- El Bordo Santa Elena, la presa Los Gringos, El Niágara y El Cedazo se encuentra al 100% de su capacidad, el restante entre 40 y 60%
- Por cuestiones de lluvia el presupuesto para mantenimiento y conservación de obras públicas subió 2 millones de pesos más
La presidenta municipal de Aguascalientes, Lorena Martínez Rodríguez, informó sobre el estado que guardan el nivel de las presas que se encuentran ubicadas en la capital para efectos de tranquilizar los ánimos que desde días atrás se comenzaron a exaltar.
“Hemos estado monitoreando a través de las instancias correspondientes, todo está bajo control” esto a través de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroempresarial (Sedrae) y el Servicio Meteorológico en el municipio, quienes han manifestado el estado del tiempo y la situación que guardan las presas.
El Bordo Santa Elena, que se localiza atrás de la colonia Los Pericos, se encuentra al 100 por ciento de su capacidad. Desde el día de ayer se comenzó esparcir el agua hacia la presa de Los Gringos, ubicada al interior del Parque México, que se encuentra al 90 por ciento de su capacidad, sin embargo la mandataria aclaró que ya se están haciendo maniobras de desfogue.
En la comunidad de El Niágara, al sur del municipio se encuentra la presa con su mismo nombre al 100 por ciento de su capacidad así como la presa de El Cedazo al oriente de la ciudad; “en estas dos últimas presas se están haciendo labores de desfogue sin que hasta el momento se encuentre ningún riesgo”; en todas se tienen las condiciones estables de la base de la presa así como la compuerta, por lo tanto reiteró estar garantizada la seguridad de los habitantes de sus alrededores.
Para la presa de El Ocote, Los Caños, El Taray, El Maguey, El Tecuanillo, El Muerto y Los Parga, la capacidad se registra entre el 40 y 60 por ciento, por lo que éstas aún cuentan con la capacidad de solventar las lluvias de los próximos días.
De cualquier manera Martínez Rodríguez subrayó que a través de la Dirección de Protección Civil se están haciendo los recorridos y labores de vigilancia y monitoreo permanente a todas las presas del municipio para poder detectar alguna situación de riesgo a tiempo, evitando cualquier tipo de desastre.
De ser necesario algunos albergues estarán abiertos, aunque por el momento sólo el del fraccionamiento Morelos está en operación; “estaremos previendo la posibilidad de instalar algunos albergues si las condiciones climatológicas no cambian” dado que se ha anunciado una nueva corriente de lluvias a partir de los nuevos huracanes que se están detectando a nivel nacional.
Por fortuna, según lo señaló la mandataria, las lluvias se han estado presentando con un flujo muy bajo, es decir, de larga duración pero con intensidad baja, eso ha permitido que los escurrimientos tengan la capacidad de poder desahogarse de manera tranquila lo que ha causado que no se hayan registrado ningún incidente grave en toda la capital, “si se mantiene este tipo de condiciones seguramente la infraestructura que tenemos será suficiente para poder desahogar cualquier tipo de inundación”.
En cuanto a los puntos vulnerables, la mandataria indicó son los mismos de cada año, los escurrimientos que bajan de la parte alta de la ciudad en la parte del oriente, que vienen a desfogar de la avenida López Mateos a la parte sur de la ciudad, en todo lo que es el Segundo Anillo de Circunvalación hasta el Parque Rodolfo Landeros. Lorena Martinez señaló que este es uno de los puntos neurálgicos que se tiene por falta de la infraestructura pluvial que se requiere para captar todas las aguas del oriente.
Así como la zona norte de la ciudad, orientada hacia avenida Universidad y Luis Donaldo Colosio, que también es una zona de bajadas de agua que van hacia el arroyo de Los Pocitos.
Con la presencia de lluvias, la aparición de baches en las calles de la ciudad no tardó mucho en llegar; a esto la alcaldesa aseguró tener poco más de 19 brigadas operando de manera permanente e intensiva en el mantenimiento y conservación de las vialidades, sin embargo se está en la espera de que este fin de semana el clima permita trabajar con mayor intensidad y eficiencia.
Se explicó que la cuestión de bachear sobre el agua en el momento que está lloviendo no surte los efectos necesarios, “generalmente esa es materia que luego se pierde y es un desperdicio”, por lo tanto aclaró no tener que ver con la calidad del material sino con el clima.
El bacheo se hace básicamente a través de un componente que se pega entre un material nuevo y otro; en el caso de la presencia de lluvia automáticamente se pierde cohesión, “no es falta de calidad de los materiales, es un proceso natural que se vive porque desafortunadamente estamos trabajando sobre presencia de agua”.
Estas situaciones han hecho que el municipio esté haciendo un gasto mayor pues por el periodo de lluvias inesperadas se han tenido que ampliar presupuestos en la parte de mantenimiento y conservación de obras públicas. En un inicio se había presupuestado 45 millones de pesos, mismos que desde hace un par meses se agotaron, teniendo que aumentar a dos millones de pesos más.
Foto: Gerardo González.