Una de las miradas más caóticas sobre una ciudad en desastre a mi gusto es la que muestra sobre Detroit el clásico de ciencia ficción Robocop (1987) y es que a diferencia de otras cintas, la forma de plasmar la crisis es muy apegada a la realidad: no vemos cosas absurdas, como volcanes que surgen de la nada, sino la vorágine a que se enfrenta una ciudad cuando aparecen los modernos jinetes del apocalipsis: la falta de empleo, la pobreza, inseguridad, criminalidad, no en ese orden, sino como una mezcla de factores en el que cada uno influye en los otros provocando su maximización.
Filmada por Paul Verhoeven, narra la historia de un cyborg creado a partir del cuerpo mutilado de un policía asesinado por la mafia de la caótica ciudad. El trasfondo de la cinta se centra en las consecuencia del capitalismo salvaje y el neoliberalismo, la frialdad de las máquinas y toca además como parte de su argumento la posible privatización de la seguridad pública a manos de una empresa llamada OCP. Mientras Robocop en su faceta totalmente cibernética combate el crimen, los recuerdos hacen presencia despertando su lado humano con todas sus pasiones y sentimientos: venganza, amor, amistad. La cinta tiene un final feliz y esperanzador, este nuevo policía que no se siente Robocop, sino Murphy como se llamara en su vida humana, parece que marca una nueva era para la ciudad.
La cinta deja muy claras las necesidades de una comunidad, se tiene que estar atento a los factores que provocan las crisis e incentivar su mejoramiento: vivienda, empleo, salud, educación, alimentación, seguridad, servicios, si bien no los únicos, son determinantes para la consolidación del bienestar de una población. Es muy relevante en este sentido analizar las cifras del Coneval que aparecieron hace algunas semanas donde se puede observar claramente el comportamiento de todos estos factores en nuestro Aguascalientes: en todos ellos, salvo uno, se ha obtenido una clara mejoría, en todos ellos se ha aumentado los índices de bienestar, por ejemplo las personas sin un servicio de salud son menos puesto que en 2010 el 19.7% de la población carecía de este servicio, en 2012 disminuyó cerca de un 5% para ubicarse en 14.8%, lo mismo en cuanto a la carencia de servicios básicos en la vivienda pues 96.5% de los aguascalentenses tienen acceso a ellos, todo en su conjunto ubica a Aguascalientes como el quinto estado con menor pobreza extrema de este país.
Lo anterior no significa estar conforme, durante una gira de trabajo la semana pasada, el Ing. Carlos Lozano de la Torre lo reconoció, el mayor reto y la instrucción concreta es que todas las áreas especializadas se aboquen de manera permanente y sin escatimar esfuerzos y recursos a combatir la pobreza extrema. No se trata de paliar, sino de combatir a fondo, en este sentido lo dejó claro, el objetivo fundamental es dar un empleo, crear más clínicas de salud, dotar de servicios a todas las comunidades, aumentar los índices de educación. No se trata pues de combatir la pobreza a través de la entrega de una despensa, ésta es solo un paliativo, se parte de políticas públicas que con una visión integral combaten el fenómeno. A casi 3 años los trabajos avanzan por buen camino, la creación de la segunda planta de Nissan es el ejemplo más contundente, y es que según un estudio sobre el impacto económico difundido por el ITESM, se calcula la creación entre 2012-2017 de 74 mil empleos.
Lo más paradigmático con la película de Robocop es que hace uno cuantos meses Detroit anunció su quiebra financiera; y aparece otro factor fundamental en el buen desarrollo de un estado, no basta con las mejoras en los factores ya enumerados, si éstos no tienen una sólida base financiera, por ello es importante hacer énfasis en el Grado de Calificación de Escala Internacional que otorgó Fitch Ratings al gobierno de Aguascalientes como reconocimiento a una política fiscal estricta, ordenada y transparente.
La conclusión es clara: una ciudad tiene que combatir la pobreza desde todos los ángulos posibles empleo, salud, educación, vivienda, etcétera. Un trabajo que día a día se hace y que repercute en los principales indicadores nacionales, es cierto que hay quienes puedan menospreciar esto, que se les haga insignificante el esfuerzo, que quisieran ver una barita mágica para desaparecer la pobreza de un solo tajo, pero basta echar una pequeña mirada a la historia económica de los países que han logrado abatir la pobreza, para darnos cuenta que nuestro estado avanza con pasos firmes en este importante tema.