En el marco de la II Cumbre de Iberoamérica de Agendas Locales de Género “Repensando las ciudades desde los derechos de las mujeres”, con sede en Aguascalientes, encontramos una voz crítica a la idea de mujeres y ciudades. Una voz que nos invita a pensar. En breve entrevista, la doctora Yuderkys Espinosa Miñoso, feminista lesbiana, antirracista afrocaribeña, escritora y docente del feminismo descolonial, nos comparte algunas reflexiones.
Las ciudades
“Hablar de las ciudades para las mujeres sólo contempla a ciertos grupos de mujeres; para ellas quizá haya respuesta, pero ¿para las demás mujeres, las otras que no viven en las ciudades y son parte de los municipios? Ellas quedan fuera incluso de esta idea que ya de por sí es excluyente.
Los procesos de urbanización en nuestras sociedades latinoamericanas han sido procesos de occidentalización, lo que implica seguir una agenda desarrollista donde el concepto de ciudad no responde a los altos costos que debemos de pagar por vivir en ellas.
¿Cómo estamos pensando la idea sobre lo que son las mujeres? Como un universo homogéneo con ciertas cosas que las unen y las hacen a todas iguales, al mismo tiempo que la idea de ciudad es pensada como desarrollo, ambas son herencia de un proceso de colonización.
En las ciudades hay grupos de primera y segunda porque, en sí, son un concepto capitalista, se ve principalmente a las mujeres amenazadas por grupos alternos porque se piensa en mujeres occidentalizadas, es decir, alguien que no es capaz de protegerse a sí misma, la feminidad se ha pensado débil, la mujer como un sujeto con necesidad de que la cuiden y la protejan y ahora es el estado quien supuestamente hace ese trabajo; pero no hay un cuestionamiento al hecho mismo de ser mujer tal cual se piensa desde esa debilidad y esa incapacidad de habitar y defenderse en el espacio público, al mismo tiempo que tú como mujer has sido enseñada a que necesitas de alguien que te proteja, dejándote incapaz de ver y experimentar tu propia potencia.
Sin embargo, del otro lado, en otras partes de la ciudad tenemos a las mujeres de barrios populares que salen día con día al trabajo y que son violentadas, ¿a ellas quién las protege? Así que tampoco vemos nada que cuestione estas maneras de construcción de sujetos para la violencia que son los varones.
¿El desarrollo?
El desarrollo occidental que se presenta destruye la tierra. Viajo aquí por Aguascalientes y pienso ¿por qué han construido tantos puentes? La conclusión es porque eso tiene que ver con la idea de que el desarrollo es tener muchas construcciones, muchas obras, edificios, para decir que la ciudad está en crecimiento, que es progresista debido a las grandes cantidades de concreto que muestra, imita ser una ciudad como las europeas, a eso me refiero con la idea de organización social occidentalizada en que vivimos.
Y con esta idea de desarrollo viene la otra idea del consumo, porque además somos capitalistas, entonces se cree que hay más desarrollo porque se consume más luz, más agua, pensar que vivimos mejor porque tenemos electricidad, porque hay policías por todos lados, y yo me pregunto ¿a costa de qué es todo eso?, ¿realmente el que haya más policías está transformando la violencia desde sus orígenes, desde sus raíces o es sólo instalar el miedo en toda la población legitimando la violencia y la represión social?, ¿de verdad vivimos mejor si tenemos más postes de luz, más súper mercados, más asfalto?
En ese sentido asimilamos los patrones impuestos por la colonia, porque esta es la idea que allá se tiene del vivir bien; una idea contraria a otras perspectivas que están desarrollándose en el continente desde hace largo tiempo con los movimientos indígenas, donde el vivir bien no tiene nada que ver con este consumismo.
La resistencia
Ver lo que no estamos viendo, lo obvio, más allá de que tengamos o no la respuesta, creo que lo más potente de estos proyectos alternativos es que son contrahegemónicos que muestran que es posible colocarse desde otro lugar, que es posible otra forma antes de entregarnos a la occidentalización, siempre ha habido resistencia y en esa resistencia una puede encontrar rupturas que enfrentan y sobreviven a estos patrones occidentales a pesar de todo.
El fracaso de estos modelos occidentales es obvio, por eso siempre hay nuevas etapas de modernización, de modelos de desarrollo en los 50´s, 70´s, 90´s, y cada tanto vuelve a iniciar la modernización del estado pero siempre somos los grupos subalternos, somos quienes cargamos sobre los hombros los privilegios de esos otros grupos que viven en el bienestar capitalista, somos quienes hacen que esta maquinaria produzca, pero también ahí se da la resistencia activa, donde una apela a otros esquemas desde la mixtura, es decir, donde no somos ni totalmente occidentales ni totalmente originarios, pero seguimos en la producción de otra forma de organización social, otra mirada de la vida y nuestra relación con todo, con la tierra, con los animales y las plantas, en el continente hay bastantes referentes de movimientos que andan en esa búsqueda alterna a estas ideas colonizadoras de progreso, ciudad y mujeres”.
Estimadas lectoras, lectores, nuestra entrevistada se presentará mañana viernes en punto de las 11:00 a.m., con la conferencia magistral “Desafíos pendientes y Emergentes para las mujeres”, en el casino de la feria.
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