- Terminada la Feria de los Chicahuales todo vuelve a la normalidad: locatarios del municipio
- Las lluvias han deteriorado de manera importante el asfalto en las calles y en la avenida principal
La centralización con que cuenta nuestro estado en la que tan sólo en tres municipios hay más del 70 por ciento de la población, da cuenta de lo importante que es no dejar de lado los fenómenos que se presentan en los municipios del interior. Por su población, el municipio capital resulta ser el más trascendente, debido a su contribución económica y a otros factores como el desarrollo industrial, comercial, por mencionar algunos.
Visitar los municipios es importante porque es un reflejo de lo indispensable que es voltearlos a ver, no únicamente para determinar sus problemáticas que salen a la luz en tiempo electoral, sino para destacar sus características y evidenciar su vida, evolución, costumbres y tradiciones.
Con respecto a cuestiones numéricas, se sabe que que el municipio Jesús María cuenta con más de 100 mil habitantes; geográficamente tiene 493.10 kilómetros, que representa el 8.9 por ciento de la entidad.
En lo que concierne a las ocupaciones tradicionales, se sabe que es un municipio con importante participación agrícola, ganadera, industrial y de construcción de muebles.
Al realizar una visita pudimos percatarnos de diversas situaciones: unas visibles y otras obtenidas mediante la opinión de los residentes del lugar.
Las calles, así como la avenida principal que comunica Miguel de la Madrid con avenida Universidad, está afectada por las lluvias, ya que tiene una importante cantidad de baches; el deterioro de las calles sin pavimentar, así como el interior de la parroquia principal, ubicada en la plaza central, en la que pudimos constatar que necesita de una restauración, ya que la última modificación autorizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INHA) se realizó en el mes de abril del presente y constó de un cambio de luminarias en el exterior del atrio.
También se identificó la importante inversión destinada a la plaza principal, aun cuando cuente con detalles de presencia vandálica.
Pudimos conocer en voz de algunos antiguos pobladores del municipio: Pedro de Luna, Silvano Jiménez y José Maldonado, de algunas de las principales características con las que contaba el pueblo y que han sufrido importantes transformaciones. Coincidieron en explicar que una vez que concluye la Feria de los Chicahuales todo vuelve a la normalidad, luego de un importante flujo de personas. Pedro de Luna refirió que ha cambiado mucho la celebración y se remontó hasta hace varios años cuando dijo que “antes no había tanto vicioso, todo era más tranquilo, uno estaba a gusto de vivir aquí”.
Destacaron la importante variedad de árboles que se encontraban en la plaza principal, a diferencia de la actualidad, la cual está repleta de palmas y asfalto; antiguamente se consideraba un pueblo de arrieros que llevaban sus productos a vender al Mercado Terán, como los vendedores de leña, carbón, escobas, etcétera.
Como bien se sabe, la principal tradición del municipio se basa en la organización de la Feria de los Chicahuales, la cual tiene un fundamento religioso en honor del apóstol Santiago, y a la que se suman las festividades del patrono de la iglesia, así como de la Virgen de Guadalupe.
Tanto Pedro Luna como Silvano Jiménez y José Maldonado concordaron en que es necesario promocionar más la historia real de la festividad de los Chicahuales, y propusieron que en la plaza pública se narre -continuamente- la historia de la celebración.
Foto: Gilberto Barrón