- La funcionaria alegó que la imagen del gobierno podría verse lastimada
- Lo único que quiero es hacer pública la impunidad de las autoridades, señala la afectada
- Roberto Niembro, ex director de Recursos Humanos, ya contaba con antecedentes
En agosto de 2012, durante un “careo” llevado a cabo en una de las oficinas del Ayuntamiento de Aguascalientes, Estela Ruiz Esparza Padilla, secretaria de Administración en el gobierno de la priísta Lorena Martínez, ofreció 15 mil pesos y una beca universitaria a cambio de mantener en secreto un caso de acoso sexual, reveló Margarita Briones, la afectada, y quien además labora en la Dirección de Recursos Humanos.
Margarita padeció agresiones verbales y físicas por parte de Roberto Niembro, su antiguo superior inmediato, separado del cargo el pasado 13 de enero con liquidación incluida.
“Ella -Estela Ruiz- me pidió un careo con el director en su oficina. Allí él aceptó que sí me decía cosas, pero que nunca pensó que me fueran a hacer sentir mal. Primero se quiso hacer el chistosito diciendo que era un juego. Yo le dije: usted sabe que no es ningún juego, sabe perfectamente que me ofreció dinero, la cantidad que yo quisiera, para que yo me dejara hacer lo que usted quisiera”.
Luego del careo acontecido en agosto, y al ver que ya en noviembre la promesa de despido no era cumplida, se procedió a dar parte al Ministerio Público. El primer citatorio a declarar fue emitido el 22 de enero del corriente.
“Cuando la contadora se enteró -dijo Margarita a este diario, sentada en una cafetería-, me mandó llamar a su oficina, diciéndome que cómo lo podíamos arreglar. Trató de sobornarme ofreciéndome 15 mil pesos en efectivo y una beca de estudio de universidad para mi hijo el adolescente. Le dije que mis hijos estaban dañados por este problema, que me iba a costar la separación con mi esposo”.
Añadió que “fueron tres veces las que me mandó llamar la contadora para que yo otorgara el perdón, le pregunté por qué intercedía si la demanda estaba en contra del licenciado Roberto Niembro, no contra el Municipio. Dijo que dañaba la imagen de la administración. Respondí que ‘no traigo playera de ningún color’, únicamente estoy reclamando mis derechos como mujer. Ella pensó que yo quería dinero, no es eso lo que yo quiero, lo que quiero es justicia”.
Margarita Briones señaló que una vez emplazado el juicio, la propia secretaria de Administración prefirió no declarar, no obstante ser “el punto clave” para desahogar responsabilidades.
Dos de las compañeras de Margarita atestiguaron a favor del presunto agresor. Éste dijo al Ministerio Público que presentaría una declaración por escrito; nunca lo hizo.
“Ella me dijo que yo tenía la culpa de que me faltara al respeto el licenciado por mi forma de vestir… en el careo me pidieron que guardara discreción, que no lo ventilara por mi reputación y la del licenciado”.
La entrevistada vio su expediente una sola vez. Lo solicitó con posterioridad para hacer ampliaciones pero “no me lo volvieron a prestar, cada que iba para revisar el avance me decían: no está, está en estudio, lo están calificando”.
Roberto Niembro, afirma Margarita, además de realizar proposiciones que lesionaban su honor llegó a tocarla.
“Fue más o menos un año de estarlo aguantando, hasta que el miedo me superó. Metí la queja al IMMA (Instituto Municipal de la Mujer de Aguascalientes) pensando que iban a hacer algo, pero parece que no es competente, me fui a la Ministerial el 27 de noviembre del año pasado a meter la denuncia” con folio GAP/AGS15839/11-12.
La resolución fue dictada en marzo y a la afectada se le dijo que tenía un mes para contestar, cuando sólo contaba con 15 días. No obstante acudió al Ministerio Público para impugnar en tiempo y forma, pero se le dijo que el expediente ya no estaba.
“La misma persona que me tomó la declaración en el Ministerio Público me dijo que yo podía ampliar la declaración si recibía amenazas o cosas de ese tipo. Ellos mismos me dijeron que los abogados del Jurídico del Ayuntamiento habían ido dos veces a pedir el expediente; me dijeron que no se los proporcionaron porque no eran los interesados”.
-¿Tu expediente está perdido?
-No, me lo dieron después de que se venció el plazo [para contestar]. Tengo copia del expediente y tengo copia de la queja ante Derechos Humanos.
-¿Qué dice el resolutivo?
-Dice: ejercicio no penal.
-¿Cuál es entonces la sanción?
-Ninguna, nada.
“Lo despidieron indemnizándolo, eso sí me lo dijeron. Estamos en Recursos Humanos, allí no hay nada secreto, todo se sabe”, lamentó Margarita, y ventiló que su ex jefe dijo que las notificaciones legales las recibiría en la colonia España, cuando en realidad habita en el costoso fraccionamiento Pulgas Pandas.
A esta altura de los hechos, recurrió a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), donde tramitó la queja número 178/13, aunque las cosas tampoco mostraron mejoría.
La Comisión abrió seis vías de investigación, una de las cuales hablaba sobre actos de discriminación ejercidos por Estela Ruiz Esparza. El delito no fue acreditado.
“Derechos Humanos primero se iba a involucrar, cuando supo nombres ya no pudo, me mandó con otros abogados”.
Luego de los daños, Margarita dejó una reflexión sobre la mesa:
“Yo lo único que quiero es hacer pública la impunidad de las autoridades. ¿Para qué nos dicen que denunciemos un caso así, si nadie va a hacer su trabajo? Quisiera que por una vez en la vida se quitaran caretas, máscaras y playeras del partido político que representen, y que actuaran como seres humanos. Yo hice las cosas como me dijeron que se debían hacer y la verdad es que estoy decepcionada de todas las autoridades, tanto del Ministerio Publico como de Derechos Humanos. Derechos Humanos te dice: denuncia, demanda. ¿Para qué?”.
-¿Todavía trabajas en Recursos Humanos?
-Sí, tengo base, tengo 14 años en el Municipio.
-¿Tienes en mente dejar el Ayuntamiento?
-No por el momento, a mí me gusta mi trabajo. Yo entré al Municipio por un anuncio en el periódico, realmente lo que me ha mantenido allí es mi trabajo.
Se apuntó que antes de entrar al Ayuntamiento, Roberto Niembro trabajó en Nissan y Yorozu, empresas donde también habría dejado antecedentes de acoso sexual, y que la alcaldesa Lorena Martínez pidió el expediente del caso para ejecutar un despido sin liquidación. Alguien ocultó datos clave.
El caso de Margarita ya está en manos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y también lo conoce el Instituto Nacional de las Mujeres.
Foto: Roberto Guerra