- Hay riesgo de que se extiendan los hechos violentos a otras ciudades
- Juana Alicia pedirá licencia al Congreso y terminará su gestión sindical
Juana Alicia Espinosa de los Monteros, secretaria general de la Sección I del SNTE, promoverá licencia a la LXII Legislatura y seguirá en el cargo, para mantener al magisterio alerta de la llegada de la CNTE, que buscaría estropear al sistema educativo.
Tomará la diputación su suplente Rosaura Alicia Moreno Serna –tanto en la plurinominal como en la secretaría general de la citada sección del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación-, mientras que el conflicto surgido el pasado lunes, al solicitar la lideresa magisterial la renuncia de Flaviano Jiménez Jiménez, director de Planeación y Evaluación Educativa, está sujeto al desenlace de una sensible controversia:
Por un lado, el 24 de junio pasado, Jiménez dijo que “no contar con plazas magisteriales suficientes es un precio que el Gobierno del Estado paga muy caro, debido a que desde hace 20 años no llega una base y la población sigue creciendo de forma natural. Se han contratado 2 mil 361 [maestros] por honorarios, con un gasto de 71 millones 232 mil 892 pesos al año” (que no han sido cubiertos).
Y poco más de un mes después, el 27 de julio, Juana Alicia denunció que el IEA no planeó bien los recursos humanos necesarios, para el ciclo lectivo 2013-2014, y el lunes 19 pasado, denunció a “funcionarios falaces que no merecen el cargo”.
La “manzana de la discordia” fueron Juan Manuel Rodríguez Medina, secretario general del Sindicato de Trabajadores del Instituto de Cultura, y María de Jesús Rangel Vázquez, lideresa de los profesores jubilados, ambos integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
Ellos estuvieron en la radio el jueves 15 del presente, a las 8:30 horas, y dijeron al conductor que mientras que a los maestros por honorarios (71 millones de pesos) y a los de rezonificación (40 millones de pesos), no se les había pagado, Espinosa de los Monteros y 70 profesores si irían de fin de semana a Cancún.
Eso fue lo que causó el malestar a la lideresa Juan Alicia quien, efectivamente, sí estuvo en la citada playa y cada uno de los profesores pagó sus 3 mil 500 pesos de transportación, hospedaje y alimentación.
Fue en ese “congreso magisterial vacacional” donde se tomó la decisión de no asumir la diputación, ante la violenta coyuntura que representa el magisterio disidente de la CNTE en varios estados del país, en particular la capital.
En un recuento de la historia magisterial local, Silvia Luna Rodríguez, por ejemplo, lideresa de 2004 a 2006, al terminar su gestión sindical se fue a la LX Legislatura del Congreso de la Unión; su sucesor, Heriberto Gallegos Serna igual, inició en el 2006 y concluyó en el 2010, cuando arribó a la LXI Legislatura local. Y Juana Alicia asumió en el 2010 y le falta un año con cuatro meses para cumplir su mandato. Nunca ha habido congreso extraordinario que valide una sucesión.
Localmente, el liderazgo de Juana Alicia luce estable, pero a nivel nacional es distinto, según el siguiente dato: el pasado lunes 19, cuando arrancó el ciclo lectivo 2013-2014, Juan Díaz de la Torre, secretario general del SNTE, asistió invitado por el presidente Enrique Peña Nieto a la ceremonia oficial que se llevó a cabo en Cuernavaca.
Aquélla fue la primera vez desde 1943 en que se fundó el SNTE, que su dirigente nacional “no tuvo vela en el entierro”, es decir, no le permitieron pronunciar su acostumbrado discurso; el último de ellos fue el del año pasado, emitido en la Ciudad de México por Elba Esther Gordillo Morales, en que le reprochó al presidente Felipe Calderón su insuficiente apoyo y profetizó: “mi futuro está en manos de los maestros”. Estaba nerviosa, se equivocó al citar a medallistas olímpicos y al leer la cifra 2 mil 350 mil docentes…