- Espera que su sucesor la supere y corrija los errores que en algún momento pudo haber realizado
- No podrá cumplir un compromiso notariado, pues en la gestión de Luis Armando Reynoso se vendió un predio municipal
A unos días de saber quién será su sucesor, Lorena Martínez Rodríguez, alcaldesa de Aguascalientes, manifestó estar segura de que entregará un Aguascalientes mejor que como la recibió en todos sus indicadores, “se puso orden en la casa, hay trabajo, hay resultados, hay obra pública, hay tranquilidad, progreso y bienestar”, por ello recordó la importancia de que el próximo dirigente prolongue los beneficios de lo que hoy se está haciendo.
Confesó estar esperando que la superen, que corrijan los errores que en algún momento pudo haber cometido, “lo que aspiro es a que mi próximo presidente municipal sea mejor que yo”.
La presidenta indicó que podrá entregar el 99 por ciento de los compromisos que firmó ante notario público y otros que no pactó, pero que logró crear mediante el transcurso de estos dos años y medio como presupuestos extraordinarios.
Sólo quedará un compromiso sin cumplir, del cual informará a la ciudadanía en su último Informe de Gobierno. Este compromiso se refiere a la rehabilitación del Arroyo Don Pascual, pues a pesar de que logró los recursos de la Cámara Federal por dos años consecutivos, no se pudieron ejecutar en obra.
Martínez Rodríguez explicó que la primera vez se obtuvieron 20 millones de pesos, pero como no había un expediente técnico completo, en el primer año se tuvo que elaborar uno, así como un estudio integral, “los recursos se destinaron a otros propósitos”. El segundo año se volvieron a etiquetar 20 millones de pesos, pero la Comisión Nacional del Agua decidió invertirlos en otro concepto.
Básicamente, el compromiso consistía en rehabilitar y recuperar la cuenca Don Pascual, para construir una serie de represas que son muy necesarias, ya que de este arroyo provienen las inundaciones que se generan en la ciudad.
Adicional a los recursos, se toparon con un problema que no se tenía identificado y que corresponde a la tenencia de la tierra; pues toda la parte de la cuna y del vaso de la presa resultó ser un predio que se vendió durante el periodo de Luis Armando Reynoso y que ahora es propiedad privada, “nos fue imposible realizar las obras que estaban proyectadas ahí”.
Este terreno tiene un gran conflicto, pues la Seguot no ha liberado todavía los permisos correspondientes para que pueda ser usado, es decir, está parado porque es producto de esta operación irregular, por lo que el Ayuntamiento capitalino no pudo aterrizar el proyecto señalado.
Ésta es una cuenca que tiene muchos problemas de sanidad: hay contaminación y conecta prácticamente a todos los arroyos del oriente y que en una época de mucha lluvia se vuelve una cuenca peligrosa, “por eso es muy importante poder hacer las represas y hacer las presas de gaviones”, para conducir las aguas que vienen del oriente hacia un área segura, razón por la cual Lorena Martínez indicó que será un proyecto que tarde o temprano se tendrá que ejecutar.
Ya se tuvo una reunión con el dueño de este terreno, sin embargo, la realidad es que Gobierno municipal no cuenta con los recursos para poder comprar o permutarlo, por lo que tendrá que esperar una solución integral, probablemente con recursos de la Federación, del Estado y con una obra de más largo plazo.
En un principio esta obra se había proyectado con una inversión de 100 millones de pesos, “desafortunadamente nos quedamos en dos años con 45 millones de pesos, mismos que no pudimos ejecutar y para este año ya ni la lucha le hicimos”. Estos recursos obtenidos se usaron para otros proyectos de la ciudad a través de Conagua.
En suma, la presidenta municipal aseguró que elevó la calidad de todos sus indicadores: desde la obra pública hasta la seguridad, “hoy por hoy estamos en una ciudad tranquila, sin problemas de muertes violentas, hemos borrado del mapa los problemas del secuestro”, así como la eliminación de la extorsión.
A pesar de que Aguascalientes no está libre de delincuentes, es una ciudad donde se respira paz y tranquilidad, cuya obligación del ciudadano es mantenerla.
Foto: Roberto Guerra