En estos días, hemos visto que el adyacente conflicto sirio de hace dos años, ha retomado un absurdo camino a lo que se asoma como el “siguiente” conflicto internacional de este planeta. La siguiente guerra.
Los antecedentes. Se sabe a grandes rasgos que el 21 de agosto el dictador Sirio Bachar al Assad, atacó a las fuerzas rebeldes de aquel lugar, en un encuentro—donde según dicen los informantes norteamericanos—murieron al menos 1,400 personas, de las cuales 426 eran menores de edad. Este ataque sucedido en barrios circundantes de la capital, se justificó por la falta de control de la autoridad ante otros ataques a respectivos del gobierno, y por la pérdida de control de ciertas zonas de Damasco la capital siria.
Ante esta realidad, ha habido una serie de manifestaciones superpuestas por los grandes grupos de poder político y armamentista del mundo, incluido por supuesto Estados Unidos, debido a la tierra conectada con la ideología iraní, enemigo público más reciente de los norteamericanos. En ese sentido, surgen diversas incógnitas y por supuesto acusaciones.
La primera acusación, es el uso de armas químicas. En palabras de Barack Obama, esto ha sido “el peor ataque con armas químicas del siglo XXI” toda vez que sus evidencias, revelan el uso de gas sarín. Esta sustancia es un compuesto organofosforado, incoloro e inodoro, usado como agente nervioso. Fue clasificado como arma de destrucción masiva en la resolución 687 de la ONU, y declarado ilegal—en su producción y almacenamiento—en la Convención sobre Armas químicas de 1993.
Un fragmento de dicha resolución se sostiene en “…reafirmar incondicionalmente las obligaciones que le impone el Protocolo relativo a la Prohibición del empleo en la guerra, de gases asfixiantes, tóxicos o similares, y de medios bacteriológicos, firmado en Ginebra el 17 de julio de 1925 y a ratificar la Convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción o almacenamiento de armas bacteriológicas y toxínicas (biológicas) y sobre su destrucción del 10 de abril de 1972.”
Suponiendo que esta sustancia en realidad ha sido usada, es decir, que ese número de personas murió por las razones antes dichas, es pues, una violación al Derecho Internacional Humanitario, en cuanto a lo que refleja el documento de los Principios del DIH, referente al principio de conducción de las hostilidades, puesto que “no todas las armas, medios y métodos de combate están permitidos. Los responsables de la acción militar han de atenerse a los permitidos (principio de limitación de la acción)”, así como los de distinción, limitación del objetivo, entre otros, pues según se indica, había personas inocentes en medio del combate, pero además, dicho ataque perpetrado a las 2:30 de la madrugada, fue en lugares civiles.
Por otro lado, hay evidencias de que fueron los grupos de atención al rescate y a los heridos, quienes proporcionaron los elementos materiales para dilucidar el uso de dichas armas. En este caso, las fuerzas de emergencia (no se ha especificado si fueron los miembros de Cruz Roja o algún otro local), aportaron muestras de pelo y sangre de las víctimas, con las que el secretario John Perry de los Estados Unidos, afirma se comprueba el uso de dichas armas prohibidas. Esto en el caso de que fueran miembros de la Cruz Roja, también se sostendría un conflicto de neutralidad que debe prevalecer en la participación de dichos organismos de salvamento, puesto que no pueden según se argumenta, en el principio de neutralidad de dichos organismos internacionales, tomar partido en un conflicto armado. Dicho principio afirma que “Con el fin de conservar la confianza de todos, el Movimiento se abstiene de tomar parte en las hostilidades y, en todo tiempo, en las controversias de orden político, racial, religioso e ideológico”.
Por la parte de otros Estados, el principal detractor de la teoría, es para variar, el gobierno ruso que afirma “que la amenaza de Washington de usar la fuerza contra Siria es “inaceptable”. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Alexander Lukashevich, aseguró que la acción militar unilateral representaría una violación directa al derecho internacional y socavaría las perspectivas de una solución política al conflicto. El comunicado insiste en que el uso de la fuerza daría lugar a una nueva escalada de confrontación y víctimas.” Lo que termina por describir el punto al que he querido llegar:
- El dictador sirio, en efecto atacó a dichos rebeldes. Habría que analizar el contexto de lo local, para revisar la equidad en dicho conflicto armado.
