Cuando era candidato, Enrique Peña Nieto fue manejado cuál superhéroe recorriendo (solo) el país entero, aparentemente recogiendo ideas y palpando de primera mano el sentir de las personas. Eso era lo que aparentaba en su propaganda. Habló de llevar a cabo las reformas que México necesitaba para sacarlo adelante, aunque nunca mencionó cuáles eran y en qué consistían. Posterior se orquestó un “megafraude” y prácticamente se compró la Presidencia de México.
Hoy, a poco menos de un año de haber tomado las riendas del Ejecutivo Nacional y luego de las “ilusiones” con que volvió el n-u-e-v-o P-R-I a los Pinos; Enrique Peña Nieto y todos sus colaboradores, dícese Secretarios y achichincles del círculo cercano, no son más que una horda de “cara duras” que han traicionado la confianza de quienes depositaron su voto a favor de ellos.
No sólo se detuvo la perspectiva de crecimiento económico pasando de un 4% a un 1%, lo cual simplemente nos detiene en lo que se denomina recesión económica, que no es otra cosa que un estancamiento por nulas posibilidades de crecer. La generación de empleos sufre también de una parálisis, los gasolinazos continúan ejecutándose, y así parece ser que seguirán por los próximos años.
La Reforma Laboral, discutida y aprobada hace ya unos meses, más que brindar soluciones ha traído muchas dudas, la Reforma Educativa simplemente ha sido una bomba que está a un tris de estallar por completo y generar un auténtico caos en nuestro país, y por si lo anterior no fuera poco, se ha presentado la Reforma Hacendaria que no hace otra cosa más que seguir exprimiendo a los mismos de siempre y permitir que haya concesiones y evasión por parte de los grandes “dueños de México”.
La presentación de la Reforma Hacendaria del Presidente Peña Nieto viene acompañada de una fuerte inversión económica en materia de medios de comunicación, y es que se hará una campaña masiva para intentar engañar a las personas con los aparentes beneficios de dicha propuesta. Durante un mensaje televisivo se explicó una Reforma “socialmente justa y económicamente responsable”. Anuncia que se propone desaparecer el Impuesto Empresarial a Tasa Única, el IETU, así como el Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE); se dice que no se incrementará la tasa del Impuesto de Valor Agregado (IVA) y se mantendrá en 16 por ciento.
Hasta ahí bueno, pero, aquí viene el pero…
¿Cómo espera el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto recaudar cuatro billones 480 mil millones de pesos sin subir el IVA ni cobrarlo en alimentos y medicinas?
Bueno, ahora pagaremos IVA por los bienes inmuebles. De aprobarse la iniciativa presentada a partir del próximo año, las personas que compren un inmueble, renten o paguen hipoteca tendrán que pagar IVA sobre el valor de la vivienda.
Ahora se cobrará IVA a los servicios de educación. Aquí es importante, primero se agrede a la educación pública tachándola de ineficiente, se ventilan evaluaciones donde las escuelas son mal calificadas y después a quienes aspiren a tener a sus hijos en educación privada ¿les imponemos un 16% de IVA por pretender mejorar la calidad educativa de su familia?
Ya de por sí los conceptos ligados con la educación representan un gasto del 40% en los hogares, ahora agréguenle el IVA del 16%.
Habrá también IVA a espectáculos públicos. Vaya al futbol, a la lucha libre, al baloncesto, al teatro, al cine, al circo y pague un 16% más del costo de su entrada.
Impuesto a chicles o gomas de mascar, bebidas azucaradas (refrescos), IVA también para alimentos procesados para perros, gatos y pequeñas especies utilizadas como mascotas en el hogar.
IVA a joyería, orfebrería, piezas artísticas u ornamentales
¿Con eso o le seguimos?
Finalmente como la gente “evadía” el pago de los impuestos, ahora cualquier persona que tenga una cuenta bancaria en cualquier institución será objeto de una “cacería de brujas”. Así es, los datos personales que usted dio para abrir una modesta cuenta serán solicitados por el Gobierno para crear el nuevo padrón de contribuyentes, es decir que ahora sí, usted paga porque paga.
México tiene un nivel de evasión fiscal del 80 por ciento. El año pasado dejó de recaudar 1,8 billones de pesos. Esta evasión demuestra algo fundamental: los que más tienen pagan menos, mientras que todos los demás, la clase trabajadora es la que a final de cuentas, por ser la clase cautiva, es la que sostiene la mafia de los ricos.
La misma SHCP habló de las empresas más ricas de México que evaden sus impuestos, a decir de “Lolita” existen 100 grandes contribuyentes que fueron beneficiados por el gobierno con la devolución o la exención de impuestos, pregunte ¿cuáles son?
La lista de los privilegiados empieza por Televisa, Telmex, Grupo Modelo, Liverpool, Palacio de Hierro, Bimbo, Cemex, Comercial Mexicana, Walmart, América Móvil, etc. Todas estas empresas, según el reporte de la SAT, simplemente se hacen “patos” para pagar.
La solución es simple y tan evidente que hasta los niños la entienden: se debe hacer que paguen sus impuestos los empresarios millonarios.
Los mexicanos no tenemos por qué seguir pagando los platos rotos. Bien dicen que el caldo de cultivo de los conflictos a gran escala se sustenta en la injusticia, y con las otras dos reformas: educativa y energética. Esta, la Hacendaria, puede ser la gota que derrame el vaso. Quién sabe.