- Pocos conocen los niveles de control y vigilancia que existen: Enriqueta Molina
- Llevamos más de 20 años de atraso en discusiones más filosóficas que científicas
Hasta el día de hoy los productos transgénicos ya no afectan más a la población mexicana, ya que éstos no se aceptan en nuestro país, así lo indicó Enriqueta Molina Macías, directora general del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas de la Sagarpa, pues aseguró que definitivamente estos productos no se utilizan para el consumo, sólo para experimentar, lo cual vigilan estrictamente las autoridades correspondientes.
“Una opinión en cuanto a la sensibilidad de la opinión pública en la que no estamos aceptando los alimentos transgénicos, es que ya nos encontramos en la parte de la experimentación. Los permisos que hasta el momento se han otorgado son solamente para experimentos bajo condiciones confinadas y en campos experimentales de la propia Secretaría de Agricultura, en proporciones muy pequeñas y además sin una interacción con el ambiente”.
La especialista comentó que a pesar del control de Sagarpa, la población continúa sin confiar y es muy sensible con respecto a estos temas, pero lo que más lamenta es que las opiniones que se vierten acerca de esto se realizan sin un soporte científico.
“Yo creo que eso es lo que también estamos impulsando, el que se tenga realmente información y el que se desarrolle la investigación. Creo también que la investigación nacional y las instituciones científicas nacionales tienen la capacidad de generación de biotecnología y aprovecharla”.
Aseguró que el desarrollo de productos transgénicos debe ser concebida como una herramienta tecnológica; se critica mucho pero sin conocer realmente el impacto que tiene este tipo de productos, ya que al final de cuentas no se ha encontrado alguna afectación a la salud, al ambiente, ni a la interacción con otras especies.
Molina Macías indicó que tienen claro que si la población no está dispuesta a aceptarlos, pues debe realizarse mucha más investigación, para que no se malinterprete la producción de lo que llama herramientas tecnológicas.
“La realidad es que no se nos deja investigar y en ese círculo, lo único que estamos haciendo es que nos limitemos en las alternativas que pueden ser aprovechadas, y por eso es que llevamos 20 años de atraso en estas discusiones más filosóficas que científicas”.
Foto: Gilberto Barrón