Cuando los canales de televisión, las estaciones de radio, los periódicos deportivos y hasta aquéllos que se autonombran líderes de opinión comenzaron a darle juego al tema de la cancelación de los partidos de futbol del próximo domingo, es momento de voltear a su alrededor y preguntarse ¿qué hemos hecho mal, dónde quedó nuestro país? Acaso ya desapareció.
El día de ayer periódicos como el ESTO publicaron en su portada la imagen de un pequeño de aproximadamente dos años ataviado con su playera de los Pumas en pleno llanto, acompañado por el encabezado que decía “No hay juego, se aplaza el partido UNAM-América por falta de seguridad”. ¿Por falta de seguridad o por falta de elementos que resguarden el inmueble y a los aficionados?
Entiendo que este tipo de encabezados son parte del espectáculo mediático como lo señala Mario Vargas Llosa en su libro La civilización del espectáculo o Furio Colombo en Televisión, la realidad como espectáculo pero aun así, dígame usted si es lógico que los medios aborden un tema tan delicado para la agenda nacional de esa manera.
Imagine usted que el grueso de la población se dejaran llevar por ese encabezado, que desconocieran el origen del porqué ese periódico presentó su primera plana así, lo acepto, genera especulación, pero más que eso debería invitar a la búsqueda de la información y a la reflexión individual.
Perfecto, no hay futbol el domingo. ¿Por qué? Pues porque no hay elementos de seguridad que resguarden el inmueble y a los aficionados. ¿Por qué? El señor presidente dará un mensaje alusivo a la entrega de su primer informe de gobierno y requieren máxima seguridad en el recinto donde se llevará a cabo la ceremonia, los elementos de seguridad estarán muy ocupados resguardando a la cúpula política. ¿Dónde será? En el Campo Marte. ¿Pero qué no son instalaciones militares, por qué hacerlo ahí? Por el verdadero problema nacional. ¿La cancelación de los partidos del domingo? NO, los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) amenazan con una mega marcha el mismo 1 de septiembre. Por eso Don Enrique y su jefe decidieron abandonar la idea de presentarse en el Auditorio Nacional como los grandes del espectáculo.
¿Los maestros? Sí, los maestros…
Bueno a decir verdad no parecen docentes, más bien son como un sector de la población que está en desacuerdo por todo y por nada y que persiguen un fin específico, de entrada irresponsables con su deber. ¿Alguna vez le han tomado protesta de algo? Aquélla que dice que usted debe cumplir con el encargo que se le confiere o de lo contrario que la sociedad y la patria se lo demanden. A estos compatriotas pareciera que nunca les tomaron dicha protesta. Alrededor de 20 mil de ellos están de visita en la Ciudad de México, desquiciando la Capital y privando del derecho a la educación a miles y miles de niños, la mayoría del sur del país.
Algunos se niegan a aceptar la ingobernabilidad en la que caímos, mientras ellos piden espacios mediáticos como si eso fuera la respuesta al conflicto.
Docentes preparados, en resistencia, con el intelecto y el conocimiento como armas para derrotar a su adversario no correrían a los medios electrónicos más viciados de nuestra sociedad a pedir un espacio para ser escuchados, que dicho sea de paso les bastaron dos minutos de “fama”, no bloquearían las arterias de la capital de la República para llamar la atención, no dejarían sin clases a sus estudiantes.
Aprovechando el río revuelto entonces aparece una “Proclama por el rescate de la nación” ¿Qué es eso, el Mecías en persona acaso? No, es una marcha más, una que aglutina a todos los inconformes con algo, no importa con qué, además se anuncia como estelar del movimiento al resucitado Ingeniero Cárdenas.
Así que el sábado 31 de agosto de este casi extinto 2013 en punto de las 12 del día, marcharán (para variar) del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino los que defienden el petróleo, los que quieren un México con energéticos para todos, los que quieren que sus hijos no estudien porque sus maestros están en plantón permanente, los que están en contra del impuesto al valor agregado IVA en alimentos y medicinas, las ahora estrellas de la CNTE.
No podían faltar nuestros ejemplares sindicatos, el de los electricistas, el de los trabajadores de la máxima casa de estudios y por si fuera poco, el Centro de Reflexión y Acción Laboral y el Comité de Estudios de la Energía.
Le sigue pareciendo poco, entonces qué dice de estas otras personalidades: Mario Saucedo, Pablo González Casanova, Daniel Giménez Cacho, Adolfo Gilly, María Rojo, Miguel Álvarez, Julieta Egurrola, Gilberto López y Rivas, Raúl Álvarez Garín, Humberto Montes de Oca, Agustín Rodríguez, Marcos Tello Chávez y José Antonio Almazán.
Esto no se acaba hasta que se acaba, futbol por favor, para que la sociedad permanezca tranquila viendo por televisión el desmoronamiento de la civilización Azteca y conexas.
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