sistema electoral, por lo que el problema no es de los organismos sino de los partidos políticos, mismos que necesitan un cambio de actitud. Estableció que los institutos locales deben de fortalecerse a su interior. Acerca del coste que podría representar la modificación, aseveró que será aún mayor debido a las liquidaciones que tendrá que realizar y a la complejidad de su implementación. Comentó que los consejeros electorales deben tener la obligación de formar parte del servicio profesional electoral ya que no es posible que sean los mismos partidos quienes los designen, además que tanto a nivel federal como local se deben de homologar los requisitos para poder llegar a dicho cargo.
Para finalizar, Sergio González Muñoz expuso que la propuesta no es una novedad, ya que se había planteado en el año de 1945 con condiciones totalmente diferentes a las actuales; posteriormente en 2007 se presentó el mismo fenómeno en que todos los partidos coincidieron a excepción del PRI.
Para el actual caso González Muñoz estableció que en el año 2010, César Astudillo y Lorenzo Córdoba ya habían hablado de lo negativo que sería la implementación de dicho sistema, que responde más a una cuestión política o de ajuste entre partidos que la transformación electoral a favor del desarrollo democrático.
Concluyó estableciendo que el INE es un exceso de centralismo que puede convertirse en un exceso total si no se sabe matizar el papel que jugará y elimina toda existencia de organismos locales.
Foto: Gilberto Barrón.