- Si atacó realmente con armas químicas. El hecho es que pasó en Irak, y fue una burla norteamericana, el invento de que aquel gobierno tenía armas de destrucción masiva, sin nunca comprobarlo. Los críticos norteamericanos, mandaron sendos mensajes políticos en años posteriores al asesinato de Sadam Hussein, con filmes cinematográficos, libros y sátiras teatrales.
- En caso de que el conflicto vaya más allá, cuál debería ser el papel de la comunidad internacional, para que como se afirma en el documento de este capítulo, se eviten los conflictos y se resuelvan las diferencias mediante la diplomacia y la política internacional.
El conflicto sirio no es para nada menor. Porque colateralmente, las autoridades de aquel país, han afirmado que la intervención—sobretodo norteamericana—en el territorio, sería un oprobio contra Irán, de quien se sabe, también tiene su historia contra los “gringos”. Es el aspecto político y la supuesta defensa de los derechos humanos, lo que siempre mueve a los actores norteamericanos, porque es fácil—quizá más para ellos—suponer la evidencia que permita en efecto demostrar que se utilizaron gases y bombas napalm (como lo afirma la BBC), y con ello comenzar un nuevo conflicto internacional. La diatriba coincide con la opinión de otros países poderosos como Alemania, Francia e Inglaterra, quienes han declarado la no intervención, pero al parecer, como dijeran los sicólogos, hay países que tienen una necesidad de permanecer en medio de conflictos bélicos, quizás sea eso, o un asunto de negocios.
Guerra civil. Desde que esta guerra civil comenzara hace un poco más de dos años, se sabe que han muerto más de 100 mil personas y ha habido cerca de 1.7 millones de refugiados, para quienes el DIH, también debe prevalecer.
Comentarios al calce
- El conflicto de Siria, está sobrepasando las fronteras. Era de suponerse que los norteamericanos, esperaban un “error” del gobierno sirio, para justificar su posible intervención. Para esto, quienes calculan que cada año la industria armamentista incrementa sus rendimientos hasta en un 12%, siendo en 2012 de 1.15 billones de dólares a nivel global. No dudemos entonces, que un argumento económico este también oculto.
- Por otro lado, el mal utilizado argumento de siempre, de los derechos humanos, implica la venta mediática del “superman” defendiendo a los débiles, justificando para quienes ignoran el fondo económico, político y mediático, que los países poderosos intervengan en los otros países “enemigos”, justificado o no ello. El hecho es que las cuestiones de soberanía acaban por diluirse en un discurso diezmado constitucionalmente, y las identidades de los Estados, terminan por sucumbir, cuando un grupo armado entorpece las garantías individuales de los ciudadanos. No se está diciendo que en Siria no se haya cometido quizás una injusticia, se está diciendo que muchas veces esas injusticias son solo un pretexto para demostrar poder, negocios y mejorar la economía extranjera (norteamericana). Los casos no son pocos. Kuwait, Cuba, Afganistán, Irak, entre otros, han sido víctimas de la guerra, y de los empresarios que se dedican a reconstruir lo que en un primer momento se destruyó con los misiles.
- Titulé este comentario como “el arte de matar de todos modos”, porque a final de cuentas, así haya sido con piedras, que en un asunto político se hayan perdido 1400 vidas entre las que iban niños y mujeres, así como la supuesta “democracia” buscada en una guerra de cien mil muertos y casi dos millones de refugiados, sólo queda evidente que como humanidad, no somos más inteligentes que nuestros antepasados.
- Este conflicto se acerca a lo peligroso, y hay una verdadera preocupación por parte de la comunidad internacional, por lo que quien esto escribe, sinceramente desea que se haga válido aquello de “terminarlo por la vía de la diplomacia”, aun a pesar de que el día de ayer, el congreso norteamericano autorizó al presidente “premio nobel de la paz” el ataque contra Siria. Es una pena.