Los días 1 y 2 de agosto se celebró en la Universidad Cuauhtémoc de la ciudad de Aguascalientes el encuentro Paralelo9MX. En la convocatoria se lee que el foro “está dirigido a responsables de la política pública cultural y económica de los municipios mexicanos, y a los emprendedores culturales..” y que “ofrece una oportunidad para obtener conocimientos, herramientas y capacitación en materia de construcción de políticas públicas, así como de estrategias para mejorar las industrias culturales locales”. Una capacitación, pues.
Cuando me enteré de la convocatoria, pensé que era otro evento de ésos que se inventan para proponer, ante una figura política, soluciones a los males que achacan a los culturalosos. Pero no. Paralelo9MX, entre otros, tiene apoyo de la UNESCO y la gente que está detrás es especialista en los temas, así que la probabilidad de que me hicieran pasar un mal trago era muy poca. Pasé un mal trago.
La capacitación fue dividida en dos: por un lado los emprendedores culturales; por el otro los funcionarios públicos. Al parecer no podía haber más de una persona que representara a un grupo, empresa o asociación civil, por lo que la gestora cultural de México Kafkiano, la Maestra Nayeli Gutiérrez (aprovecho para presentarla en sociedad como nuevo miembro de lujo de MK), se inscribió con los emprendedores, mientras que yo fui a parar con la gente que toma decisiones.
El programa era bastante atractivo: definición de industrias culturales y creativas, en qué sectores impactan; para qué generar políticas públicas, quién las puede realizar; cómo crear instrumentos de evaluación, por qué importan. La maestra Mayté Cordeiro, responsable del área de funcionarios, ordenó su charla en siete módulos. Si bien no dio una conferencia magistral sobre cada uno de ellos, sí explicó unos cuantos detalles que sólo reflejan lo que cualquiera puede intuir: hay mucho por hacer porque la gente ignora las funciones, derechos y obligaciones que adquiere en el momento de convertirse, en términos culturales, en parte económicamente productiva de una entidad.
Lo bueno: Cordeiro despotricando contra los artos plastos porque muchos de ellos, una vez que ganan su FECA o FONCA, se dedican a la dolce vita y olvidan la calidad de su producto. Lo malo: Cordeiro diciendo que estaría bueno que los artistas cobraran en función de las horas de trabajo que invierten. Se le olvidaron los artistas conceptuales. Olvidó lo que ocurre en nuestro tiempo.
Sin embargo, el curso quedó a deber: perdíamos tiempo en inútiles anécdotas (allá presumían sus logros, acá su ignorancia), sin dejar de mencionar que Cordeiro no habló sobre experiencias exitosas o fracasadas y a qué se debía el logro o el hundimiento. Agrego unos detalles más: no se problematizó, en ningún momento, la teorización de los fenómenos contemporáneos y la pertinencia de los conceptos desprendidos de ellos; tampoco se puntualizó el surgimiento de las industrias en cuanto a su forma y fondo.
Lo que pronunció Cordeiro durante sus intervenciones fue una versión un poco más extendida de lo que se encuentra en el folleto que los organizadores entregaron a todos los participantes. Con todo, eso no me parece lo más alarmante de los dos días que, para mi desgracia, tuve que soportar: lo es el nivel intelectual de varios directores o coordinadores de instancias culturales de varios municipios de la república. ¿A qué me refiero? No tienen ni idea de arte y de cultura. Ejemplo: cuando estábamos discutiendo sobre los problemas a los que se enfrentan los funcionarios (no saben cómo hacer una orden del día, cómo dialogar con otros políticos, qué herramientas teóricas utilizar), unos salían con que el artista sólo quiere crear y expresarse, otros con que hay que ofrecer talleres textiles y de artesanías porque eso es cultura (sólo por incordiar: ¿el fútbol no lo es y la industria textilera sí?). Lo preocupante es que muchos de ellos son la cabeza cultural de un municipio, y si esa cabeza está vacía, lo mismo va a ocurrir con su gestión.
¿Qué necesitamos? Los problemas, mal que bien, los sospechamos. Hace falta más estudio y que los más capacitados ocupen un cargo como funcionario: no entiendo por qué la gente que es exclusivamente artista entra ahí sin problema. (Que los artistas hagan sus cosas, que los que piensan el arte y su diálogo con las distintos nodos de la sociedad, decidan).
Paralelo9MX tiene la noble intención de influir en el desarrollo social a través de la cultura; pero mientras no se pongan de acuerdo en los conceptos, pocos aciertos podrán tener.
@jorge_terrones